...Los hubo valientes, honrados, leales y dignos. También rufianes, aventureros, asesinos y locos...

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lunes, 13 de abril de 2009

Taconazos y piernas infinitas

En el teatro griego y romano cuando un actor representaba a una divinidad siempre usaba coturnos. Es decir, sandalias, con plataforma y tacones. La altura así adquirida le permitía mirar a los demás actores desde lo alto. Como los dioses.

Proporción humana versus proporción divina

El chapín fue la versión española de un zapato de cordobán, con plataforma de corcho o madera, usado por las mujeres en el Renacimiento.

Finalmente, por lo absurdo de la altura, un codo o 40 cms, los chapines fueron condenados como una extravagancia moral y desaparecieron.

También los hombres se sintieron tentados de crecer y mirar desde arriba a los mortales. Luis XIV usó verdaderas joyas, zapatos exquisitos de tacón, con lazos, bordados, brocados, y llegando a condenar a muerte a quién usase de algo tan exclusivo en su corte.


Madame de Pompadour, cortesana amante de Luis XV, cedió su nombre para un nuevo estilo. La versión femenina, los tacones pompadour.

Pero, al menos para mí, el zapato de tacón moderno y su parafernalia sexy, nace con las pin-ups norteamericanas y con las cuñas de nuestras chicas topolino allá por los años 40.

Hoy, uno de los genios del tacón, el diseñador Jimmy Choo, considera tacón bajo al que no sobrepase los 6 cms., mediano al que está entre los 6 y los 8,5, y altos los que van desde 8,5 hasta limites de vértigo.


"Alrededor de la mitad de mis diseños es fantasía controlada, el 15 por ciento es locura total y el resto es diseño bread-and-butter", afirma Manolo Blahnik.

Escala de alturas de 6 a 20 centímetros. "Yo, dice una amiga mía, uso 4 cm para el día, 6 u 8 para salír de compras, con 10 cómoda y 12 para sentirme divina".

Me gustan las chicas con tacones. Para mirarlas. Sobre todo, si son latinas, andan como latinas, y mecen las caderas haciendo entrecerrar los ojos a los hombres.

Nada menos sexy que una señora subida en 10 cms dando traspiés sin fluidez ninguna en la marcha. Pisar huevos, le dicen. Pero, a la hora de la fantasia erótica, para la explosión de ropa en el "desnucadero", los taconazos me parecen rollo de dominantes o dominadas.

Prefiero la piel al cuero. Si no saben andar con tacones, anden descalzas y no me rasguen las sábanas de seda con los stilettos. ¿A ustedes les ponen los tacones?

23 comentarios:

si, bwana dijo...

Suponía a nuestro primer ministro, el sr. ZP, experto en la materia, pero me ha sorprendido Vd. con tanta sapiencia sobre el tema.
Yo también prefiero la piel al cuero.

Marga dijo...

¡Hola, D. Alfredo!

Aprovecho el tema de los tacones, que me chiflan, para entrar a saludarlo, después de un tiempo de bastante trabajo y bastante pasotismo (por suerte, ya acabó).

Bonita muestra de zapatos nos ha puesto usted. Me decanto por los de salón. Y si son de color rojo, mejor. El problema es que, ahora, me tengo que conformar con alturas más bien discretas. ¿Motivo? Pues...los años que pasan. Aunque he sido de las que se compraban los más altos que encontraban en la tienda.
Pero he llegado al momento en que una prefiere andar con unos bonitos zapatos cómodos a matarse sobre unos taconazos de impresión.

¡Qué le vamos a hacer! C'est la vie...

Muy cordialmente.

Anónimo dijo...

Oiga, joven!!!!! A mi eso no me pone nada eh!!!!!!!

(Pero me encanta ponérmelos yo)

Anónimo dijo...

¡Qué quiere que le diga!... A mi es que de los bombones nunca me gustaron los envoltorios. Prefiero el bombón al natural... :)

García Francés dijo...

Usted y yo, D.Bwana, somos personas sensatas y de orden. Poco aficionados a excentricidades. Un abrazo, amigo.

Terly (Juan José Romero Montesino-Espartero) dijo...

El zapato de tacón,
no lo dude que me pone,
si en ellos se sube una hembra
que su hermosura pregone.

Que adorne su pierna esbelta
con media de malla oscura,
que resucitan a un muerto
haciendo pecar a un cura.

Que los corone una falda
cortita y muy bien ceñida,
siendo de avispa el corpiño
y unos pechos a medida.

Y allá en lo alto una sonrisa
de las que dejan perplejo...
¡Ay que me estoy derritiendo!...
¡Coño! que me desmadejo...

Espero D. Alfredo que quede claro cuan me gustan los tacones.
Un abrazo.

García Francés dijo...

Dª García, bienvenida siempre. Me alegra saber que el trabajo ya no le va a impedir visitar esta casa, aunque sea a ratitos.

Veo que he ido a caer con una experta usuaria para la que, estoy seguro, no pasan los años.

Cierto es que la comodidad prima cada vez más. Yo mismo, tengo abandonados los Oxford y camino con los MBT, los antizapatos.

Pero, estoy seguro de que usted seguirá estando superatractiva con esos taconazos, aunque sea para llevarlos un ratito, lo justo para matar de envidia a sus amigas y seducir a sus amigos.

Un abrazo, Doña.

García Francés dijo...

Por favor, Dª Menda, con su altura, por favor, ¡no nos prive de verla subida en esos taconazos!

Tiene usted que estar espectacular, Doñita.

García Francés dijo...

D. H, envueltos o no, me parece que es usted un goloso delos bombones. Hace muy bien. Saludos, amigo.

García Francés dijo...

DªSol, me encantaría haber conocido a su papá. Esa respuesta de de Bilis Club.

Clavadito que el mío. Un día me mandaron al colegio en Bilbao con un bocadillo de cecina traida por mi viejo de Granada. Los niños se rieron y cuando volví a casa se lo conté. Su respuesta fue:

"Mañana te llevas otro y cuando te pregunten les dices... ¡esto es cecina, me lo ha traido mi padre de Graná, es mejor que el jamón y me cago en tu puta madre". Así lo hice.

Su viejito y el mío licenciados en mala hostia. Me encanta, Doña.

Jerusalem dijo...

Pues a mí los tacones me han perdido siempre.... Y digo bien, "tacones" porque con 17 años recuerdo que antes de mirar el modelo del zapato miraba el tacón...Luego, si me gustaba la altura de este, ya miraba el modelo.
He utilizado zapatos de tacón tan altos que ahora solo mirarlos me da vertigo.
Ya con los 42 tacos que llevo a la espalda me he vuelto más conservadora y solo utilizo tacón de salón (Gordito y de cuatro o cinco dedos)
Solo para ocasiones importantes me pongo un tacón más alto.

Besos y me encantó su entrada señor García.

Freak dijo...

Muchos señores se vuelven locos con los tacones. Y si añadimos extras como las medias con liguero, etc. algunos señores se animan más...

Importante lo que se apuntaba también: no andar pisando huevos. Empezar con tacones razonables para ir acostumbrándose a subiendo centímetros. Si no el efecto es inversamente proporcional al otro. ¿Me explico?

García Francés dijo...

D. Terly, ¡qué regalazo para los aficionados al tacón y para las propias usuarias!

Soy afortunado de tener comentarios tan creativos y sugerentes, tan sinceros y con tan buen humor, como el suyo. Mil gracias.

Le pido permiso para incluir sus versos en la columna de la derecha de mi blog, apartado, "La frase y el verso".

Un abrazo, agradecido, amigo mío.

García Francés dijo...

Por favor, Dª Jerusalem, siga perdiéndose y haciendo que se pierdadn otros. Nunca se quite los tacones.

A sus pocos años, se agradece tanta coquetería, y a sus 17 debía usted ser un espéctaculo subida en los taconazos más altos de su ciudad. Tacones como minaretes con los que, al verla caminar a usted, gritarían de admiración los viandantes...

Gracias por participar y por sus amables palabras, amiga.

García Francés dijo...

Dª Sol, piense que lo de viejito lo uso como papá... pero en cualquier caso, lo retiro. Por lo demás, me imaginé que su papá sería supercoqueto porque el mío lo era al máximo también.

¡Qué generación! La anécdota de usted y su papá, me ha traido muchos recuerdos de mi padre. Gracias, Doña.

García Francés dijo...

Dª Freak, observo con interés que es usted una experta estudiosa del tema que nos ocupa.

Efectivamente mucjos hombres se rinden ante una sonora, firme y sensual pisada taconuda.

Y por supuesto, si añadimos, ropa interior, ligueros, la "lingerie", como la llama mi amigo Ángel Aguado, entonces ya babean.

Pero no sólo los hombres los aprecian. En Hispanoamérica, muchas lesbianas son hiperfemeninas y utilizan con pasón estas armas para enamorar a sus chicas. Y las tranx, son maestras, en el arte de seducir taconeando.

En fin, que se extiende mucho el número de seres humanos que aprecian unos tobillos bonitos, unas largas piernas, arañando las aceras con los tacones.

Coincido con usted en que, de no saber caminar con ellos, mejor no comprarlos. Es un anticlimax.

Terly (Juan José Romero Montesino-Espartero) dijo...

Querido amigo:
Ver incluidos mis versos en la columna de la derecha de su blog,
es un honor que no sólo merece mi aprobación sino también mi máximo agradecimiento.
Un abrazo, D.Alfredo.

García Francés dijo...

Es un enorme placer para mí hacerlo, D. Terly.

Yo le aviso cuando estén colgados, amigo. Abrazos maximus.

meri dijo...

Pues yo, al natural, mido metro y medio y con tacones, 1,50, así que para qué sufrir.

Un saludo a todos.

García Francés dijo...

Hace usted bien, Meri, hay cosas mucho más importantes en que pensar.

De todas maneras, con y sin tacones mide lo mismo. Manda güevos, ¡rompe usted con toda regla matemática!

Saludos cordiales, amiga.

hatoros dijo...

BUENÍSIMO MAESTRO. GRACIAS.

Ferchu dijo...

¿Luis XIV o Sarkozy?

García Francés dijo...

D. Ferchu, ¡qué gusto saludarle! Me alegra su visita y, según parece, ambos necesitaban unos cemtímetros más bajo los pies. Abrazos,amigo.

D. Hatoros, es usted un caballero.

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