lunes, 23 de noviembre de 2009
Erotismo en Otoño está muy lejos de acabar. Discúlpenme todos.
Debido a causas mayores aún no he publicado todos los relatos y poemas recibidos. Desde hoy siguen apareciendo, amigos. Que los disfruten.
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2 comentarios:
Maciza como el bauprés
de una galera de guerra,
rechazaste mi espolón,
tanto en la mar como en tierra,
atacándome de frente
lo mismo que una becerra.
Tanto me gustó tu arte,
tanto tu pose torera,
que voy a nombrarte, niña,
mi pequeña piconera.
Procuraré doblegarte
con lisonjas y pamemas,
al menos hasta que logre
conseguir que abras las piernas,
después, cambiaré de puerto
en busca de mozas nuevas.
Y no me reproches nada
que de ti me llevo yo
lo mismo que tú te quedas:
“Besos, abrazos, caricias,
pequeñas cosas banales
que, de pronto, ni recuerdas”.
Un abrazo.
¡Pero bueno!, yo creía que la sangre se alteraba en primavera; ahora veo que depende de la sensibilidad del sujeto y de la sujeta...
¡Qué temperamento amigos!Aprovechen que el invierno está a la vuelta.
Un abrazo
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