De crío quería ser fotógrafo de Paris Match. No lo logré pero, si publiqué en esa revista un reportaje de Manuel Benítez, el Cordobés, en una fiesta campera. Por una apuesta el torero hizo de limpiabotas para sus amigos. Fue una exclusiva publicada en Blanco y Negro y en Paris Match.
Luego, desarrollé mi vida profesional en El País, rodeado de los mejores fotoperiodistas de España. Pero, a diferencia de otros que lo ansían desde niños, nunca deseé ser lo que he acabado siendo. Escritor.
Mi amigo Daniel Mordzinski, un argentino genial trasplantado en Paris, supo desde el principio que deseaba ser fotógrafo para retratar escritores. Hoy, muchos años después, ha triunfado el trabajo, su talento y, por eso, es el mejor especialista del mundo.
Hace poco tuve la suerte de que me retratara en Paris. En el Jardín de las Tullerías, al atardecer. Mi admiración por el arte de este ser entrañable no tiene límites. Lo adoro.
Posé para él sintiéndome orgulloso y tímido. Feliz de estar al otro lado de esa cámara. Y tú, ¿qué quieres ser de mayor?
miércoles, 29 de abril de 2009
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20 comentarios:
Hace ya mucho tiempo, creo que unos treinta años, se me ocurrió preguntarle al hijo de un buen amigo mío que tan sólo contaba cinco años; ¿qué querrás ser, Pablito, cuando sea mayor? y me contestó con tan solo una palabra que me dejó maravillado... "feliz"
Hoy, ya con sus treinta y cinco años, creo que está consiguiendo su propósito porque no he visto a un chico de su edad que demuestre tanta felicidad.
Pues bien, querido amigo, esto es lo que yo quiero ser cuando sea "más mayor"... Feliz, o más feliz o que no me falte la felicidad que ya tengo.
Un abrazo.
Una fotografía, la suya, genial. Lástima que se hiciere con cierto apresuramiento y olvidara Vd. quitarse la servilleta.
¿Yo? Feliz.
Lo tengo muy claro, D. García Francés, usted sabe ya lo que estudio y en lo que espero convertirme, si mi constancia lo permite.( Fotógrafa, nunca, que soy malísima retratando)
Me gustaría otorgarle un premio que, a su vez, me han concedido, destinado a aquellos blogs que destacan por su promoción de la amistad y la información. Si lo desea, el post para recogerlo está en el mío.
Un saludo muy cordial y feliz puente de mayo.
Siempre he tenido envidia de esa gente que parecía haber nacido sabiendo lo que quería. Mi hermano siempre ha querido ser arquitecto, desde niño. Ahora lo es, y muy bueno. Yo siempre he estado deambulando profesionalmente. Sigo así. Casi sin saber qué voy a ser de mayor. Aunque ahora, más o menos, algo intuyo… pero nunca lo hubiera sospechado. En fin, de los dos procesos, no sé cuál es mejor, pero sí sé cual es más puñetero.
D. Terly, SÍ, ESO, todos queremos ser felices, o, como usted dice, que nos dejen como estamos.
Pero ya es tarde, creo que nos van a crujir. Le deseo que conservemos su felicidad, la de ese muchacho, la de nuestros amigos y la de quienes visitan esta casa, pero me temo que, incluída la mía, se la va a llevar por delante un grupo de desalmados.
Muchos abrazos, amigo.
D. Bwana, no es una babero, es un pañuelo indio que mi amigo Daniel recompuso.
Ya imaginará usted mi torpe aliño indumentario.
La foto, como todas las de Mordzinski, es muy buena. Buenísima. Y un orgullo para mí posar para mi amigo.
Dª Menda, que bonita coincidencia con la historia de D. Terly.
Por favor, lea lo que le digo a él pero no se deje abatir porque usted tiene mucho talento, es una gran trabajadora y logrará triunfar en todo lo que se proponga.
Estoy seguro de que será feliz, Dª Mendita, ¡se lo merece!
Dª Sol, ¡no es usted nadie pidiendo!
Intentemos comenzar por el principio y lograr la subvención; el resto debería venir por añadidura.
Pero, me temo que no entramos en los parámetros socialistas del perfecto subvencionado.
Siento desilusionarla, Doña, pero al menos le quedará siempre mi afecto.
Gracias, D.Melvin, es usted un buen amigo.
D. Benjamín, un placer volver a saludarle.
No sé porqué me parece que ambos hemos sido, o usted aún es, un poco "bandarras".
Su comentario me recuerda la nostalgia de aquel libro de García Márquez titulado "Cuando era feliz e indocumentado".
Para darle una idea de cómo éramos en el año 75, cuando Bryce Echenique conoció a Gabo, éste le espetó, "no me gustan los escritores con corbata y menos como la tuya" y Alfredo le respondió, "pues tendrás que acostumbrarte porque tengo muchas parecidas". Los dos sabían.
Añado que soy tan envidioso como usted con esos sujetos sabios, que escriben su destino sin dejarse llevar por el azar.
Un fuerte abrazo, amigo.
D. Alfredo, está usted estupendo en esa foto con esa pañoleta de ...Etro, hermés???
Yo de pequeña quería ser sobre todo, mayor.
Ahora por supuesto, me gustaría ser mucho mas niña.
Entonces, Dª Betariz, no tema, lo ha conseguido, siempre será una niña, mi niña bloguera preferida, la más buena y pura, la mejor.
Por favor, sea feliz, ya no puede pedir más.
Etro, Hermés, rien de rien, puro bordado indio con seda de Varanasi y lana de Cachemira. Eso sí, comprado a quienes surten a las grandes firmas europeas. Savoir faire, le dicen a eso.
Le mando todo mi afecto, Doña.
Para mí, la felicidad no es más que un estado de todas nuestras emociones. Creo que el ser humano no podría aguantar un estado de felicidad eterno.
Por ejemplo los poetas dicen que cuando son felices no tienen tanta facilidad para escribir e incluso los escritores o los pintores... ¿Que hubiera pintado Van Gogh sin sus ratos de melancolia y como unica compañera la absenta? ¿O que hubiera escrito Bequer sin su desencanto por el amor?
Así que me conformo con poder ser feliz a ratos.¡ Que ya es bastante!
Yo cuando era pequeña quería ser...
es que todavía soy pequeña y no lo tengo decidido jajajaja
Señor Francés, como escribe usted mejor, triste o feliz?
Una fiesta del Cordobés. Eso debe dar para varios libros. Qué envidia.
Pufff, pues a mí mi Abuela me decía:"M...eehhh...Atila, eres un Mohtro, tú de mayor serás astronauta",y aquí me tiene, internauta!!, total, por un prefijo!!
Maestro!!, que los Indios no saben!!, lo mejor pal fresquito siempre han sido nuestros curtidos de piel de rata de la estepa, con su pelico padentro, uufff!!
Dª Jerusalem, cada día me alegra más saber que está usted ahí.
Es cierto que nadie podría vivir en completa felicidad. Explotaría como una granada de mano.
El ser humano sólo está programado genéticamente para soportar algunas breves ráfagas de algo que se puede aproximar, sin alcanzarlo, a eso que llamamos felicidad.
Y, ahora, viene cuando le digo porqué me entusiasma usted, amiga mía. La melancolía. No la tristeza.
¡ESE ES EL ESTADO PERFECTO! Al menos para mí. Pero, no sólo desde el punto de vista creativo sino vital. Es el más dulce, el más protector de los estados, si no se profundiza en él hasta convertirlo en dolor.
Hay un librito maravilloso, creo que hoy agotado, de D. Carlos Gurméndez (RIP), se titula "La melancolía" y es de AUSTRAL. Búsquelo y mate por conseguirlo, Doña.
Creo que usted es de esa personas privilegiadas que.a ratos, siempre serán chicas.
Yo, creo que ha quedado claro, como mejor vivo y mejor escribo, es cuando arrastro una puntita de melancolía, amiga mía. Muchos abrazos.
D. Supersalvajuan, fue una experiencia excitante para el crío que yo era entonces.
Me enteré de que el maestro iba a una capea y me presenté allí, sin estar invitado, claro.
Conseguí llegar al tentadero y hacer unas fotos porque debieron pensar que iba con alguien de los invitados.
Cuando se fueron a la casa, me fui acercando, me dieron de comer y empezaron a jugar alas cartas y con las copas.
Perdió el Cordobés y le obligaron a cumplir con su apuesta, entonces saqué una pequeña cámara y le pedí permiso para hacer una foto.
Y el maestro me dijo: "Jasla, shavá, qu'teváforrá...".
Había adivinado que era periodista. No le importó. Lo de después para otro día, amigo mío.
¡Cojonudo, D. Atila!
Astronauta versus internauta. Me ha hecho usted reir un montonazo.
Tengo que probar esas chupas de rata que usan ustedes, seguro que son muy calentitas y bastante apestosas.
¡Un abrazo enorme, MOHTRO!
Yo iba para vagabundo con un cuaderno y un boli... pero tuve que hacerme fotógrafo para ganarme el pan. En cierto modo, una secuencia razonable que me ha permitido continuar vagabundeando.
Un verdadero gustazo lo de Bilbao... la charla y el bacalao.
¡Salud y fortuna!
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