Son de cuando las vacas gordas. Profesionales separados recasados aportando hijos y mascotas. Me creen ducho en caballos y perros y me presentan a la horda. En dos minutos los perracos están calmados y tumbados a mis pies. Los críos se insultan, ella llora y él gimotea. Tienen pavor al paro, a los impuestos salvajes y a perder su estatus clase media. No son los perros, pobres. Son ellos. Es España.
lunes, 1 de septiembre de 2014
Divorcios, Hijos y Perros
Son de cuando las vacas gordas. Profesionales separados recasados aportando hijos y mascotas. Me creen ducho en caballos y perros y me presentan a la horda. En dos minutos los perracos están calmados y tumbados a mis pies. Los críos se insultan, ella llora y él gimotea. Tienen pavor al paro, a los impuestos salvajes y a perder su estatus clase media. No son los perros, pobres. Son ellos. Es España.
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