La mesa del Congreso es un cementerio de lujo para aparatchit de corpore insepulto amorrados a la teta ubérrima de los partidos. Como Patxi o la Villalobos. Cada nicho lo pagamos nosotros a precio de oro. Para la Regeneración Democrática, sólo faltan Pasionaria y Carrillo. RIP, perdón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario