Viejuno, viejero…

Pues resulta que no soy VIEJUNO (carcamal), ni VIEJERO (abuelo que quiere ser jóven), ni mucho menos VIEJO VERDE (acosador lujurioso de niñatas). No soy nada de eso. Por fin sé a qué edad pertenezco. Desde hoy inclúyanme entre los SEXALESCENTES. Es decir, los sexagenarios, entre 60 y 70 años, decididos a exprimir la vida. Integrado en lo social, comprometido en lo emocional, tengo mucho que contar, muy curioso ante los nuevos retos, la tecnología y el cuidado de mi salud. Friendly con la vida y la vejez. Viviendo mi segunda adolescencia. Y me meo en el qué dirán.