Seve lo ha dicho. Padece un tumor y, junto a su equipo de médicos, se prepara a disputar el partido más difícil.
Es un luchador, una de las glorias de nuestro deporte y un hombre cabal que va a pelear todos los puntos de su tarjeta. Además, recuerden que es el mejor jugador para los golpes imposibles. Y, Seve, siempre juega para ganar.
Los que sean creyentes, por favor, recen una oración por su pronto restablecimiento y, los que no tengan fe, manténganlo unos instantes en su pensamiento.
lunes, 13 de octubre de 2008
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