D. Jaime Peñafiel, comenzó llamando SECTARIO a D. Enrique Sopena. No se sabe si al Sr. Sopena le irritó más la acepción como ex-militante del Opus Dei o como radical-partidista.
Sectario, ria.
(Del lat. sectarĭus).
1. adj. Que profesa y sigue una secta. U. t. c. s.
2. adj. Secuaz, fanático e intransigente, de un partido o de una idea.
Así que, D. Enrique Sopena, disgustadillo, disparó la artillería de grueso calibre y llamó FASCISTA a D. Jaime Peñafiel.
Fascista.
1. adj. Perteneciente o relativo al fascismo.
2. adj. Partidario de esta doctrina o movimiento social. U. t. c. s.
3. adj. Excesivamente autoritario.
Fascismo.
(Del it. fascismo).
1. m. Movimiento político y social de carácter totalitario que se produjo en Italia, por iniciativa de Benito Mussolini, después de la Primera Guerra Mundial.
2. m. Doctrina de este partido italiano y de las similares en otros países.
Tras un rifi-rafe, el señor Peñafiel abandonó el estudio mientras el Sr. Sopena se reafirmaba. Ninguno de los dos me cae especialmente bien. Pero, conviene recordar que aquí no se califica de fascista INOCENTEMENTE.
Durante la Guerra Civil española era el paso previo a ser asesinado en una cuneta. Hoy, utilizando la injuria preferida por los batasunos, el Sr. Sopena, ha demostrado ser un CABRÓN CON PINTAS.
Cabrón, na.
(Del aum. de cabra).
1. adj. coloq. Dicho de una persona, de un animal o de una cosa: Que hace malas pasadas o resulta molesto. U. t. c. s.
2. adj. vulg. Se dice del hombre al que su mujer es infiel, y en especial si lo consiente. U. t. c. s.
3. adj. coloq. Cuba. Disgustado, de mal humor.
4. adj. coloq. Cuba Dicho de un hombre: Experimentado y astuto. U. t. c. s.
5. adj. Méx. Dicho de una persona: De mal carácter. U. t. c. s.
6. m. Macho de la cabra.
7. m. Hombre que aguanta cobardemente los agravios o impertinencias de que es objeto.
8. m. Am. Mer. Rufián que trafica con prostitutas.
Cabrón con pintas.
1. loc. adj. coloq. cabrón (‖ que hace malas pasadas).
30 comentarios:
Cómo se le ocurre a Peñafiel ir a La Noria. Peñafiel puede ser un monárquico dogmático, ser un versado en frivolidades, ser muy pesadito y estar bastante confuso, pero no es malo, sólo plomizo.
Así que Peñafiel acudió a La Noria sin estar inmunizado contra el veneno de Enric Sopena. Eso demuestra que Peñafiel anda bastante confuso. La Noria es un programa con una audiencia definida en los siguientes grupos: jóvenes lobotomizados, republicanos radicales, fundamentalistas anticatólicos y gays (el único grupo de audiencia digna si no están intoxicados de los vicios de los grupos anteriores)...
Es cierto que algunos en algún momento hemos caído víctimas del zapping y siendo el resto de la oferta televisiva igual de lamentable, pero aprendemos pronto y evitamos el programa.
La Noria reúne el presentador y los tertulianos estiércol de toda la televisión: Sopena, la Iglesias, la Rahola, Jimmy Jiménez-Arnau, etc.
Lo siento por Peñafiel, al fin y al cabo, y estando muy lejos de ser santo de mi devoción, él es un caballero.
Un saludo
Dª Sol, el Sr. Sopena, a mi modo de ver, tiene por su aire agresivo y chulesco más de comisario político de batallón disciplinario que de periodista.
D. Enrique es un "teleborroka" y es muy consciente de lo que significa calificar de FASCISTA a alguien en España, así con todas las letras. Repito, una cabronada. Una batasunada.
D. FGA, supongo que los periodistas acuden a esos programas porque les pagarán bien las colaboraciones. Eso me parece legítimo.
Creo que es posible participar a cualquier debate y mantener la dignidad.
Otra cosa es que haya periodistas que, a golpe de insulto y gritos, se aseguren la titularidad y, de paso, el favor de sus señoritos. Así resuelven dos facetas, la económica y la política.
Con ellos hay que esperar juego sucio y golpes bajos y, antes de sentarse en el plató, saber si uno es tan fajador como ellos. Vamos, saber si estás dispuesto a pegar algún puñetazo por debajo del cinturón.
Abrazos, amigo.
Fascismo es lo que demuestra el "señorito" Sopena y la "chiquitilla" que tiene siempre sentada a su derecha, que no dejan hablar a nadie y que cortan la conversación cuando lo que habla otros no les interesa.
Y que conste que Peñafiel no es un periodista que me guste, está más cerca de ser cortesano que de otra cosa.
Lo que no me encaja, es que este señor (Enrique Sopena, que yo no soy catalana ) haya sido miembro numerario del Opus Dei y que quiera parecer más rojo que la Pasionaria. ¡Hay que joderse!o como decia mi abuela ¡Vivir para ver!
¡Hay que tener estómago para ir o ver ese programa; el tal Sopena es que da pena!
Hola D. Alfredo, tras unos días sin visitarle me quedo asombrada con la facilidad que pasa usted de un tema agradable como el restaurante de su tocayo a uno como el de hoy.
Vi ese momento en TV y como cada sábado cada vez que aparece esta alimaña me entraron ganas de sacar los puños.
Aunque realmente no creo que merezca la pena, un tipo que exige el respeto que el ni procesa ni conoce despreciando con su tono engolado y su gesto rabioso y que no denota más que un odio revanchista hacia todo lo que el un día fue.
Debe ser cuestión de no estar contento en su propia piel, sino, no se comprende, así casi hasta se le compadece.
Dª Jerusalem, los dos estamos de acuerdo en que nos nos gustan demasiado los dos periodistas mencionados.
A mí especialmente, D. Enrique y Dª MAI, me desgradan profundamente por sus actitudes matoniles.
Tampoco me gusta el presentador de La Noria, un hipócrita que, mientras lamenta no haber cortado los insultos, se regocija pensando en la subida del share.
D. Jaime, no es que no me guste, es que normalmente no me interesa lo que cuenta. Pero, salvo en su animadversión a la Familia Real por causas particulares, no es un killer. Más bien es un periodista amable, a la antigua usanza.
Y de todo esta entrada me quedo con el comentario de su abuela, ¡Hay que joderse! Lo mejor, Doña.
D. Bwana, ya sabe, ¡D. Enrique Sopena es tan malo que apena!
Y, el programita, se las trae pero nadie obliga a verlo. Es un típico producto bochinche al que se le añade un linchamiento político.
Abrazos, amigo.
Creo que lo que le ha pasado a Peñafiel puede ser un ejemplo, un aviso, una llamada de atención para otros muchos que no sean de la cuerda socialista y tengan la tentación de aceptar invitaciones a ese programa.
Asistir a La Noria sin las debidas credenciales de socialista, es meterse en una encerrona que no tiene nada que envidiar al encierro de los San Fermines.
Querido amigo, como siempre agradezco su generosidad al contestar a mis comentarios.
Un abrazo, D.
Dª Beatriz, ¡cuánto bueno por esta su casa! Me alegra saludarla, ya lo sabe usted.
Bueno, ya conoce usted la famosa réplica, "España y yo somos así, señora", del segundo acto de "En Flandes se ha puesto el sol".
De manera menos redicha podríamos decir que este blog es una ducha escocesa, fría y caliente, sin transición, a lo bruto.
Y en resumen, que trato de aquellas cosas que me llaman la atención y que me asombran, hasta que dejan de interesarme. Entonces, descanso.
De ese programa, tiene usted razón, está hecho para que el linchado semanal tenga que sacar los puños y defenderse. Así, con las cejas rotas y sangrando por la nariz, hace subir el share entre los aspavientos de presentador-inmoderador.
Con todo afecto, un gran abrazo, Doña.
Gracias por su amabilidad, D. Terly.
Por plata baila el perro, dicen por allá. D. Jaime sabía a lo que se exponía a cambio de la pasta que recibió.
Esta vez no pudo controlar el espectáculo. Confiaba en que su experiencia y su nombre frenaran la paliza pero se equivocó.
Ya no hay límites. Es como en el mal boxeo, nadie puede esperar juego limpio de unos marrulleros. Darán cabezazos, intentarán partirte las cejas, meterán golpes bajos.
Otra cosa es que, haciendo sumas y restas, al final les compense a todos.
Un abrazo, amigo mío.
No se nos escape la reacción del público aplaudiendo espontáneamente cuando el tal Sopena le espeta "fascista". De todos modos la intervención bien podría haber sido de Mª Antonio Iglesias.
La reacción de Sopena es la canción de siempre. Cuando atacas sus argumentos eres fascista. Cuando dices que no hay democracia en Cuba eres fascista. Cuando atacas a Pol Pot, eres fascista. Y para colmo no dejan hablar a los demás contertulios.
Sectareo es, como aquí se evoca, una definición de toda esta gente que cierran filas cuando se les manda (Rosas blancas, cine-cine-cine, calle Pilar Bardem, etc, etc, etc).
Para colmo dice que "fascista" es poco. Desde luego, es poco para el veneno que destila esa banda: Iglesias y Sopena ex-opusino, menudo par!!
Buenas tardes Don Alfredo.
La entrada no tien desperdicio y ya es hora de poner los puntos sobre las íes a estos especímenes perdonavidas del (pretendido) periodismo audiovisual... más bien del vocerío audiovisual.
Los pseudo debates del programa de Jordi González me aburren desde hace tiempo (dejando de lado la indignación que me provoca el enfoque demagógico que presenta el susidicho en la apertuar de los "debates"). Y no comprendo cómo periodistas de cierta seriedad como Isabel Durán o Alfonso Rojo se prestan a partipar en la misma mesa de "debate" con personajes como Apeles, So(qué)pena(me das), y la inefable Mª Antonia (digna discípula de Calviño en su doctorado de manipulación informativa en la televisión pública... pero esta es otra hostoria). Insisto, no lo comprendo.
El incidente que destaca usted merece los calificativos que le dedica al personaje (Enric). Y no se puede decir más claro. Tal vez añadiría el de chequista. Sí, un chequista de vocación, porque no se puede ser más miserable en la acusación (ni más insensato). En el fondo se trata de aniquilar al contrario a base de descalificaciones groseras y muy peligrosas. (Otro tema es que el insulto estándar para este tipo de situaciones sea el de "fascista"; claro que te llamen "comunista" todavía constituye un elogio, un remedo de glamour ético...)
La reacción de Peñafiel me parece la única posible. La única salida digna posible.
Pero insisto una vez más: no entiendo por qué continuamos viendo programas que tienen un enfoque tan demagógico como el que dirige J. González. No lo entiendo.
Un cordial saludo, amigo mío.
D. Fidelio, ha dado con un punto que no habíamos comentado y que, sin embargo, me extrañó al ver el video.
La reaccción del público aplaudiendo. Tras leer su comentario he reflexionadop sobre el asunto y llego a la conclusión, que no se si compartirá usted, de que el público aplaude, no el calificativo, sino la coz que deja sangrante la cara del desprevenido Sr. Peñafiel.
Efectivamente, FASCISTA, sobre todo si es gritado, es el "descalificativo" mágico. No se necesita más.
Un placer saludarle, amigo.
A Dapena sólo le hace falta que alguien un día le cante las 40 en público. Está demasiado bien acostumbrado, recuerdo que un día fue un Sr. de no recuerdo que partido de extrema derecha y le sacó de quicio hasta el punto de casi abandonar el plató, y eso que estuvo supercorrecto.
Bienvenido, D. Rogelio.
Gracias por sus palabras. Efectivamente, no hay porqué obviar las actuaciones de estos "teleborrokas".
Respecto al programa coincido en todo con usted, sobre todo, con la "inocente" sobreactuación del "moderador".
Respecto a los participantes, creo que, lo hacen porque tiene derecho a ganarse un dinero acudiendo a debates en los que nadie debería ser insultado. Se exponen argumentos, se rebaten, se cobra y se larga uno.
Pero este programa, no es un debate, es un linchamiento de Alabama. Se sabe que no hay defensa posible, una vez te han elegido de víctima. Así, que decida cada cual donde se mete.
Coincido con usted que la acusación elegida no es rebatible. Es de las que aniquila. Y en que el acusador, merece estar junto a los batasunos, maestros en lanzar esa descalificación.
Ahí está el peligro. En la Guerra Civil, ser considerado fascista te conducía a la cuneta o la tapia. Y, hoy, en vascongadas, te pone la diana en la nuca.
No es algo que se merezzca nadie. Sobre todo, si se acusa sin más motivo que subir el share y el caché personal de verdugo.
Un abrazo, amigo mío.
Yo, Maestro, es que veo poco o ná la tele. Sólo tengo entendio que en estos POGRAMAS les pagan por decirse unos a otros cosillas de esas. Que cada palo aguante su vela. Eso sí, el público parece ser que está a la altura política que demuestra con sus abucheos o aplausos
En ese escenario es difícil, D. H, porque está preparado para la ejecución del incauto de turno y, los verdugos, son ellos.
Un saludo muy cordial, amigo.
Yo, tampoco lo ví, Rey de los Hunos, lo encontré luego citado en un blog que remitia a You Tube.
Efectivamente, el dinero y la lucha por subir las audiencias, influyen mucho en el estilo de los debates.
Mañana tengo un regalo para usted, La verdadera historia de la Sultana de ronda. espero que le guste.
Un abrazo, D. Atila.
Efectivamente, Sr. García, efectivamente! Es bastante sangrante que se trate de un aplauso espontáneo y que responda al exabrupto por excelencia.
Los aplausos posteriores responden a las indicaciones del cartelito del regidor, ayte. de prod (o lo que sea) de turno. Este es absolutamente espontáneo. Incluso si hubiera dicho h... de p... (le hubiera mentado la madre o los difuntos del contertulio, como ponen los árbitros de fútbol en su acta) el aplauso hubiera sido el mismo. Pero fascista, en España...eso vale millones!
Muchas gracias por su visita a esa especie de blog, que es su santa casa y la de algunos otros prohombres! Un saludo muy cordial!
COMO SUPONGO QUE EL SEÑOR SOPENA DIRÁ SI ESTÁ AL LADO DE ESA SEÑORA QUE ES DE IZQUIERDAS, LO LÓGICO ES A DECIR DEL OTRO SEÑOR QUE ES UN SECTARIO, PUES PERTENECE A LAS IZQUIERDAS Y ANTES DON QUIJOTE LE DECÍA A SANCHO: CON LA IGLESIA HEMOS TOPADO. AHORA HEMOS DE DECIR: CON LA IZQUIERDA HEMOS TOPADO, AMIGO SANCHO.
UN ABRAZO MAESTRO.
Es que son como niños...
pero con muy, muy, muy mala leche.
Nunca he visto ese programa, ni casi ningún otro de televisión. En casa, nos limitamos a algún noticiario, al fútbol y películas. Eso sí: cuanto más antiguas, mejor.
Siendo malvada pienso si no serán, este tipo de saraos televisivos, para distraer nuestra atención de "otros" asuntos actuales mucho más espinosos. ¿No cree usted?
Muy cordialmente.
Efectivamente, si hubiera dicho h...de p..., la algarabía hubiera sido la misma. Pero diciendo fascista, dio en la diana el Enric. Y es que en España, fascista sale muy rentable. Para colmo el tal Sopena sigue diciendo que se queda corto. Lo de siempre, con los de siempre. Siempre los mismos argumentos por los mismos. Y siempre los mismos calificativos.
Es verdad que la utilización del adjetivo "fascista" se lleva a cabo con una ligereza asombrosa. Tal ligereza se agrava cuando a quien lo utiliza cabría presumirle un mejor dominio del idioma y un uso más atinado del mismo. Cabe recordar que hace pocos años una señora escritora, en aquel momento nada menos que Directora de la Biblioteca Nacional, calificó de "fascistas" a Rajoy, a Acebes y a Zaplana (diario AVUI, 6 de julio de 2005).
D. Outsider, efectivamente el calificativo se regala, a troche y moche, pero, además, hay que recordar que en el mismo programa Dª MAI obsequió a D. MAR con un sonoro, contundente y poco caritativo CABRÓN.
Su cita del diario AVUI, 6 de julio de 2005, es patética, no por traerla usted, sino por quién la profirió contra los del PP.
Un saludo cordial, amigo.
Sra. García, creo que tiene razón en una cosa y en otra, en mi opinión, se equivoca.
Creo que se equivoca en presuponer a estos individuos, la inocencia de los niños cuando en realidad son auténticos "teleborrokas" comparables a los batasunos en sus métodos.
Acierta en que todo es un montaje para ganar. Económicamente, el programa subiendo la audiencia y, personalmente, los agresores incrementando sus cachés y amedrentando a los rivales políticos.
Con mis respetos, Doña.
La señora de izquierdas, D. Hatoros, es la misma que en un programa anterior llamó CABRÓN al Sr. MAR.
Está claro que no es casualidad tanto insulto, impensable en cualquier otro programa. Permitirlo exige la complicidad del moderador y de la cadena.
No sé con quién hemos topado, amigo, pero parece gentes desagradables y quizás peligrosas.
Un abrazo.
Estimado amigo: Tiene usted razón. Me equivoco al compararlos con la idea de inocencia que se presupone en los niños cuando se utiliza esta frase. Pero...¿cree de verdad en la inocencia de los niños?
Llevo tratando con ellos, a diario, desde hace 38 años. Puedo asegurarle, por ello, que pueden ser auténticos maquiavelos. Que tienen tomada la medida a sus padres, maestros y compañeros. Y que, si se lo proponen, pueden mentir y ser de una crueldad que ni se podría imaginar.
¿Sabe por qué no pueden con nosotros? Pues porque les falta la experiencia de los años. Por suerte ya nos conocemos sus trucos. Pero no es inocencia: es falta de experiencia.
¿Y las niñas? Tengo una colección de brujitas que...
Muy cordialmente.
Ahora es usted la que acierta de pleno, Sra. García.
Por mi falta de experiencia, ya digo que nunca he tenido hijos, he caído en el más puro tópico: La inocencia de los niños.
Usted, como experta, m ha dado un buena lección que no olvidaré.
Unos hijoputas de Maquiavelos. Sus comentarios aterran. Me encanta. Un abrazo, Doña.
Querido D. Alfredo, con todo el respeto que no tienen en el programa que Vd. menciona y a mí me cuesta pronunciar por el hedor que produce, me permito manifestarle que disiento en dos cosas:
1º.- Participar en esa tertulia-entretenimiento para idiotas no es licito, más bien indigno para ciertos periodistas.
2º.- El Sr. Sopena, se llame Enric o Enrique no es un cabrón, es un cabronazo porque es injusto ofender a cornudos engañados o consentidos.
En cuanto a Peñafiel, estoy con F.G.A., es un coñazo pero correcto.
Un abrazo amigo.
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