domingo, 6 de mayo de 2012
Pelirrojas de fuego
“Es bien sabido que si las mujeres son todas lascivas, las pelirrojas lo son mucho más que ninguna.” Lo afirmaba yo en El Secreto del Emperador, una de mis novelas. Y, como sé de que hablo, espero que nadie me lo discuta. Tuve un romance con una pelirroja, bueno, con dos, eran hermanas y para envidia de mi amigo Javier viajaba con ellas en trío. Se lo recomiendo.
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sexo
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3 comentarios:
Acabo de dejar a mi mamá, hoy es su día. Y aparezco hablándoles de pelirrojas de verdad. Pelirrojas auténticas, no esas aberchales vascas con pelo color papagayo o zanahoria.
Eran hermanas. La pequeña, una maestra del disfraz, hoy está casada con un político de Madrid. La mayor era la esposa de un ejecutivo del Gobierno Vasco. Ibamos los tres de vacaciones. Todos me envidiaban.
¡Vaya con Don Alfredo! Vd. no se con forma con una... tienen que ser dos... por lo menos. No me extraña que, con hombres tan galanes como Vd. para competir, lo tengamos tan crudo más de uno... y de dos...
Que tenga un buen Domingo.
Un abrazo,
Antonio
Ahora entiendo porqué cuando uno presume de mujeriego se le dice: ¡Menos lobos!, chaval, ¡menos lobos! Acabo de caer en la cuenta de que las lobas son pelirrojas aunque también las hay de otros colores.
Un abrazo.
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