Hace unos días José María Aguilar, dió una magnífica conferencia en Madrid. En estas ocasiones importantes es cuando yo dejo la sierra y mis animales para bajar a la jungla madrileña. Se lo presento porque mi amigo va a escribir en este blog, pronto comenzará sus entradas. Encontrarán en él un analista lúcido y un polemista apasionado y crítico. Prepárense ustedes, amigos.
El tema de la charla era la tradición oral y escrita en las tres generaciones biológicas sucesivas que conforman una familia, abuelos, padres e hijos. Al ampliar la investigación más allá de este núcleo básico es cuando hablamos de Historia. El conferenciante, con una prosa elegante y un humor exquisito, hizo un repaso a la historia familiar cargado de ternura unas veces y de ácida ironía otras. La conferencia se titulaba “Mi familia desde la Edad Media” y, hacía un rafting genealógico por los caudalosos torrentes de sangre azul que son las venas de mi querido José María.
Tengo la conferencia entera para quienes sientan curiosidad por leerla en su totalidad. Aquí sólo cito algunos de los ilustres antepasados de mi amigo antes de transcribir el epílogo, una declaración de principios que me sorprendió por su actualidad política.
Comenzó citando a su bisabuelo Juan Gualberto López-Valdemoro, V conde de las Navas, que fue Bibliotecario Mayor del rey Alfonso XIII durante 40 años, luego, en un delicioso recorrido que abrevio porque no tengo el arte de mi amigo para narrarlo, se remontó al año 1596 para recordar al capitán de infantería Bartolomé Ramírez de Aguilar, cuyo nieto sería el primer Conde de las Navas, para acabar con el epilogo citado que les transcribo integro. Habla de hoy y de España.
Algunos amigos y familiares me han preguntado a veces por los motivos que me llevaron a emprender hace muchos años esta prolija indagación en la historia familiar, es decir, qué representa para mí su estudio. Pues bien, tengo que decir que semejante tarea no es un simple entretenimiento ni un vanidoso capricho. La prosopografía, como los historiadores llaman a los estudios colectivos de miembros de una misma familia o familias emparentadas, que tomaron parte en alguna actividad política, económica o cultural, tiene un gran valor para entender la historia, pero este interés, debo confesarlo, solamente ha sido un pretexto para sumergirme en sus procelosas aguas, buscando en el pasado personajes que simbolizan un elevado ideal de vida.
El régimen político imperante en España, este escandaloso sistema de partidos parásitos del Estado y de la Nación española, que monopolizan la vida política y secuestran la libertad, ha convertido al país en una especie de guardería para adultos. Es esta clase política de nuestros pecados remedo del pensamiento postmoderno, al que da igual una cosa que otra sin distinguir lo que es bueno de lo que es malo ni la belleza de la fealdad. En la sociedad que estos señores pastorean, a un trabajo casi siempre alienante, por que no suele proceder de la vocación al elegir el oficio o la profesión, sigue después un ocio trivial o degradante, que ha reemplazado en casi todas partes a lo creativo propio de los elevados ideales de las profesiones, de las ciencias y las artes, de la filosofía, la historia y la literatura, de la política, de la cultura o de la religión. A ello se une ahora un paro rampante y una crisis que es consecuencia y colmo de todos sus abusos.
Los personajes a los que he dedicado particular atención encarnan algunos de esos ideales: el ideal militar de los defensores de la patria está perfectamente representado por los Ramírez de Lucena, los Quesada de Jaén y los Aguilar de Córdoba; el ideal democrático y republicano por Luis Antonio Pizarro, el ideal filantrópico, docente y religioso por su hija doña Carmen, el artístico y musical por Norberto y Juana, el intelectual y bibliográfico por mi bisabuelos Juan Gualberto y María Manuela, el eclesiástico y civil aunados, están representados en la figura de Diego Maldonado, así como el empresarial en los Fesser y el pedagógico en Rufino Blanco. En muchos de ellos el ideal de las profesiones liberales, la Medicina, la arquitectura, la ingeniería, el derecho. En fin modos de vivir significativos, basados en la lealtad, virtud democrática y cívica por excelencia y en el amor prójimo, la más alta de todas.
Espero que algún día próximo veamos reemplazada esta monarquía recreativa, por una nueva, digna y creativa república constitucional, donde la libertad política y la separación del poder en el Estado sean principio de moralidad y cultura para toda la sociedad y para el propio gobierno. Deseo que pronto veamos proliferar en la vida pública personajes cuyas vidas estén consagradas a la realización de algún ideal, como la de estos antepasados con cuyas historias he querido entretenerles e inspirarlos.
Aquí termino. Ni la situación moral, económica y política, tan crítica, del presente, ni la sinceridad que he querido emplear en el estudio de quienes me precedieron, justificarían que escurrirse el bulto eludiendo algunas conclusiones que se me antojaron tan evidentes como inevitables.
Lo dicho, una conferencia apasionante de un hombre cultísimo, con tantas lecturas como D. Quijote y muy políticamente incorrecto. Pronto tendrán aquí sus entradas que estoy seguro no les dejarán indiferentes. Gracias, Doctor.
sábado, 10 de julio de 2010
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20 comentarios:
Pues sí, un tipo muy lúcido este José María. Me gustará encontrarlo en tu casa de vez en cuando, a ver si echa a un lado tanto canalillo.
¡Qué mala soy!
Siempre es un placer venir a leer. Bueno, casi siempre.
Un abrazo, Don.
Será un placer y doy mi más cordial bienvenida a Don José Maria, no nos alegrará la vista tanto como las damas, pero sin duda nos mantendrá en vilo y nos cepillará la burricie. Lo que me lleva a proponerle una pregunta Sr Francés...¿es que no podía usted sólo con nosotros?
Ha sabido usted buscarse buena ayuda!
Saludos cordiales.
Dña Mercedes, no me atrevería a dirigirme a usted debido a mi profundo respeto hacia las personas, así como por mi timidez acrecentada interesadamente desde la infancia, sino fuera porque por tercera vez la he leido quejarse de los hermosos canalillos que percorren estos días el blog del Sr Francés; no se sienta violentada, querida señora, usted como mujer de letras que me consta que es, conoce la importancia que para la literatura han tenido desde antiguo las mujeres y sus atributos, sin que nadie hasta hace poco se haya quejado de machismo o de misogenia. Nada más lejos de mi ánimo que pecar de enjundioso, pero como conozco al menos tres escritores que han apoyado su literatura en la figura de la mujer hasta la adoración, me atrevo a escribirle para que nos perdone estos desmanes erótico-festivos. No citaré a los tres autores por miedo a equivocarme.
Me ha gustado su post sobre las banderas, pero quería comentarlo aquí, ya que es aquí en donde la he conocido. Y le adelanto que a pesar de mi pasado medio ácrata, me he comprado una bandera que ondea en el balcón de mi lugar de trabajo.
Mis respetos.
Pues bienvenido D.José María leeremos con mucho gusto sus entradas..
(espero que no se pase por ENCUENTROS que hay sólo estamos una pandilla de gamberr@s)....
D.Alfredo usted no se puede poner tan guapo para las fotos que no soy de piedra!!!!!
Dª Mercedes, tranqui, con el final del mundial se acabaron los hermosos canalillos de las patrióticas animadoras de nuestra selección.
Nunca podremos pagarles con suficiente cariño su desinteresada labor de apoyo.
Espero que le gusten las cosas de D. José María, estoy seguro. Y recuerde que siempre tiene usted mi cariño, Doña.
D. César, así en bandada y en descampado, con nocturnidad y alevosía, ustedes, queridos míos, son temibles. Es verdad.
Pero no ha sido eso lo que me hace ofrecerles la compañía de mi amigo sino la potencia de su pensamiento. Y lo políticamente incorrecto de sus opiniones.
Espero que lo disfrute, D. César, nos aguardan debates intensos una vez se pase la euforia del fútbol y nos encontremos cara a cara con las fauces de la crisis.
Abrazos, amigo mío.
Graciassssssssssss, Dª Nazaríes. Es usted un sol y, aquí en García Francés o en Encuentros, una queridísima gamberra adorable.
Un abrazo, Doñita.
Esto me recuerda a una vieja pelicula, seguro que usted la recuerda Sr. Francés: "La Familia y Uno más".
Pues eso, Sr. Aguilar, que bienvenido a la familia.
PD.: Mi querido Don, le agradecería me hiciera llegar la totalidad de dicha conferencia, pues a parte de algunas cosillas más, soy aficionada a la genealogía (sobre todo a la de mi familia), algun dia ya le contaré en petit comité.
Saludos
Querida doña Mercedes: muchísimas gracias. No sabe el honor que supone para mí colaborar con don Alfredo y la sincera responsabilidad de hacerlo ante un auditorio tan selecto. Puede imaginar mi agradecimiento por el artículo con que se ha descolgado acerca de la conferencia histórica con remate republicano del Colegio de Médicos. Pero ustedes ya lo conocen: es un pocholo y un tesoro.
Pero debo confesarle la verdad: he llegado hasta aquí siguiendo un canalillo, no digo cual, que es como un caminito angosto y húmedo rodeado de suaves y pluviales montañas. Ha sido maravilloso.
A partir de ahora trataré de seguir siempre el sendero recto ‒a veces convertido en peligroso desfiladero entre escarpados picos, a modo de abrupto canalillo‒ de la verdad democrática y republicana con la que me comprometí hace mucho tiempo.
Reciba un leal saludo canalicular y veraniego.
Querido don César:
¡Muchísimas gracias! Ya que no sea yo capaz de alegrarle la vista, aunque bien pudiera corregírsela, trataré de dirigirme a ustedes sin ocasionarles traumas acústicos como los que nos endilgan cotidianamente los mendaces y bárbaros agentes políticos de la partitocracia de nuestros pecados.
El término “burricie”, que usted acaba de emplear, y que no creo, en absoluto, que sirva para describir la inteligencia y el buen gusto de los seguidores de don Alfredo, se lo oí emplear por primera vez a don Julio Caro Baroja en su caserío de Itzea, en Vera del Bidasoa, hace ya 30 años, para referirse al nacionalismo vasco.
Puedo asegurarle, y le prometo también, que nunca conspiraré con don Alfredo en ninguna operación política contra sus seguidores. Nuestra actuación estará siempre fundamentada en la lealtad, virtud cívica y democrática por excelencia, republicana por ende, así como en la más elevada de todas, el amor a prójimo.
Reciba un cordial, noble y franco saludo
Querida doña Nazaríes:
¡Muchas gracias, querida amiga!
Permítame felicitarla antes de nada, si esa espalda perfecta, esa elegante cabellera y esa flor tan sugerente le pertenecen. ¿Cómo quiere que no vaya a su encuentro? No haré yo lo que hizo el astuto (?) Ulises.
Reciba un saludo introductorio y admirativo.
Querida Doña I’ AM:
¡Muchas gracias por la bienvenida y el interés por la conferencia!
Don Alfredo la conserva en depósito a disposición de todos sus seguidores. Y tiene la propiedad de no tener ninguna propiedad, como decía el célebre Dr. Thebussem de sus obras casi siempre impresas a su costa.
Perdone mi atrevimiento, pero me gustaría muchísimo asistir, en petit comité, con usted y don Alfredo a los coloquios genealógicos sobre su familia. Como podrá comprobar yo no guardo secretos sobre la mía.
Reciba un cordial y familiar saludo.
Bello texto en el que se adivinan virtuosos caminos, y nobles intenciones. Sera una placer añadido visitar esta casa.
Un saludo
Ayyy... estoy atribulada Sr. Aguilar. Lo del petit comité no era por secretismo, si no más bien para evitar un aburrimiento masivo. Pero desde luego será un placer compartir esa charla con ustedes dos.
Reitero mi bienvenida. Saludos
Disfrutaremos seguro de bellas y entretenidas lecturas y posteriores tertulias de su compañero de viaje.
Felicitaciones.
Saludos y besos, nos volvemos a ver a mi regreso, una semanita de vacaciones muy merecidas me esperan.
D. Machacando, usted siempre será bienvenido en esta su casa.
Un abrazo, amigo.
Dª I'am, bella ninfa catalana, le envío de inmediato la conferencia de D. José María y espero que la disfrute comparando conceptos con el aquelarre nacionalista de ayer en Barna.
Con mi mayor afecto, Doñita.
Por favor, Dª Orquíedea, no tarde, aquí todos hemos aprendido a preciarla y ahora nos deja un poquitín huérfanos.
Sobre todo a mí que aspiro anhelante a que sea usted mi mecenas y anfitriona.
Vuelva pronto, Doñita.
Mi mayor bienvenida Sr. Jose Maria.
Politicamente incorrecto en opiniones, ¿trangresor como yo?
Un buen compañero Don.
Muchos besos a los dos.
P.D. A POR ELLOSSSSSS OEEEEEEEEEEEEEEEEE
Querida doña Rosita Arauz:
Esta es la tercera vez que reescribo el presente mensaje, tratando de que llegue a su bella y transgresora corresponsal.
Ya me advirtió don Alfredo que esto suele suceder cuando uno se dirige a las beldades del foro. ¿Por qué será?
Creo que nos vamos a entender divinamente transgrediendo a diestro y siniestro, contando con la ayuda de nuestro Don, don Alfredo, maestro de lo políticamente incorrecto.
Esperando disfrutar pronto de sus transgresoras contribuciones, reciba un cordial saludo.
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