viernes, 16 de marzo de 2012
La Tormenta del Desierto y mis botas
Hoy he sentido la necesidad de sacar mis botas. En ellas he pateado el monte tras venados, la jara buscando un jabalí y el campo desencamando liebres. Ellas me llevaron y trajeron con bien de La Madre de Todas las Batallas, la invasión de Irak desde el Kuwait liberado. Las estoy engrasando. Pero, hay nubes muy ásperas en el horizonte. Veremos.
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2 comentarios:
Trátelas con grasa de caballo para ablandarlas convenientemente y así podrá relinchar cuando se tire al monte sin que sus pies sufran por ello. Me apunto a la idea y a su desarrollo también, si llega el caso.
Un abrazo.
Engraselas y no las guarde muy a trasmano.
Saluditos.
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