Mañana lo podrán descubrir en la Cadena Ser y en lo de Herrera, en Onda Cero, pero si no desean esperar, o son ustedes oyentes de otras emisoras, pueden averigüarlo aquí y ahora. En este blog, que cumple con la tradición de ofrecerles a ustedes las mejores exclusivas de la vida política y social de España.
Las Cenas Aurelianas básicamente son una cuchipanda de amigos. Una cenorrón de altísimo nivel gastronómico ofrecida anualmente por el mecenazgo de un periodista y un restaurador a un grupo de amigos privilegiados. Pero no se confunda. Nada que ver con una barbacoa de chorizos grasientos, panceta colesteruda y calimocho de tetrabrik.
No, amigos. El evento, siete años ya de tradición, deja en pelotas a las lentejas de Mona, al suquet de Portabella y a cualquier otro encuentro "socialgastronómicochismoseril" del que ustedes tengan noticias.
Dos artistas. Aurelio Martín, maestro de periodistas y señor de la parrilla, y José María Ruíz, restaurador y creador de la denominación de origen para el cochinilo de Segovia.
La cena comenzó con una suavísima ensalada Milenio, de queso fresco de cabra, pimiento rojo asado, anchoa del Cantábrico, aguacate confitado y emulsión de perejil en eceite de Castilla. Pago de Carraovejas, 2008, sacado de la barrica por la mañana.
2009. Javier Rioyo, periodista y crítico literario con su esposa Celia, José María, Lorenzo Díaz y Magdalena Valerio, consejera Administraciones Públicas y Justicia Castilla-La Mancha, Fernando Orgambides de Prisa
Segundo plato, acompañado de Carraovejas 2007, cangrejos con salsa de tomate maduro de la huerta, pochado, aceite y guindilla, y el cangrejo vivo haciéndose muy lentamente para que tome el sabor.
Tercero, Carraovejas del 2005 (70% Tempranillo, 20 Cabernet Sauvignon, 10% Merlot), cangrejos calientes con verduras, pimiento rojo y verde, cebolleta, puerro, espárragos, pimienta y guindilla.
Finalmente, una degustación de la parrilla del mestro Aurelio, presa ibérica y las más deliciosas chuletillas de cordero lechal que he probado jamás.
Un postre antiguo, agiornado por José María, tarta de ponche casero sobre una crema de natillas con canela, helado de turrón y frambuesas con kiwi. Alfonso XIII fue el protector de la versión antigua de esta exquisitez.
Respecto a la bodega de José María, El Pago de Carraovejas, cerca de Peñafiel, si ustedes pueden apretarse cualquiera de estas botellas siempre me agradecerán el consejo. Busquen Crianza del 2006, Reserva del 2005 y Cuesta de las Liebres, vendimia seleccionada del 2004. Placer de Dioses. Sobre todo, si lo acompañan con un cochinillo dorado y crujiente en Casa de José Maria en Segovia. Y, sobre todo si su esposa Chon les da uno de sus cálidos abrazos de bienvenida.
Y, encima tuve la suerte de estar sentado entre Cristina Rodero, la divertidísima hija del genial actor con la que espero volver pronto a coincidir y mi consigliere y entrañable amigo Luis Muñoz Deive, que tantas noches de lujo no ha proporcionado a los seguidores de DEC. Una cena comme il faut. Palidezcan de envidia, señores.
32 comentarios:
Envidia me ha dado, D. Alfredo. Lo mejor: La compañía y eso que no se come (lo digo porque... tanto las viandas como los vinos son inmejorables). Algunas veces vale la pena vivir aunque sólo sea por cosas como esta.
Un abrazo y... repóselo lentamente, es la mejor forma de saborear momentos parecidos.
Luego no se me queje del colesterol je, je.
Venga, que la vida son dos dias.
Y que aproveche!
Un abrazo.
Madre santa de mi vida...... menudo menú, y menudo plantel de amigos, eh?
Llego hasta usted de la mano de Hatoros su incondicional amigo, y por supuesto no quedo nada defraudada.
Es un verdadero placer leerle .
Un abrazo
D. Javier, tiene usted razón. Una vez al año, esta cena, es una orgía del paladar, del corazón y de la mente.
Le hago caso y sigo disfrutándolo. Abrazos, mi amigo.
Imposible quejarse de nada, Dª Eva, gracias por sus buenos deseos, querida.
Dª Menda, usted con todo su talento los hubiera dejado anonadados y, además, hubiera cenado como pocas veces en la vida.
Todo mi afecto, Doñita.
Dª Silencios, mil gracias por venir a mi casa, siempre será bien recibida.
Sus palabras de halago me sonrojan pero le agradezco a mi querido D. Hatoros que haya dispuesto el que pueda disfrutar de ellas. Gracias, amiga, vuelva cuando quiera.
Me encantará. Un abrazo, muy, muy grande.
Ja!!, anda...pues que sepa Usted, Maestro, que yo me he ventilao hoy unos...espaguetis mezclados con una pipirrana...de hace dos días. Y todo ello regado con una deliciosa...fanta de naranja. ¡¡Tengo el frigo vacioooooo!!...¡¡y justo hoy me tenía que poner esta...orgía culinaria!!
Tendrá noticia de mis abogaos!!
Hoy...ni abrazos ni saludos, ¡¡Terrorista!!
Esas chuletillas de cordero lechal a la brasa, tienen que ser sublimes. ¡Buen provecho!
Sana envidia, la que siento, amigo mío. No por las viandas (seguro que exquisitamente preparadas) sino por la compañía...
UN fuerte abrazo, amigo.
Perdón D. Alfredo, el anterior tenía error
.
.
Amenizado por ese buen círculo,
debió ser un gran gozo alimenticio,
la envidia fuera de Gavio Apício
y aún mayor de Lucio Licínio Lúculo.
Tan sólo puedo sentirme minúsculo,
al no disfrutar de ese beneficio,
placer de placeres cardenalicios,
de dioses, diosas y otros capítulos.
Mas esté usted atento, querido amigo,
que estas supremas cenas “Aurelianas”
(sustitutas de cenas luculianas)
suelen proporcionar grandes castigos
pasando factura por la mañana
dejándole arrugado como un higo.
Mi envidia cochina.
Un abrazo Don.
Jo, se me está cayendo la baba de pensar en la comida, con lo goloso que yo soy.
Un rampyabrazo
D. Alfredo ¡que manera de sufrir!, la vida no está hecha para estos disgustos!, jajaja.
Por favor ¿puede aclararme que tipo de prenda es esa roja que lleva puesta en la última foto con D.Aurelio?. ¡Que original!, pero no tengo claro si es un chal sevillano, una estola, un poncho mejicano...
Palidecemos, D. Alfredo, palidecemos.
Y yo pregunto como Pla: "¿Y todo eso quién lo paga?"
D. Atila, una pipirrana de las que hacía mi abuela en Granada tampoco es moco de pavo...!!!
No se queje, encima con pasta vieja, ¡cuántos quisieran!
Y cálmese, por favor, así que nada de terrorista ni nada de abogados, váyase al super y compre cositas.
Abrazos, Rey de los Hunos.
D. Bwana, ni se imagina usted la textura, suavidad y sabor de esas chuletiras criadas para los corderos que sirve José María.
El mayor manjar, sin artificio, sin nada. Sólo sabor, como el de hace 500 años.
Un abrazo, amigo.
D. Rogelio, estoy seguro de que usted hubiera disfrutado tanto de unas como de otra.
Eso sí, hubiéramos tenido que prestarle una prenda de abrigo porque hizo en frío que peleba en el jardín.
Hay un sitio en Madrid, donde me reservan alguna de esas botellas, un cochinillo excelente y unos postres muy segovianos... cuando quieran usted y los habituales nos apretamos un cenoro a escote.
Abrazos bien grandes, amigo.
Gracias por sus versos, D. Terly, y acierta usted que, al ponernos morados como curas, a la mañana siguiente andábamos algo resacosos y cirróticos.
Es broma, amigo, somos moderados en el comer y beber tales delicias y disparatados e inagotables en la charleta.
Tenga por seguro que usted lo hubiera disfrutado, amigo mío. Todo mi afecto.
D. Rampy, y ¿cómo quiere usted que yo lo adivine?
Si me lo llega a decir le pido a los camareros que me guardaran algo de ponche y frambuesas en un tuper. Se lo hubiera traído encantado.
Pero, no se preocupoe, tenemos que remediarlo en Madrid. Ya digo más arriba que sé dónde hacerlo...
Un abrazo bien grande, amigo mío.
D.ª Bárabar, dice usted bien, ¡esto es un valle de lágrimas y aquí no paramos de sufrir y de sufrir!
El chal, bordado a mano en cashmere y seda rojo y negro, es pakistaní y hermano bastardo del indio, de Chennay, que llevo en las fotos hechas por Daniel Mordzinski en Paris:
Mi hermanito Daniel Mordzinski
Comentario tipo Uomo Vogue respondiendo a su pregunta, no vaya a ser que me tachen de frivolón y Marichalarero. Un abrazo muy grande, Doña.
Don Alfedoooo!!
¡¡Si es que la tienda más cercana está un güev...de lejos!!
Una vez servido de munición el frigo, me encantaría conocer esa receta granaina de pipirrana de su abuela. Es mi plato favorito del verano (un cochinillo a más de cuarenta grados puede ser mortal por aquí!!).
No se preocupe por los abogaos!!, esta noche haremos una multitudinaria barbacoa con ellos!!,¿se apunta?
Saludos a la parrilla!!
Paladar selecto, por lo que se ve. Pago para todos.
Estimado Sr. Kimbote, ¿quién cree usted que lo va a pagar? Nosotros no ocultamos datos, somos transparentes.
Un parte del dinero se lo robamos a los huérfanos de la Guardia Civil, otra parte proviene de descerrajar los cepillos de las iglesias cercanas y, finalmente, la parte restante se cubre con algunos tirones dados a pensionistas cuando salen de cobrar del banco.
¿Le ha quedado claro? Un saludo, amigo.
Cuando usted quiera, D. Supersalvajuan, nos apretamos unas botellas de esas. Un abrazo, amigo.
D. Atila, es la receta clásica, tomates, pimientos verde y rojo,
pepino, ajito, cebolleta.
Sal y pimienta negra, vinagre de vino y aceite de oliva.
Hay quién le pone unas rodajitas de pan, huevo duro, aceitunas y ventresca de bonito. Pero, la auténtica es la primera, sin florituras.
Un abrazo muy cordial, guerrero.
ESTOY SALIVANDO Y ESO QUE AÚN NO SON LAS DIEZ,QUERIDO AMIGO.
UN ABRAZO
Maestro!!
Pensé que podría ser alguna variante más exótica. Por Jaén se estila más echarle migas de bacalao o atún y por supuesto majar el ajo con la miga de pan y la yema del huevo para crear la salsa...uuufffff...en la que mojar unas barras de pan cateto crujienteeeeee...aaahhhhh....qué hambre!!!...y ¡¡Arguiñano aún no la ha preparao en su programa!!.
Un Saludo!!
Diego y yo contentos y felices de haber formado parte de tan maravilloso evento!!! Aún puedo saborear los espectaculares cangrejos al recordárlos!! Y lloro de emoción al evocar cada bocado de ese Ponche Segoviano que el grandioso Jose maria hizo en su propia casa. Todo bien aliñado con una compañia excepcional y unos anfitriones de lujo! Gracias!!
Yo ya soy fan vuestra! arriba las comidas Aurelianas!!
Cristinita fue una delicia encontrarte allí y ver que conocías a mi gran amigo y "consigliere" Luis Muñoz Deive.
Y también fue una agradable sorpresa conocer a Diego, un tipo encantador y que tiene muchas cosas que enseñarme.
Nos vemos el lunes, os envío por correo el lugar y hora de la cita. Abrazos, niños.
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