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A las puertas de Teruel. Navidad de 1937
Se puede ver Teruel desde La Muela,
No es agua lo del Turia, sólo frío.
Muñones anegándose en el río,
y el aire que en el pecho se congela.
Mi pecho no se rinde... aunque se hiela,
lo mismo que Teruel, cariño mío,
Resiste la ciudad, y yo confío
en ti, que eres el ángel que me vela.
De día, me rodean los lamentos
de extraños que parecen esperpentos,
despojos de inhumana represalia.
De noche, son las calles de Bilbao...
Mis dedos conjurándote en el vaho,
surcándote en tu nombre: Amalia, Amalia...
Primer borrador del genial poeta Monsieur de Sans Foy remedando los escritos por mi padre José Luis a mi madre Amalia desde el Hospital de Sangre en el Frente de Teruel. Un jovén alférez médico, degrado de capitán tras pasarse al ejército de Franco, que en el horror de la guerra encuentra un asidero en la esperanza y el amor.
1 comentario:
D. Alfredo: Sans-foy versifica bien, su padre (el de usted) sin embargo, era un verdadero poeta. ¡Cuánto sentimiento se expresa en esos versos sacados del alma de su padre!
Un abrazo.
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