Siempre he creído que Don McCullin ha sido el mejor fotógrafo de guerra del mundo aunque tampoco evitó enfrentar su mirada a las grandes tragedias humanas, el sida y las hambrunas. Siempre consideré un héroe a este fotógrafo londinense, 14 años mayor que yo, y un genio para grabar a fuego las miradas
En Chipre, Vietnam, Congo, Biafra, Rodesia o Sudán, su cámara ha reflejado todos los sufrimientos posibles. A lo largo de mi carrera de reportero coincidimos en dos conflictos, Irlanda y Líbano, y sólo hablé dos veces con él. Su fama impresionaba, mi inglés era tan pésimo como su francés y siempre he sido respetuoso.
Estábamos cuerpo a tierra en el cementerio de Milltown, al oeste de Belfast. Sonaban disparos y explosiones, él se volvió a mí y me sonrió. Interpreté que aquella sonrisa decía, “lo estás haciendo bien, chaval, puedes quedarte conmigo”. Nos dimos la mano y me presenté. Volvió a sonreír. Aquel día hice unas fotos excelentes. Me contagió el embrujo del maestro.
Era el entierro-homenaje a Bobby Sands, terrorista del IRA muerto en huelga de hambre, la segunda fue en Beirut, cerca de la autopista que separaba a palestinos y cristianos. Cada sonrisa y apretón de manos suyo me confirmaba que yo también quería ser periodista. Fotógrafo. Esta entrada se la debía.
En Chipre, Vietnam, Congo, Biafra, Rodesia o Sudán, su cámara ha reflejado todos los sufrimientos posibles. A lo largo de mi carrera de reportero coincidimos en dos conflictos, Irlanda y Líbano, y sólo hablé dos veces con él. Su fama impresionaba, mi inglés era tan pésimo como su francés y siempre he sido respetuoso.
Estábamos cuerpo a tierra en el cementerio de Milltown, al oeste de Belfast. Sonaban disparos y explosiones, él se volvió a mí y me sonrió. Interpreté que aquella sonrisa decía, “lo estás haciendo bien, chaval, puedes quedarte conmigo”. Nos dimos la mano y me presenté. Volvió a sonreír. Aquel día hice unas fotos excelentes. Me contagió el embrujo del maestro.
Era el entierro-homenaje a Bobby Sands, terrorista del IRA muerto en huelga de hambre, la segunda fue en Beirut, cerca de la autopista que separaba a palestinos y cristianos. Cada sonrisa y apretón de manos suyo me confirmaba que yo también quería ser periodista. Fotógrafo. Esta entrada se la debía.
21 comentarios:
¿Qué no tiene escondido por entre su vida, sus ropajes o su memoria ?
Realmente sorprende cada día con su camino, no se sabe por donde aparecerá, el de hoy es fascinante.
Un abrazo, Sr. García Francés.
D. Iojanan, son muchos años de trabajo. Piense que comencé a rodar por el mundo con 16 años y estuve en el Mayo del 68 con 19 añitos recién cumplidos.
Son muchos recuerdos y muchas vivencias para contar alrededor de esta chimenea digital en la que falta calor y algo de vino.
Me alegro de que haya apreciado esta entrada, amigo. Saludos.
ME PARECE DE QUITARSE EL SOMBRERO
SU HUMILDAD. HOY EN DÍA ES DIFICIL.
PERO USTED ES UN CABALLERO
GRACIAS QUERIDO AMIGO-ME TOMO ESA LIBERTAD DE LLAMARLE AMIGO-
Gracias, D. Hatoros, muy amable, pero no crea, en mi entrada también hay algo de coquetería.
Si se fija, digo de mi maestro que es mayor que yo.
Me alegra verle por aquí, amigo. Siéntase como en su casa.
El reconocer al maestro es reconocer la valía de los demás hombres, y no sólo eso, sino la necesidad que tenemos de que estén ahí dando con du vida testimonio de la nuestra.
Sus generosas palabras roban espacio a maldades que lejos de hacernos mejores nos envilecen gravemente.
Este fotógrafo ha puesto blanco sobre negro voz a innumerables verdades, sus palabras ponen blanco sobre negro la gran verdad en que uno se resuelve de la mano de generosidad.
Reciba un fraternal abrazo.
Se nota que está Vd. en su salsa con esta estupenda entrada.
¿No tendrá Vd. alguna foto de Zambia?
Siempre he admirado a los reporteros gráficos de guerra, por valientes y por artistas, con lo dificil que debe resultar serlo con el miedo metido en el cuerpo. Si, con el miedo, porque quien diga que no lo pasa en esas difíciles situaciones, miente.
Un abrazo, amigo, y buenos días de Semana Santa.
Por Dios, D.Alfredo, y con todas estas experiencias fantásticas que tiene para contarnos, desperdiciamos el día poniendonos rojos de ira con esta panda de sinverguenzas de politicos?
Siga, siga, este post ha sido demasiado corto, queremos saber mucho mas.
Me he quedado con la duda, ¿alguna de las fotos es suya?
Vaya, D. García, buena entrada,proclamo.
Y siento no estar muy combativa estos días, pero entre pitos y flautas(50% en pitos y 50% en flautas), ni tiempo tengo para enfadarme.....
¿Usted me comprende, verdad?
Su amigo-conocido fotógrafo estará orgulloso de este pequeño homenaje que le brinda.Yo lo estaría.
Si alguien pone la chimenea, yo pongo el vino para que Don Alfredo nos regale más relatos.
D.José Alfonso, no reconocer la valía de un genio sería una terrible evidencia de soberbia de la que, creo, la edad ya me ha curado en gran manera.
El día que trabajé a su lado me sirvió para dos cosas. La primera para aprender a mirar de diferente manera lo mismo que él veía.
La segunda cosa que aprendí ese día fue confiar en mi trabajo pudiendo contrastarlo con el de un gran maestro.
Aprender me ha ocurrido con muchos otros fotógrafos, famosos o no. Y viendo museos, leyendo revistas y haciendo exposiciones. Es decir trabajando. Mirando con curiosidad la vida y fotografiándola. No hay más.
Un abrazo fuerte, amigo.
D. Bwana, esto ya pertenece ami pasado y entonces lo viví con pasión. Hoy son recuerdos.
Respecto a la foto que guardo de usted en un safari espero colgarla en algún momento... Se asombrará...
D. Terly, hay fotógrafos de guerra con enorme valentía y mucho arte; otros que sólo tienen valentía y, unos pocos, que nada más tienen arte.
Lo mismo que los toreros. Creo que arte y valor juntos es el cóctel ideal para que brote la obra maestra.
Y, sí, se pasa miedo porque la gente muere. Yo me planté el día que pensé, no quiero que me mate inutilmente un imbécil, nada merece tanto la pena.
Un abrazo nazareno, amigo.
Dª Beatriz, nunca me atrevería a mezclar mis fotos con las de Don McCullin. Las de la entrada son todas del maestro.
Bueno, le agradezco mucho su interés, ya iré contando más de estas cosas. Pero, por favor, déme su autorización para seguir con la cañita política. Un cariño para usted, Doña.
Claro que la entiendo, Dª Menda. Tomemos unas vacaciones y descansemos un poco, relajemos la mala leche.
Hay mucho tiempo por delante y muchas canalladas para comentar.
Con mi afecto, Doñita.
Gracias, D. Dave, si esperamos un poco ya entra la primavera y no necesitaremos la chimenea. Con el vino y la charla, vale.
Saludos muy cordiales, amigo.
Usted, Dª Sol, nunca habla de chorradas, tiene el don de hacer un estilo de lo banal o de lo sublime. Su estilo.
Que descanse en la arenita mientras yo me quedo aquí alistando caballos para la Feria de Sevilla.
Hasta pronto, cariños, Doña.
La última es espectacular.
Gracias por sus palabras, D. Supersalvajuan. Me alegra que la haya apreciado. Saludos, amigo.
D. Alfredo, todo un detalle prentender hacerme creer que necesita mi consentimiento para nada.
Yo le sigo la broma feliz y haciendome la interesante le digo que escriba usted de lo que le de la gana, y como le de la gana, que nosotros disfrutaremos igualmente...yo solo le pedía descanso del polítiqueo pensando en su salud.
Un abrazo, "pocholo"
Gracias, Dª Beatriz, sé que usted se preocupa de mi salud pero no debe temer. Sólo tengo un pocotón de rabia, ira y cabreo con el sistema.
Su consejo me ha venido muy bien y estos dias estoy alejado del tran-tran diario del politiqueo. Y, la verdad, relaja.
Un abrazo grande, Doña.
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