...Los hubo valientes, honrados, leales y dignos. También rufianes, aventureros, asesinos y locos...

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martes, 21 de julio de 2009

El PP desea imputar a los menores de 14

No ha transcurrido una semana y otra jauría ha violado de nuevo. Esta vez en Huelva, en manada y a una menor. Disminuida. Dos de los angelitos ya están en casa con sus papás, otro en libertad vigilada, y los cuatro restantes en un centro. De ese tipo de centros de los que se escapan cuando les viene en gana.

Ha sido necesario que el espanto se apodere de la sociedad para que el PP, a través de una proposición de ley, pida que el Congreso inicie la reforma de una blanda Ley del Menor refugio de asesinos y violadores. Quieren hacer imputables a los menores de 13 años. Durísimo.

Tienen menos de 14 años, dicen. También las niñas a las que han hecho jirones el alma. Ya está bien de impunidad. Tengan la edad que tengan, si el delito es de adulto, condena de adulto. Reinserción después. Primero que paguen su deuda con la víctima, su familia y la sociedad. Y que sirvan de ejemplo para que otros canallas piensen antes de actuar.

Todo menor que delinca de forma grave debería ingresar de inmediato en un severo reformatorio, estudio y trabajo, hasta cumplir los 18 años. Luego, incorporación a la Legión para cumplir el resto de la condena. En Afganistán pueden desfogarse muchos psicópatas. En caso de mala conducta, directo al penal militar.

Y a todos los papás cuyos hijos menores sean fichados, se les debería exigir un seguro a todo riesgo cuya cuantía estuviera en función de la peligrosidad de los antecedentes de sus hijos. Porque si mi perro muerde a alguien, no me preguntan si es cachorro. Me denuncian, lo matan y pago. Yo, o mi seguro.

Estas bestias que atacan así son chacales. Peores que los perros más sanguinarios. Que reparen el daño. Ellos y sus padres.

28 comentarios:

si, bwana dijo...

Tengo una solución más sencilla:
Si un menor, que se supone está bajo la patria potestad de sus progenitores, comete un delito, debe sufrir el castigo que establezca el Código Civil, el padre o la madre que tengan a su cargo al causante.
Lo que no puede quedar sin castigo es el crimen cometido.
Veríamos como mejoraba la educación en el hogar.

Anónimo dijo...

Escabroso tema ha tocado usted hoy, porque habrá detractores que digan que si la menoría de edad, que la mala educación, que si bla, que si bla.


Una vez más, coincido plenamente. En un reformatorio( sí, sí...de esos...de los de antes) hata la mayoría de edad y luego a cumplir su pena. Punto.

Bárbara Paraula dijo...

ES cierto que se pueden mejorar cosas de la ley del Menor, y una de ellas es la edad de la Responsabilidad Penal.

Pero yo no creo que el problema esté en la Ley. He sido Técnico Especialista en Menores algunos años, llevando a mi carbo menores en reforma y menores en protección. Y que me va usted a contar a mi de esos pequeños monstruos cuellicortos que yo no sepa.

Pero la verdadera dificultad es la ausencia de recursos, tanto de prevención, consiguiendo que los menores que provengan de familias desesctruturadas puedan desarrollarse en un entorno más seguro que les ayude a ser personicas, como de reforma. Así se podría aplicar a esos niños menores un buen puñado de medidas correctoras si existiesen fondos. Pero no existen en la actualidad apenas recursos para algunas medidas judiciales que se imponen a los menores, como la prestación de servicios a la comunidad y la libertad vigilada. Las reparaciones y las mediaciones son inviables. Faltan técnicos que vigilen las medidas judiciales.

La seguridad de los centros cerrados o semi cerrados no es mala. El problema es que por la escasez de centros, algunos menores de reforma que han cometido delitos, van a parar a centros de protección que no tienen suficientes medidas de seguridad. También existen pocos centros terapéuticos para aquellos niños cuyas conductas han de ser controladas por equipos médicos.

Reformar la ley cambiará poco. Lo importante es reforzar los medios.

supersalvajuan dijo...

Ellos, sus padres. Y todo lo demás. La impunidad hecha ley.

Beatriz dijo...

Que tema tremendo, D. Alfredo.

Sin duda, independientemente de su edad, uno no puede salirse de rositas tras cometer bestialidades semejantes.

Debe reformarse el asunto de las penas a menores, pero tras hacerlo o aún haciéndolo, tendremos pendiente solucionar la raiz del problema. ¿Cómo unos niños llegan a semejante nivel de crueldad, de salvajismo, de falta de empatía con el semejante?
¿cómo una sociedad crea mostruos de esta calaña? ¿cómo los padres no somos capaces de ofrecer a nuestros hijos una educación mínimamente correcta que forme seres humanos y no animales?

hatoros dijo...

TOTALMENTE DE ACUERDO MAESTRO
UN ABRAZO

Laslo a Sotavento dijo...

Buenos días D. Alfredo. En mi opinión a la hora de buscar culpables, que no es la solución a este terrible problema, habría que fijarse en lo que ha hecho que lleguemos a esto.

Quizás hayan sido los años de gobiernos stalinizadores, paternalistas e idiotizadores que venimos sufriendo, lo que nos haya convertido en una sociedad tan enferma.

Los padres de lo único que tenemos la culpa es de haber consentido al unísono que poco a poco terminaran con nuestra potestad entre otras cosas.

Creo que la responsabilidad es de la sociedad y por tanto de sus políticos, de sus juristas, de sus legisladores, o ¿son todos lo mismo?

Siento decir que en este momento lo único que nos sacaría de esta situación es una revolución, un cambio radical, un borrón y cuenta nueva.

Todo lo demás son paños calientes.

Un abrazo.

Javier dijo...

Yo creo que a partir de los doce años un niño tiene la suficiente capacidad mental como para discernir el bien del mal. Para mí, la edad frontera entre la inocencia y la maldad está en los doce años. Desde luego, hay que darle gracias a Dios por no sufrir en propia carne la acción de elementos así, conozco a gente que mataría en situación parecida por entrar espontaneamente en un estado de locura transitoria.

Un abrazo.

Terly (Juan José Romero Montesino-Espartero) dijo...

Ni una coma puedo añadir a su post, totalmente de acuerdo; si son mayores para tener apetitos sexuales y llegar a delinquir por ello, que lo sean también para pagar sus desmanes y a los padres, por no controlar a sus cachorros, tarjeta amarilla e incluso roja si fuera el caso.
Estoy pensando que la "coña marinera" de la píldora "multiorgásmica" podría ser una solución para apaciguar a estos cafres.
Un abrazo.

David dijo...

Somos homínidos, y de no ser por los valores y límites que impone la Sociedad, el paso niño-jóven-adulto se definiría únicamente por los cambios físicos y las necesidades primarias que estos representan: alimento y sexo.
Al eliminar y relativizar los principios éticos y morales, al trivializar la relación causa-efecto que todo acto conlleva, los niños se harán hombres pero no adultos. Violan con 13 años; con 15 ya asesinan a la víctima y con 17 se deshacen del cadáver.
La responsabilidad de los padres es innegable pero cuán difícil debe ser hacer sombra a un Estado que les promete aborto libre y anónimo, les regala píldoras postcoitales y les protege de nuestros cachetes?.

J. Rogelio Rodríguez dijo...

No soy un especialista en "menores" como nuestra amiga, Doña Bárbara y por ello no quiero resultar categórico. Ahora bien, creo que es el momento de debatir sobre la responsabilidad real que tiene un "menor" ante atricidades como las que describe usted, Don Alfredo. Y si esto conlleva una revisión sosegada, y firme a la vez, de la ley, pues muy bien.

En otro orden de cosas le diré, Don Alfredo, que el libro de Ahmed rashid, Descenso al caos, no cuenta nada sobre el yihadismo en hispanoamérica. Toda la obra (que yo conozco) de Rashid se sitúa en el análisis de Asia Central, básicamente.

He consultado también otras obras: Yihad de Gilles Kepel. Pero tampoco habla del tema que me comenta usted.

Le informo, si encuentro algo sobre el tema.

UN abrazo, amigo.

Javier dijo...

Lo malo es que la Ley del Menor la aprobó el PP, así que yo me fío poco de que la modifiquen...

Un saludo.

Bárbara Paraula dijo...

Ay, leyendo a Rogelio me he parecido pedante con eso de enunciar mis especialidades.

En fin por si no había quedado claro, que sí, que estoy de acuerdo en que se necesitan medidas correctoras para los menores menores de 14 años. Pero por favor, no perdamos el tiempo de hacer otra ley.

García Francés dijo...

Su sugerencia es muy razonable, D. Bwana, pero para casos de extrema dejadez paterna insisto en mi propuesta de un seguro antihijoputas pagado por los papás.

Un abrazo, amigo.

García Francés dijo...

Efectivamente, Dª Menda, los que llevan años diciendo que no se deben endurecer las penas en caliente, son los mismos quwe ahora echan la culpa de todo a la sociedad.

Yo soy sociedad y no me siento culpable. He trabajado desde los 16 años, he pagado mis impuestos y no he delinquido.

Primero justicia, después, si en algún caso se puede reinserción. No al revés.

Un abrazo, Doñita.

García Francés dijo...

Entiendo su experiencia y eso hace más valioso su comentario, Dª Bárbara.

Faltan recursos y sobran 17 gobiernos autónomos. A mi modo de ver, esos fondos, más los destinados a que los nacionalismos hagan sus delirantes políticas exteriores, podrían servir para paliar la escasez de dinero.

Pero, no nos equivoquemos con el rollo de las familias desestructuradas y de que no hay pasta para que hagan trabajos comunitarios.

Yo no quiero asesinos y violadores barriendo la plaza del pueblo, o ayudando a cruzar la calle a las viejitas y vigilados por aún más funcionarios. Los quiero entalegados, estudiando y trabajando. Y ganándose a pulso un régimen de visitas.

Y con los poseedores de la patria potestad asumiendo su cuota parte del marrón causado por sus hijos.

Luego, si hay escasez de centros severos, que levanten uno en cada provincia en lugar de más teatros, que ya tenemos muchos y están vacíos, y que encierren allí a los sicópatas.

Medios y Ley, de la mano. Y Justicia, rápida y dura.

García Francés dijo...

Esa es la sensación, D. Supersalvajuan. Si a un menor que delinque no puede tocársele, que se le toquen los huevos a su padre.

Por dar una bofetada a un menor una madre fue condenada a la trena, ¿porqué no al revés?

García Francés dijo...

Dª Beatriz, usted lo enfoca desde el punto de vista desde el que yo, que no tengo hijos, no lo miro.

No sé como la sociedad puede convertir en angelitos a tamaños degenerados, y si le digo la verdad, no me importa. Lo que yo pido es que, una vez demostrado que son incapaces de ser vigilados por sus padres y ellos mismos incapaces de vivir en libertad entre seres humanos, se le encierre.

Sin buenismos, ni buen rollito.

García Francés dijo...

Gracias, D. Hatoros. Un abrazo.

García Francés dijo...

D. Laslo, ¡cuánto tiempo sin visitar esta casa suya! Me alegro de que participe porque aprecio sus opiniones.

Ese estudio profundo de las causas que usted propone, me parece bien, pero yo estoy más por remediar ya antes de pasarnos varias legislaturas formando comisiones de estudio.

Si le preguntamos a las familias de las violadas seguro que se inclinan por la urgencia para aplicar una justicia severa.

Por lo demás seguramente la sociedad, los gobiernos, la televisión y nosotros tenemos parte de culpa

Yo lo que pido es que se encierre a los culpables, jóvenes y mayores, violadores, asesinos o ladrones porque uno empieza a estar hasta los cataplines de pobrecitos delincuentes de familias desestructuradas.

No estoy muy de acuerdo con usted en la necesidad de revoluciones, querido amigo, porque precisamente las revoluciones se hacen usando a esa ralea de psicópatas como mano de obra barata. Al final, son esos delincuentes, dirigidos por otros más ideologizados, los que pegan los tiros en la nuca.

DURA LEX SED LEX

Un abrazo muy grande, amigo mío.

García Francés dijo...

D. Javier, y si no discierne entre el bien y el mal con esa edad, y sus padres son incapaces de controlarlo, en lugar de dejarle campar por sus respetos, encierrésele donde se le enseñen los principios elementales de convivencia.

Desde luiuego hay que desear que no nos toque sufrir nunca algo así, pero creo que no debiéramos dejarlo en manos de la providencia sino de una Ley rigurosa.

Un abrazo, amigo.

García Francés dijo...

D. Terly, plena coincidencia. Esta Ley, como muchas otras, es una mierda. Protege excesivanmente a los asesinos y violadores y desasiste totalmente a las víctimas y a sus familiares.

Si no sirve para cuidar de las gentes honradas que se cambie en frío, en caliente o en templado.

Un abrazo, amigo mío.

García Francés dijo...

D. Dave, valores, sí, en casa y en la escuela, y límites fijados por una Ley que asegure un duro castigo para el que libremente decida delinquir.

Tenga la edad que tenga.

Usted ha explicado la responsabilidad compartida mucho mejor que yo. Le agradezco su reflexión.

Un abrazo, amigo mío.

García Francés dijo...

D. Rogelio, cierto, yo tampoco soy especialista en leyes de menores, sólo hablo desde la rabia y le doy las gracias por tratar de hacernos reflexionar con calma, con el habitual sosiego al que nos tiene usted acostumbrados. Se agradece que serene el debate.

Eso sí, sin olvidar que el fin último es la firmeza de una sociedad que garantice a sus ciudadanos poder salir a la calle sin que los maten, los violen o los roben. En la medida de lo posible. Ya imagino que nunca habrá una garantía del 100%

Pero, así las cosas, me temo que vamos a asistir pronto a casos de defensas más o menos legítimas. Sean menores o mayores.

Estaba casi seguro, pero más bien se lo preguntaba para quedarme tranquilo y por si usted en sus lecturas caía de pronto sobre algún dato relacionado con Suramérica.

Como siempre, amigo, un abrazo muy fuerte y agradecido.

García Francés dijo...

D. Javier, ahí le ha dado usted el martillazo al clavo.

Nadie va a hacer una Ley como la que se necesita. El PP rebajará, si le dejan, un añito la edad para implicar a los delincuentes y seguiremos aguantando sus desmanes.

Porque, en el fondo y hasta que sea un clamor social, ahora no es políticamente correcto sujetar a los perros rabiosos con cadenas.

Abrazos, amigo, y bienvenido su comentario.

García Francés dijo...

Dª Bárbara, no creo que a D. Rogelio ni a ninguno de los comentaristas les haya parecido usted pedante. Al contrario. Tiene experiencia y la ha compartido con nosotros. Se lo agradecemos.

Entiendo que usted está por dotar de medios antes que rehacer una mala Ley.

Un abrazo grande, amiga mía.

Beatriz dijo...

jaja, D.Alfredo, casi casi me regaña!

Yo no hablaba como madre, sino como integrante de una sociedad cuyo futuro en parte son esos jovenes de los que hablamos.

Como escribí al principio de mi comentario, por supuesto que deben ser condenados, independientemente de su edad, eso, ni lo he discutido.

Un abrazo, pocholo!!

García Francés dijo...

Dª Beatriz, no me sea quejica, usted sabe que la adoro, ¿cómo la voy a regañar?

Es que a veces a uno le sale la tecla brusca pero de ahí a regañarla antes me corto la lengua.

Entre usted y yo puede haber malos entendidos, seguramente porque yo me explique mal, pero, como dicen en Colombia, para todo lo demás somos uña y mugre. ¿A que es un dicho bien?

Por favor, si saluda a las IBSSA's déles muchos recuerdos y cariños de mi parte. Y a su muchachito y a usted un gran abrazo de su amigo escritor.

La quiero, Doña.

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