Comprendí que odiaba a los diseñadores cuando aparecieron en las pasarelas modelos tan flacas como escapadas de campos de concentración donde hubieran sido sometidas a dietas inhumanas, torturas tipificadas como Crímenes contra la Humanidad ya desde los tiempos de Auschwitz.
Los anuncios en televisión de las bellezas naturales de DOVE, demostraron que existían mujeres reales, auténticas, de las que uno ve el mercado, en las rebajas y con las que siempre poblé mis sueños más calientes de adolescencia. Admiro a las flacas elegantes como galgos pero adoro a las gordis sensuales, diosas de la lujuria.
Hoy las mujeres opulentas aparecen en todas partes, actrices, presentadoras y deseables charcuteras del supermercado. Han revivido las chicas que en las bodas se ocultaban a la hora de las fotos y que, haciendo mohines frioleros, desplegaban la pashmina para velar sus eróticos senos.
En estos tiempos en que criticamos a los inmigrantes, nunca agradeceremos bastante a las recién llegadas latinas que hayan roto nuestro tabú y muestren felices sus escotes apabullantes y sus rollitos en la cintura bajo camisetas ombligueras y ceñidos jeans conteniendo tanta carnecita trémula. Gorditas felices, orgullosas de mostrar sus turgencias como la mujer de Botero que cuelga sobre mi sofá.
Mi padre decía que las mujeres flacas eran para ir a la ópera y las gorditas para hacer el amor zambulléndose en un poquitico de sobrepeso. Cuando yo era joven pensaba que mi papá era un algo machista, hoy pienso que fue un jodido sabio. Y, desde luego, ya no tolero las críticas a mis deseadas chicas de talla XL lanzadas por tipos calvos, con halitosis y flácidas barriguitas cerveceras descolgándose por encima de los pantalones.
Ay, ¡adoro las rellenitas ardientes, sensuales y retozonas! Esas modelos esqueléticas de los desfiles, mezcla de tísicas y místicas, fantasmas traslúcidas mudadas en sacos de huesos, lo siento, pero sólo me producen una antipatía inevitable.
Es la hora de rebelarse y gritar que nos deleitan los kilos de nuestras gorditas, sus caritas redondas, sus culos espléndidos, con senos exuberantes y vientres generosos. Quizás así ellas nos respondan, sonriendo tiernas y cómplices, que tampoco les importa el tamaño de lo nuestro.
*V Magazine. XL
57 comentarios:
Bien dicen que los señores las prefieren rubias y se casan con las morenas. Cambia tanto el físico en la vida, que nada es más importante que la salud. No está mal cuidarse, pero tampoco alejarse de los dramas que la alimentación genera.
Vivir la juventud con alegría y dejarse querer para sentir las emociones sensoriales de la vida.Que por algo se crearía el paraíso, masculino y femenino.
Saludos y reflejos.
http://lavidaymisfotos.blogspot.com/2010/01/reflejos.html
A ver amigo, si no harne, uno no se puede agarrar.... jajajaj
Saludos y un abrazo enorme.
Esos son los estereotipos que nos quieren vender siempre, y así nos va el pelo.
Entre la lorza y las anoréxicas hay un largo recorrido,querido Alfredo.
El gris es un espectro de múltiples posibilidades.
Aunque eso sí:para gustos los colores...
En algún momento indeterminado la sensualidad se tornó delgada, lo que sin duda va contra todas las leyes de la naturaleza!
Hay que tener en cuenta siempre la opinión de los padres, señor Francés!
Un placer.
Maestrooo!!
AAaaarrRRrrGGGgggg!!!, ReDios!! ReCristo!!, ReContraCojotriosJorodios!!, qué lastimica las mozas primera y penúltima!!...ni pa hacer un caldico dan!!
No obstante, y por influencias literarias de uno que yo me sé, prefiero las mozas al estilo Omba o Matutzin!!!, Mejor Lozanas que Lorzanas!!
Abrazos Michelin!!
En mi opiniòn tampoco estoy deacuerdo con la delgadez extrema de las modelos.Nunca he comprendido a los diseñadores que desean tallas 34,36. Han hecho mucho daño a adolescentes que han puesto en riesgo su salud para poder estar muy delgadas y poder meter el culito en tan poco espacio de tela. Pero tambièn le dirè que yo no desearìa tener tan enormes curvas. Soy feliz tal y como soy. 9O-70-90...1.69 y 58 kilitos. Le mando desde la distancia abrazos ENORMES abrazos XL....
¡Qué alivio!
Saludos garcía Francés
Qué curioso, don Alfredini...
Sin haberlo concertado, yo acabo de meter también
una entrada sobre carnes.
¡Qué sí, hombre! De toda la vida:
¡Más vale que sobre, que no que falte!
Dónde hay que agarrar (¡oh!, la polisemia de "coger"), hay alegría. Desde luego prefiero, antes que a la pobre mujer de la penúltima foto (la de la primera la supongo un photoshop) a cualquier femina a la que haya que enharinar para hallar el punto húmedo...
AL IGUAL QUE SU PADRE ES USTED SABIO Y DONDE SE PUEDA ECHAR MANO ¡QUÉ COJONES! MUCHO MEJOR
ABRAZOS MAESTRO
Donde hay chicha hay alegría, o algo así que se decía antes. Por otra parte, si los que defienden el modelo "sílfide" son personajes de la talla moral de un Lagerfeld -de cuya última tontería no hace mucho-, está claro que vamos por el buen camino. Y ellas.
Dicho de otro modo: más vale que sobre que no que falte.
Uif!!, Perdóneme usted D. Alfredo que desarraigue el uso del castellano, por un rico andaluz...;
"Escuajá me quedao, como tortola escapá del olivo, que se mese entre la ramá d´ese alamo blanco que jase coro al canto del arrollo que baha de serro...."
Servidora vence centímetros al metro y salta los intervalos a la báscula de baño. Tan preocupada me dejó el médico que quiso ponerme a dieta hasta del ritual hermoso del juego del amor. Fue entonces cuando no le respondí al espejo, ante la brillantez de mi figura y me hice un propósito de enmienda. Ando de pelea con los kilos y los gramos, dejándolos abandonaos, por cada estación que paso... Qué pena, penita pena!!... Ahora que mi camino se haya con destino a la pasarela Cibeles, viene usted, y me habla de las tallas XL. Tallas de sensuales diosas del los sueños del deseo... ¡Por Cristo y todos los apóstoles!, Para todo llego tarde.... Besos.... Antoñi
Me sumo a su “buena vista” y al “clamor popular”, en éstos casos mejor que sobre que falte, que se tenga de donde agarrar.
Le “robo” la primera fotografía (impactante).
La verdad es que pasé esta mañana por aquí, pero tenía cierta prisa y decidí dejarlo para cuando tuviera un ratito más tranquilo, y enlacé su página, no quería perderla.
Que le voy a decir a usted, aquí una mujer con sobrepeso, que no podía dejar de pasar por aquí.
Esas fotos lo dicen todo. Gracias por romper una lanza a favor de los kilos, yo también le sigo a usted, gracias por su comentario en mi blog, un saludo y feliz semana.
Siempre creí que en el término medio estaba la virtud, ni mucho ni poco, ni escaso ni sobrante. Eso si, teniendo en cuenta las preferencias de quien haga la elección. La oferta y la demanda, hay para todos los gustos.
Lo realmente importante es que uno se guste a si mismo, a partir de ahi, cada uno es libre de acer y deshacer.
Un cordial saludo D. Alfredo
Pd. Me trajo amenos recuerdos de tardes de lectura compartidas con Jardiel Poncela, por supuesto él en forma de libro y yo de lectora.
Jó, Don Alfredo, que susto al abrir el blog y ver su primera fotografía.
Menos más que lo va arreglando paso a paso.
Su padre era un genio coincido con él, no en lo de genio pero sí en lo de ir a la ópera o a la cama.
El mío debió parecerse a su papá porque se le iban los ojos detrás de las gorditas. Cuando yo le llamaba la atención. me decía que las contemplaba como una obra de arte, como quien extasía frente a una columna del Partenón.
Mi respuesta siempre era la misma, -venga, venga, papá, que si tú pudieras abrazarte a una de esas columnas- ...
Un abrazo, amigo.
Yo creo que en esto, como en todo....en intentar encontrar nuestro propio equilibrio, el peso que nos hace sentirnos bien, está la clave, los kilos que marcan las básculas siempre son relativos, puesto que no hay dos personas iguales, y las tablas de pesos ideales son mayormente un coñazo.
Sobre la imagen de las chicas de Dove, la verdad es que no se porqué las usan para defender los "kilos de más", puesto que yo las miro y veo chicas estupendas, bastante proporcionadas y güenorras como dirían ellos.
Yo mido 1,68 y peso 59 kilos, y desnuda resulto como las chicas Dove, y no me veo nada gorda.
Tengo un moflete de lo más resultón en el abdomen cuando me siento, pero es que a mi me parece de lo más normal el tenerlo, la carne, carne es...
El plástico yo lo uso para otras cosas...
Saludos Don!!
Dicen que la carne es débil, hermosa debilidad afirmó, esa que a nadie hace daño, esa que nos entretiene en pensar bien de alguien, que nos ánima a compartir, a repartir y a insistir.
Bendita carne viva y ardiente que nos llama y acoge en su seno para mayor goce de la nuestra y de su alma.
La delgadez la aman aquellos que ven en la mujer una magnifica percha donde colgar sus creaciones (prendas de vestir de toda ralea), son ellos quienes hacen de la mujer objeto, los que las miramos extasiados las sublimamos en lo que son: nuestra necesaria mitad en la necesidad de los sentidos y los sentimientos.
Sean las mujeres siempre de su talla y sea el amor con ellas, ese ojo de ternura, digo, que la ve siempre bellas.
Reciba carnal amigo un fraternal saludo.
D. Pinto, usted es un artista y me comprende.
Yo, que amo la estética, después de años de estudiar cuadros y fotos, museos y exposiciones, con la entrada de las Gorditas, pretendía que no se postergue a nuestra mujer guitarra en favor de medidas fuera del alcance de la mayor parte de las mujeres españolas.
Ni por encima ni por debajo. Salud y bienestar, pueden ser lo más parecido a la felcicidad.
Un abrazo amigo.
D. Hiperión, usted me ha sorprendido.
Crei que entonaría odas a las lánguidas existencialistas, tipo Juliette Grecó, y me sale usted con esas, pillín. ¡Adora las GORDITAS!
Un abrazo, amigo mío.
D. Rampy, respecto a su comentario sobre las Gorditas, desde luego, coincido con usted, nos venden arquetipos, 60-90-60, anoréxicas, etc.
Compremos la normalidad. Un abrazo, amigo.
y un jamón! anda que las flaquitas no tenemos nuestro qué!
al menos parece que no me quedo sin premio y a la opera si me llevarían.
Esa era la idea, Dª Natalia, que el margen de ideal de belleza se amplíe y englobe algo más que esqueléticas o macizas, es decir, las preciosas chicas normales.
Las que comen mediterráneamente y no pasan ocho horas en el gym. Dicho sea con respeto a todas las opciones personales.
Usted me entiende, amiga. Reciba mi afecto, Doña.
Creo que fue tras la segunda guerra mundial, con la aparición de Cocó Chanel y el pret a porter donde comenzó la tragedia que hoy nos aflige, D. César.
La irrupción de la industria de la moda con la consecuente aparición de tendencias de forma casi masiva para la población femenina.
Seguro que acierta usted en que las jóvencitas deben escuchar los consejos paternos pero yo me refería más bien a mujeres hechas y derechas, amigo mío.
Un saludo muy cordial.
Guerrero, siento si he provocado en usted alguna reacción inesperada. Por sus onomatopeyas, diría que el calentón se ha generalizado en su yurta. D. Atila.
¡Qué gracia me hace que recuerde usted a los personajes femeninos de mi trilogía histórica, Rey de los Hunos!
Omba y Matutzin debieron ser dos reales hembras, como diría mi abuelo, q.e.p.d., pero no olvide usted a la Sultana de Ronda, una profesional de las que haría palidecer de envidia a las hoy famosas "putas de lujo".
Porque, que yo sepa, no hay normas UE para otorgar ese título y cualquier bellaca descarada se lo apropia.
Pero, nos salimos del tema... Un abrazo, mi buen amigo.
Dª Nazaríes, efectivamente con el tema de la delgadez en las adolescentem ni una broma. El tema de las tallas es algo incomprensible para mí.
Doña, usted no necesita grandes curvas. Usted como yo sospechaba, con esas medidas, es UN CAÑON DE SEÑORA.
Gracias por esos abrazos XL, Dios le pague su caridad, amiga mía.
¿Porqué su alivio, Dª Militos?
Le mando mi afecto, amiga.
Monsieur, ya he visto el orondo chaval de su entrada y me ha pasmado su verso "en vez de morbidez, papiroflexia". Me encanta cuando coincidimos en los temas, Sans Foy.
Veo que mi entrada sobre las gorditas, tampoco le ha dejado indiferente, ¡Ay, qué rijosillo es usted, che monsieur!
D. Artanis, que lujo verle a usted por aquí. Me encanta.
Y por su comentario veo que es usted partidario, amigo mío. Bienvenido a la afición.
Gracias por sus palabras, D. Hatoros, pero tampoco vayamos a sacar las cosas de quicio.
Suelo encontrar belleza en todas las formas salvo las de extrema delgadez o desaforada gordura.
Pero, si me preguntan qué prefiero mirar, entre una "casi" flaca y una "casi" pasadita en kilos, prefiero la segunda.
Aunque, si se trata de algo más que mirar, a mi edad, todo depende del arte que tengan ambas para que nos riamos juntos.
D. Subterráneo, bienvenido a mi blog. Por lo que dice en su comentario sobre las Gordits, ya veo que es usted partidario y por lo que escribe en su blog, creo que somos buenos aficionados. A la literatura, por supuesto.
Me he tomado la libertad de inscribirme entre sus seguidores. Espero volver a menudo, me ha encantado su relato.
Un saludo, amigo.
Dª Antonia, use el andaluz, amiga, me divierte recordar mi infancia. Otra amiga de este blog, Dª Nazaríes, también lo usa desde New York para disimular su nostalgia.
Porque además usted es poeta y, su andaluz trae aires lorquianos de olivos y álamos. Hágame disfrutar, por favor.
¿Pero que me dice? ¿Ese matasanos pretendió racionar sus alimentos y medir sus polvos?
No se torture más arañando gramitos a las redondeces de sus caderas andaluzas, seguro que usted como su paisana Dª Nazaríes, tiene un cuerpo de inafrtar. Apuesto a que ese médico es un sicópata maltratador que solo desea arrebatarle kilos a cordnadas de hambre porque tuvo un trauma infantil con los senos de su mamá.
Cuídese ese cuerpazo, pero no se torture, y si lee algunas de mis respuestas verá que es amplio el abanico de mis preferencias. Usted es una diosa y sólo podría llegar tarde, porque yo hubiera muerto de pura vejez.
Mientras, seré su eterno admirador, Doña.
D. Necronomicón, uste usted lo que necesite.
Y, sin caer en el talibanismo del peso, celebro que usted apruebe mi canon de belleza.
Abrazos, amigo mío.
Dª Eva, me agrada que a usted le haya gustado mi entrada sobre el peso y el canon de belleza.
Espero que ahora nos visitenmos a menudo, amiga mía. Saludos y a cuidar tanta belleza.
Me encanta que lo haya pillado, Dª I'am, de niño le robé a mi padre las obras completas, se llevó un disgusto enorme, pero yo ya no podía confesar. El libro, uno de aquellos con tapa de piel y papel biblia, me acompañó por el mundo hasta que lo perdí en una mudanza en París. Todavía lo siento.
Respecto al canon de belleza, recuerdo siempre a una amiga mía, que sobrepasa en bastantes kilos mi ideal estético, cuando me miró y me dijo aquella frase impagable: "Alfredito, no te creas, yo también tengo mi público".
Seguiremos hablando de los pobrecitos seres humanos y de sus habilidades de usted en lo venatorio, amazonil y taurófilo. Me gusta su calma, Doña.
¿A dieta usted, cuerpazo? ¿Qué me cuenta, Dª Sol?
¿Trata de matar de envidia a los diosas de la pasarela, a las divas del cine? No lo entiendo, pero sigo admirándola, Doña. Flaquita.
Lamento haberle asustado, D. Terly, pero usted no se preocupe nunca empiece como empiece la cosa. Ya sabe que la cabra tira al monte. De Venus.
A mi, pese a mi provecta edad, también se me van los ojos tras los escotes generosos. Comprendo a su papá. Aunque creo que en mi caso tampoco se trata de lujuria o ludibrio sino, más bien, de agradecimiento senil.
Si pudiéramos abrazar esas columnas... !!!!!!!! MOMENTAZO TOTAL, amigo mío.
Dª Brushi, usted con esas medidas, ¡debe ser un pedazo de señorona estupenda! Además de la sensatez personificada por el desarrollo de su comentario con el que no puedo más que estar de acuerdo en todo.
A las chicas DOVE las usan como gordas porque hemos caido en la paranoia, por supuesto que son estupendas, sanas, normales y bellas. Y muy deseables.
Seguro que usted no está gorda, y su moflete en la tripita será delicioso, amiga mía.
Por favor, cuando tenga un ratito, explíqueme para que usa el plástico. Un abrazo, amiga mía.
El plástico yo lo uso para otras cosas...
Mire usted, pues siendo así, mucho más predispuesta voy a estar a publicar mis fotitos. Muchas gracias D.Alfredo, nos ha hecho unas reinas al 99% de las mujeres. Más que nada por reconocer lo majas que somos en diferentes situaciones, y más allá de majas, eróticas. Ole, ole y ole, muy bonito homenaje.
Yo sigo con las entregas de nenas de gimnasio, vamos por la dos y la tres:
http://encantes.spaces.live.com/blog/cns!FED3BA5D08D4B197!3741.entry
Es usted aficionado por lo que veo, D. José Alfonso,a la carne trémula y no a al cuero restallante y musculado.
Pero, por lo que leo, es usted, sobre todo, un respetuoso enamorado de la mujer como la mitad que complementa a los hombres.
Mi afecto, para usted, amigo.
Pero, ¿cómo me dice eso, Dª Beatriz? ¡Sabiendo de mi pasión por sus huesitos...!
No es que tenga usted su qué, es que usted tiene todo el qué. Se lo quedó todo cuando repartieron el lote.
Imagino largas colas de chicos suspirando por llevarla a la ópera y, con todo respeto, al huerto después. Un abrazo grande, amiga mía.
Mi querido Dº Alfredo, yo el plástico lo utilizo para muchas cosas,pues tiene muchas utilidades y el que ya no me sirve lo reciclo....
Y sobre todo hay uno que me gusta de forma muy especial, y no es una goma de borrar...
Son esos fantásticos globitos anti-enanos,...que ya de enanos tengo la plaza llena....jajajaja...
¿Lo pilla usted ya DºAlfredo?
Saludos Don!!
Permítame, Sr. García Francés que "recunque" -como decimos en Galicia- en el tema, desde un añadido literario... de novela negra, para ser más exactos... y que me acuerde del gran David Goodis, de compleja vida, que vertió parte de sus fantasmas en su obra, en la que casi siempre había una pérfida -ya no gorda, sino- gordísima, que excitaba y maltrataba -incluso físicamente- a los varones.
cuanta imaginacion y cuanta guasa la suya, D Alfredo.
Un abrazo
Grata sorpresa la mía señor Alfredo, esta exiliada de su habla materna, que no por eso dejó de respirar los buenos vinos que da la cepa de la Sierra de Montilla. Sufre nostalgia en su misma tierra de un habla que nunca la abrazó, no por eso, como el buen amor, será mi pasión de por vida…
Y a esto del mata sanos, que por cierto debido a su aspecto, era una mata sanos para agravar mis penas. No hubo un simpático gato que se merendara mi lengua y le dije;
_Señora mía, me deja usted dueña de la estupefacción, puesto que todos andamos con la lucha del tener, y va usted y me pide que de lo que tengo, me obstine en perderlo_...
Ella muy seria bajo su etiqueta, me contesto;
_Amiga mía; sepa que eso que llama usted tener, atrae hacia sus venas el colesterol y será una candidata muy atractiva del infarto de miocardio…_
_¡Uif!..., le dije… muy güenas deben estar mis hechuras, cuando semejantes desconocidos, se apresuran a ser mis inquilinos, sin avisarme…_
Creo que ella en esa materia se confundió y ya no supo que decirme y solo una sonora carcajada me dio por contestación…
D, Alfredo que sepa que estoy completamente de acuerdo con su artículo, cuando me miro al espejo, yo misma alucino de lo requeté güenisima que estoy…. Besos
Ahhh, que tesoro he descubierto en la blogsfera,vía Natalia Pastor.
Tu blog es genial. Me ha gustado mucho, de veras y, con tu permiso (cuando me lo des) te linkaré desde el mío.
Y sobre tu post acerca de las mujeres normales, coincido al ciento por cien contigo.
¡Viva Rubens y Botero!
Salutem.
Dª Bruhsi, por fín he pillado lo de los condones. No es que sea del todo retrasado pero, en el mundo delincuencial en que yo vivo, llamamos plástico a las tarjetas de crédito robadas o falsificadas.
Sin querer ser pedante, siempre he pensado que los condones eran de látex por eso no lo asociaba con mi "plástico". Usted disculpe y gracias por la aclaración, amiga mía.
Recunque usted, D. Artanis, recunque que siempre es un placer.
Por cierto, ¡cuánto mal ha hecho la novela negra en la juventud!
Aquí tiene usted un pésimo ejemplo, yo mismo, mire por qué caminos de proscríto me ha llevado la vida tras pasarme la infancia y la temprana juventud leyendo a pulps.
En fín, me ha hecho usted llorar, pensando en mi descarriada vida, y también, con su maravilloso recuerdo de David Goodis, otro bandarra, y sus perversas gordísimas.
Mis abrazos, amigo mío.
Diga, usted que sí, Dª Betariz, y que no nos falte el buen humor, que de todo lo demás cada día estamos menos servidos y hay más escasez.
Un abrazo grande para usted y su hombrecito.
Dª Antonia, por favor, por favor, disculpe que comience por el final de su comentario pero con la escena del espejo me ha puesto usted palote.
No se corte y cuénteme lo buenísima que está porque así presumiré de comentarista maciza, asidua visitante de este blog. Que palidezcan de envidia los blogueros.
Tenga usted caridad y ayude al pobre escritor, que, como decía una amiga muy querida, un polvo se le echa hasta a un pobre.
Cordobesa. Yo 50% de granadino. Perdido hoy en una Sierra que, aún siendo monte, no es por la que galopó mi gente.
Cuidemos un poco, amiga, si nos lo piden los brujos de bata blanca. Además, yo no debo engordar, poque entonces mis caballos al saltar se resienten de las manos.
Con toda mi admiración, Doña.
D. Lujaban, el placer es para mí al recibirle y más viniendo de parte de Dª Natalia. Un millón de gracias por sus palabras.
Por supuesto que puede ligar mi blog al suyo y, yo haré lo mismo, además de convertirme en su seguidor incondicional.
Por lo demás, veo que en el tema de las chicas, es usted totalmente partidario. Un gourmet, vamos, hasta en la pintura.
Hasta que usted quiera, amigo.
Dª Bárbara, mi querida amiga, por favor, no me tenga usted en este sin vivir. Decídase porque me tiene enfermito con sus promesas fotográficas.
Gracias por sus cariñosas palabras, amiga, pero, ¿qué más hubiera querido que hacerlas a ustedes reinas! Se equivoca, no hace falta que venga un malandro como yo para ese homenaje.
Ustedes YA ERAN PRINCESAS. No lo dude, por eso me honra tenerlas aquí, en mi casa.
Corro a ver a sus nenas, Doña.
Bueno apreciado Alfredo, Botero se exagera un poco, es rico sentirnos no flacas (no me gusta ser flaca) pero tampoco gorda, yo digo más bien guardar el equilibrio físico así como lo hacemos con nuestra mente y espíritu pero, eso sí, que haya de donde coger (recuerda que coger por acá es agarrar), es decir, que tengamos tetas, piernas y de todo un tanto para sabernos abrazadas por el ser que amamos.
Un excelente tema.
Besitos nocturnos y amistosos!
Desde mi blog: Reflexiones al desnudo
Querida Dª Lully, gracias por sus amables palabras.
Claro que Botero se pasa de kilos, es un artista y, como a mí, no hay que hacerle demasiado caso al 100% conceptual.
Usted lo dice perfecto, amiga, NO FLACAS, NO FOCAS. Mujeres naturales, cada una como le ordene su genética, su cerebro y su alma.
Y respecto a que tenga encima lo necesario, aún recuerdo con admiración, el escote de vértigo que usted lució en mi fiesta de Bogotá. Mis amigos tampoco lo olvidarán mientras vivan.
Descubría unos senos donde un hombre agotado, como última voluntad, desearía reclinar la cabeza antes de morir abrazado por usted.
Con mi admiración siempre, Doña. La adoro.
Una entrada muy didáctica sin duda.
Muy amena y realista.
Señor García Francés, me siento muy, muy identíficada con esa damas que usted presenta.
Soy una mujer de curvas, la tímpica guitarra andaluza y a pesar que los cánones me coaccionan a pasar a las mujeres rellenitas, jajajajaj, pues sí, sí, de esas mujeres que precisamente no parecen un suspiro más bien un gemido. Jajajaa.
Un saludo y he disfrutado con su entrada de lo lindo.
Hablando de Boteros, este es el post que he elegido para responderle, sr. García, es más, se me ha venido a la mente "Mujer ante el espejo".
Sí señor, romántica, me encantan los boleros, Machín, Moncho, Dyango, Nat, Lucho... Admiradora incondicional de Fernando Botero, un hombre que plasma situaciones cotidianas y sociales con esos personajes entrados en carnes, (no me gusta decir gordos)."Más vale rellenita que dé risa que flaca que de lástima".
Por lo referente al futbol, va a ser que no, que no voy a ser perfecta, Sr. García..jajajaja... los colores "blau-grana" me tiran y mucho, ya sabe.... "Som més que un club", está frase tiene un sobrefondo histórico. Por cierto mi abuelo un forofo del Atlético de Bilbao, con chapela incluida.
Ha sido un placer conocerte, un abrazo.
Emma
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