Anoche Dª Ostra y su marido, Dº Laslo Sotavento, nos recogieron de nuestra casa en el Madrid de los Austrias para llevarnos en su AUDI "full equipated tuning" hasta la carretera de Extremadura, cerca de Móstoles, donde los Srs. Kataplines tienen el latifundio y una preciosa cabaña prefabricada en abedul canadiense.
El viaje fue accidentado porque Dº Laslo utiliza el GPS para darle conversación y discutir con él y nos amenizó el inevitable extravío haciéndonos seguir las instrucciones del aparatito en diversos idiomas, español, italiano, alemán y chino mandarin. El Sr. Sotavento es de los que, antes de preguntarle la dirección a un indígena, mantiene que prefiere equivocarse sólo. Una juerga y una hora y media de retraso.
Chez los Kataplines reinaba la calma y, pese a estar citados a las 20:30, nadie estaba inquieto porque aún no hubiéramos aparecido a las 22:00. D. Gorka mantenía el móvil cerrado, lo que evidentemente dificultó que nuestras llamadas de socorro, tuvieran éxito alguno. Yo no sé vascuence pero Kataplines, sin duda, en dicha lengua debe traducirse por "cojonazos".
La sorpresa fue que, mucho más tarde que nosotros, ella venía de la mina, aparecieron el Dr. Asclepio, senequista cordobés y su brillante esposa gaditana. Buenos amigos a los que hace tiempo no veía. A los andaluces les cuesta salir de su tierra. No me extraña porque allí lo tienen todo. ¡Qué bueno fue abrazarles y charlar con ellos!
Pero, la gran sorpresa de la noche fue la cazuela de chipirones en su tinta que nos tenía preparada Dª Samantha, la Sra. Kataplines. Todavía se me saltan las lágrimas cuando recuerdo la delicatessen, envidiando a D. Gorka que aún habrá almorzado hoy de aquellos maravillosos excedentes.
Sabía del buen hacer recibiendo de los Srs. Kataplines, pero incluso en los vinos y el postre desbordaron las previsiones. Sublime. Y como dice un amigo mío, "todo, muy buen producto". Estupenda velada con los amigos mientras, afuera, reían las hienas en la noche.
Por cierto, Dª Ostra y Dº Laslo, fueron las estrellas de la velada cuando prometieron a los Srs. Kataplines llevarles un camión de sacos de mierda desde su dacha de Toledo. No para comer, no teman, sino para abonar los rosales de Dª Samantha.
Nuestro café de Colombia pasó desapercibido, porque, ¿quién puede competir con un regalo tan sofisticado como las cagadas de vaca?
Amanecía sobre el Palacio Real cuando llegamos a casa.
sábado, 8 de noviembre de 2008
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31 comentarios:
Pues sí, Don Alfredo. Es la primera vez que nuestros invitados nos apabullan no solo con café de Colombia, deliciosos chocolates y un surtido de estupendos caldos, sino también con la promesa firme de un montón de sacos de mierda.
Samantha y yo nos hemos quedado speechless.
Ustedes se merecen todo, D. Gorkataplines.
Muy ajustada a la realidad su entrada, Don Alfredo.
Sólo dos discrepancias:
- no le quedaron a Don Gorka ni las raspas de los calamares para el almuerzo de hoy.
- se trata de estiércol de caballo, mucho más adecuado para rosales.
(tampoco puedo confirmar lo del chino mandarín porque, en esos momentos de pánico, ya no hacía caso a la voz del GPS)
Los Sres. de Taplines son unos anfitriones insuperables, como insuperables fueron sus calamares. Se merecen todo de verdad.
Celebro con alegría tan feliz velada.
Un abrazo
Gracias, Dª Alma, seguro que hubiera disfrutado con nosotros y con aquellos calamares. Otro día será. Un saludo muy cordial.
También yo me alegro mucho de que lo hayan pasado vds. tan bien.
Un abrazo.
No se crea que no, Dº Lola, que tuvimos un recuerdo afectuoso para los Mento y para muchos otros remeros.
Prepárese para la velada que tienen ustedes los vascones dentro de unops días. Entonces, les envidiaremos el resto.
Un abrazo, Doña
Muchas gracias por su estupenda crónica. Servidora está muy agradecida y espera impaciente la próxima entrega del cargamento de caca, perdón, estiércol de caballo.
Un fuerte abrazo y gracias a todos los comensales por su amabilidad.
En los viejos cronicones,
siempre comían perdices
pero aquí, por lo que dices,
os pusieron chipirones.
Un plato muy adecuado,
aunque la vista no alegra...
porque va que ni pintado,
que la cosa está muy negra.
Lamentablemente, a la de dentro de dos semanas tampoco podremos asistir nosotros, querido García Francés.
A servidora y picapedrera, unos buenos amigos le han invitado a compartir estancia de fin de semana en Asturias, y he aceptado, que me hace mucha falta desconectar, incluso del paisito.
Salva va a su completa bola, y Aitor no creo que pueda ir tampoco.
Un abrazo.
Eso sí, conmigo el café de Colombia no hubiera pasado desapercibido, se lo aseguro...soy más cafetera que Juan Valdés y la burra juntos.
Gracias a usted y al Sr. Gorkataplines por convidarnos, Dª Samantha. Estuvo usted regia.
Y, por más que pienso, no sé porque dice Monsieur que son ustedes ordinarios...
Respecto a su caca, perdón, no la suya sino la que espera que le proporcionen los Sotavento, es algo ajeno a mis posibilidades y conocimientos. Ellos cumplirán.
Toda la vida domando potros y me el otro día me entero que cagaban, figúrese. Lo mío, bien lo sabe usted, son aromas más como del eje cafetero.
Refinados saludos, Doña, para usted y su esposo.
Querido, Monsieur, usted inigualable como siempre. Si hubiera compartido la cena con nosotros, en lugar de versos, por el monotema de la noche, hubiera escrito versíCULOS. De caballo.
Por favor, no alcanzo a entender todavía su referencia a la ordinariez de los Srs. Gorkataplines. A mi me parecieron muy finos y atentos. Pero, ya sabe que a los nativos del Nuevo Mundo nos subyugan la vieja Madre Patria y sus habitantes.
Quizás lo dice usted por el duro trabajo del Sr. Gor. Ahí le doy la razón. Ser el capataz de la tuneladora del Metro es algo hortera, pero, ¡cada uno se gana la vida como puede...!
No todos vamos a ser Rubén Darío, Monsieur.
Un abrazo agradecido por compartir sus versos con los comensales. Todos le queremos.
Dª Lola, no se preocupe. Habrá más cenas de remeros y usted se divertirá en ellas.
De momento disfrute de su escapada a Asturias y olvídese de todo.
Y respecto al café, tranquila, tengo una amigo que viaja varias veces al año desde Bogotá. Trabaja de "mula" y suele traer café envolviendo las sacas de "perica", no porque le guste la infusión como a usted, sino para confundir a los perros antidroga. Le diré.
Un abrazo, amiga.
Ay, Sr. García Francés, creo que de momento me quedo sin baile.
Un abrazo
No diga usted eso, Dª Alma, que si el zangolotino de D. Aitor le falla, usted no se queda sin baile. Ya idearemos algo.
A ver, queridos míos, que lo del baile se llevaba en otra serie de comentarios de más abajo....en lo de la Michelle Obama.
He hablado por teléfono con Aitor, le he contado, y para nada se va a quedar usted sin baile, doña Alma. Espera, como hemos dejado dicho en ese foro, que busquen la forma de ponerse en contacto.
Mañana, seguramente, volverá él por aquí, a poner orden si hace falta.
Abrazos.
Querido García Francés, qué amable que es usted, con tal de que una no baile sola.....
Doña Lola, mil perdones, me lié un poco con los foros. No volverá a pasar, eso espero, comprenda que una es un poco novata en este mundillo.
Gracias por mantener informado a su hermano.
Un abrazo y le espero (a su hermano) en el foro de los trapillos.
¿ Me llamaba usted ? Voy para allí.
Pues no me ha dejado usted nada más en ese foro...en fin. Pues seguiremos aquí.
Que decía mi hermana, y dice bien, que habría que buscar la forma de contactar para quedar para ese baile, ¿ no le parece ?
D. Aitor, sea usted serio con nuestra Dª Alma y ocúpese de organizar la salida para ir a bailar con ella.
Le recomiendo que se ponga en contacto con Dª Ostra y ella sabrá como hacerlo.
Un saludo, Sr. Mento
Estoy en ello, querido amigo, el mensaje era dirigido a ella.
Querido Aitor,
Entre usted y su hermana ya me están haciendo bailar.
Ayer me llevé una buena reprimenda de su hermana por hablar aqui de nuestro baile. Una que aún no domina ni un poquito estas nuevas técnicas, la verdad se quedó un poco.... (mejor no lo digo).
Pensaba que los comentarios se iban dejando en la noticia del día y no en las anteriores, pero no se preocupe ni usted ni su hermana....lección aprendida.
Y ya me dirá usted que le dice doña Ostra, como bien ha aconsejado el sr. García Francés.
Un abrazo cariñoso
Lo lamento ( y no soy mi hermana ) mucho, seguro que no se ha acordado de su condición de nueva por estos lares...ya se lo diré.
En realidad, no hay una norma escrita para los blogs...los comentarios se pueden dejar tanto en un sitio como en otro, y ambas formas son lógicas : en el comentario del día, para que no tenga uno que retroceder varias entradas, y en el del día "de autos" para continuar un tema que se sigue tratando en siguientes.
Por lo tanto, como usted se líe menos y le venga mejor.
Mientras doña Ostra nos aconseja, podríamos ir hablando de baile...¿ es usted de las "académicas" bailando, o simplemente siente la música y se deja guiar ?
Abrazos cariñosos y mañaneros.
Gracias, D. Aitor, que amable es usted (y saludos a su hermana).
No soy nada "académica" bailando...me gusta escuchar la música, sentirla y dejarme llevar moviéndome al ritmo que marque.
Un abrazo cariñoso
Pues nos vamos a entender muy bien, querida amiga, porque yo soy del mismo gusto.
Alguna vez, hablando de baile, me han llegado a preguntar por la mejor forma de bailar, y yo siempre digo que es ésa....primero hay que sentir la música dentro de uno, y luego dejarse llevar, expresarse como a uno le salga de dentro, que eso es muy de cada cual.
No me suele gustar esa gente de academia diaria de baile de salón, cuando va por ahí y necesita media pista para sus evoluciones, "echando" con ello de alguna forma a los demás, me parece en cierto modo una falta de respeto.
Si esta gente viajase un poquito, vería que en el Caribe, por ejemplo, los lugareños bailan el merengue o la salsa dentro del espacio delimitado por una baldosa, casi casi.
Abraços e Beijinhos, como dicen en Brasil.
Me encanta, es como estar al lado de la reja mientras la pareja, pela la pava. Un lujo, ¡qué simpáticos son estos dos chavales!
Lo que es yo, voy a tener que ir poniendo un correo a Doña Ostra y que nos aconseje la mejor manera de proceder.
No será óbice, querido amigo, para que le tengamos al corriente por aquí, al menos por mi parte.
D. Aitor creo que nos vamos a entender bien. Al menos no me pisará usted los pies.
Un abrazo Sr. García Francés, si esta noche no pudiera verle (una no es muy trasnochadora), mañana será lo primerito que haga al levantar.
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