Soy, siempre he sido muy de la GUCI. Pero al entrar hoy en casa me he pegado un susto de muerte. Creí que Montoro me había enviado a la UDEF para hacerme una complementaria. Pero era Marcia, la empleada ecuatoriana, preparando la mudanza con una camiseta que le regalé. Coño. Estoy viejo para estos sobresaltos.
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