Ayer fui a certificar un libro. Me atendió una dama atrayente, simpática y con el escote más DIVINO que jamás haya lucido ninguna funcionaria de Correos. Senos poderosos, grávidos, lechosos y turgentes en un escote tan caído como el Muro de Berlín. Aún encandilado, al volver a casa, me topé con los Victoria's Secret Angels desfilando. Lucían juguetes divertidos. Mureros, háganse un regalo inopinado. Ambos.
viernes, 15 de noviembre de 2013
Heroínas Anónimas
Ayer fui a certificar un libro. Me atendió una dama atrayente, simpática y con el escote más DIVINO que jamás haya lucido ninguna funcionaria de Correos. Senos poderosos, grávidos, lechosos y turgentes en un escote tan caído como el Muro de Berlín. Aún encandilado, al volver a casa, me topé con los Victoria's Secret Angels desfilando. Lucían juguetes divertidos. Mureros, háganse un regalo inopinado. Ambos.
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