Acabo de escuchar por la radio que han cerrado las Librerías Crisol. Hace tiempo que las tiendas desaparecían en un lento goteo pero, ahora, es definitivo. En 20 años, el número de librería pasó de 87 a 3 y, hoy, esas tres últimas han cerrado.
Fui cliente de Crisol porque eran libreros. Después, disminuyeron el interés y los conocimientos de algunos vendedores, alejé mi vivienda de las tiendas, y comencé a comprar de otras maneras.
Años más tarde, pese a la enorme profesionalidad de D. Juan Ramallo, Director de Operaciones de Crisol, todas desaparecen. Y, con ellas, mi preferida, la de Juan Bravo, en donde, desde mi primera novela, tuvieron la generosidad de acogerme entre los autores elegidos para presentar y vender allí sus libros.
Cuando venga de Miami mi prima Maria Luisa, se llevará un disgusto porque se aprovisionaba en la librería de la Castellana. Mi prima, la millonetis de Key Biscayne, es muy mirada y disfrutaba enormemente ahorrándose un 15% al pagar con mi tarjeta. ¿Seré yo el culpable del derrumbe?
viernes, 1 de mayo de 2009
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16 comentarios:
No lo creo. Un mísero 15 % no puede hacer que se derrumbe un negocio.En fin, cosas de la crisis, deduzco.
Y lo que te rondaré, morena........
No se sienta culpable querido amigo, son cosas de Grupo Prisa, que no sabe como sacar dinero y vende todo aquello que en definitiva no le es rentable.
Yo tambien he usado mi tarjeta y he comprado los libros escolares de mis hijos, pero por lo visto no les ha dejado el margen necesario y lo mismo deciden cambiar de negocio y pone un "caraoke " para los titiriteros, eso les mola mas
saludos
Como todos los requiems, resulta triste este suyo de hoy.
Lamento el cierre de Crisol pero está visto que la cultura en esta España nuestra, no está por la labor de sustituir un pantalón tejano por un buen libro.
Requiscat In Pace"
Un abrazo.
"alejé mi vivienda de las tiendas,
y comencé a comprar de otras maneras".
Caballero: Está empezando Vd. a hablar en endecasílabos...
Hágaselo mirar, que así se empieza.
Ayyy, D. Alfredo, como dice Menda; y lo que te rondaré morena...
Que gracia coincidir con usted, el mío tambien el de Juan Bravo, que además uno podía recorrer sin prisa mientras los niños con boca abierta escuchaban emocionados el cuenta cuentos.
(Ayer estuvo usted de lo mas cariñoso y paternal conmigo, no estará usted ya chocheando, verdad? me mira usted con muy buenos ojos, desde luego, y eso siempre se agradece, GRACIAS!)
Bufffffffffff.... me ha dejado usted tranquilo, Dª Menda, estaba yo preguntándome, ¿mira que si se enteran y me viene a pedir daños y perjuicios?
Es broma. Parece ser que a las librerías tal como las entendemos hoy les quedan tres telediarios... y a los periódicos... y a las televisoras... y al 1º de Mayo.... y no sigo para no deprimirla, Doñita.
Lo imaginaba, Dª Cálculos, pero sé que las tripas de las grandes corporaciones no tienen secretos para usted.
Así que están, ¿"buscando pasta desesperadamente"? Supongo que para pagar sus cañones que son más grandes que los de Navarone.
Lo del karaoke me lo creería si estuvieran sobrados de plata pero, en estos momentos, imagino que será para quitar gastos y hacer caja vendiendo los locales.
Usted vale más por lo que calla. Como buena brooker. Un abrazo muy grande,amiga.
La verdad que es una pena cuando cierran librerias. Aquí, en Córdoba, no hace mucho que cerraron la que más me gustaba. Se llamaba Anaquel y existia desde hace muchísimos años.... Mi madre fue la que me la enseñó cuando yo iba todavía con trenzas.
¡Muy triste señor Francés, que cada vez cierren más librerias y abran más tascas!
Es verdad, D. Terly que los RIP son tristes y más si se entonan por los millones de parados de España.
Por cierto, en vez de rizar el rizo pancartas contra la patronal y los bancos y pidiendo más protección social, con una simple y universal bastaba: "Trabajo para todos". ¿Verdad, amigo mío?
Chèr Monsieur, mi tremenda ignorancia que hace que escriba endecasílabos sin quererlo y, usted me perdone, sin recordar qué cojones era un endecasílabo...
Ya le he dicho que soy bruto de cabeza para muchas cosas y, entre ellas, está la poesía.
Pero, si usted lo desea, aprenderé a maltratar las palabras métrica en lugar de rítmicamente.
Sabe que le admiro,amigo mío, un gran abrazo, Monsieur de Sans Foy.
Dª Beatriz, ¡claro que chocheo! ¡Qué otra cosa puedo hacer a mi edad y con estos pelos!
Pero, por usted, además, tengo sincera debilidad, querida. Y estoy seguro de que usted lo sabe.
Dª Menda, por la que también siento especial predilección, es muy joven y pertenece a esa generación que sólo ha conocido el auge económico.
Me apena que tenga que enfrentarse por primera vez al clásico "no todo es un lecho de rosas"...
Usted, casi tan joven como ella, por lo menos ya ha oído hablar de lo que es una crisis. Tiene más experiencia. Doña. Perdonen las dos si me pongo paternalista.
Sólo es melancolía por los tiempos en que nadábamos en la ambulancia...
Sí, Dª Jerusalem, son una tremenda pena los cierres.
En mi caso agrabada la tristeza porque fue allí, y en La Casa del Libro, la FNAC y El Corte Inglés, donde presenté mis primeras novelas. ¡Como cierren todo me crujen!
Su recuerdo de Anaquel, de su mamá y de las trenzas, rezuma delicada melancolía.
Un abrazo, Doña.
Dª Jerusalem, para que lo entienda mejor, las fotos de Crisol, corresponden a las presentaciones de mi primer y segundo libro.
Supongo que las de viejo seguirán impertérritas en su sitio, ¿no?
Un abrazo y... no se preocupe usted D. Alfredo sino puede comprar libros, escríbalos.
Verdad, amigo.
Gracias, D. Terly.
Sí, D. Javier, siempre nos quedarán los bouquinistes. Y, por escribir que no quede, sigo, sigo, sigo... amenazando con volver con más novelas. Abrazos, amigo.
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