Absalón y Pablo Iglesias

La Biblia lo recuerda orgulloso de su larguísima melena. Absalón, hijo de David, huyendo de su padre enredó su cabello en una encina y quedó suspendido de las ramas hasta ser muerto a lanzadas. Don Pablo, ojo, su coleta puede enmarañarse en un cadáver de la Complutense y resultarle letal. Navego pronto y ayer el estilista Alberto Vergara me recortó las puntas. No quiero morir colgado de la botavara. Muro de García Francés en Facebook