...Los hubo valientes, honrados, leales y dignos. También rufianes, aventureros, asesinos y locos...

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viernes, 21 de octubre de 2011

Gadafi era nuestro hijoputa




En mi juventud simpaticé con dos militares jóvenes, guapos y golpistas. Uno fue Muamar Gadafi y el otro Omar Torrijos. Ví a Gadafi dos veces, una en Trípoli y otra en la ruinas romanas de Leptis Magna. Gadafi fue dictador, terrorista, nuestro aliado y nuestro enemigo. Seguramente se lo merecía, pero lamento que haya muerto como un perro. Como Ceaucescu.

6 comentarios:

José Alfonso Romero P.Seguín dijo...

Su anatomía revelaba lo humano de su naturaleza, la social la de una bestia.
De todos modos no me haga excesivo caso, no soy sino un recién indultado.
Reciba un fraternal abrazo.

ANTONIO MARTÍN ORTIZ. dijo...

Me sumo a su dolor, Don Alfredo, por el asesinato de Gadafi. Cuando la OTAN se convierte en verdugo ejecutor de asesinatos, se está poniendo en la misma línea de aquello que dice combatir. Si decimos que estamos en contra la pena de muerte, ¿a qué vienen esas ejecuciones sumarias? Porque nadie se va a creer que el asesinato de Gadafi haya sido un daño colateral, maldita palabra.

Con lo que está pasando, resulta que la Barbarie se está instalando en Occidente.

Le envío un abrazo, Don Alfredo.

Antonio

García Francés dijo...

D. José Alfonso, me ha preocupado la mención a su indulto. Usted dirá.
Como siempre lo ha clavado, breve, conciso y hasta poético. Con su permiso me lo llevo a Facebook.

García Francés dijo...

D. Antonio, me ha dado gran alegía ver que se ha animado a entrar en Facebook. Le he contestado allí, amigo mí. Gracias.

lola santana dijo...

No soy políticamente correcta, lo siento, pero no me da ninguna pena como tampoco me la dará si algún día, y espero verlo, sale la foto de Fidel Castro Ruz en esas mismas circunstancias.

Juli Gan dijo...

No. Gadaffi ha muerto como Mussolini, que es peor. Yo no sé, debido a las informaciones distorsionadas, si fue malo, bueno o regular. Generalmente quien detenta el poder no es un santo nunca, pero nadie se merece una muerte así. Es abominable. Es una brutalidad que demuestra que los captores son peores que el peor asesino. Ni el más satánico de los asesinos merece acabar de esa manera tan espantosa.

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