...Los hubo valientes, honrados, leales y dignos. También rufianes, aventureros, asesinos y locos...

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sábado, 4 de septiembre de 2010

El Retrato de Dorian Gray, de Oscar Wilde, RELECTURA

RELECTURA por D. Juan Muñoz

Aquella película me impresionó de niño. Terminaba con un joven rasgando el retrato de un anciano en cuyo rostro crecía un amasijo de gusanos. Tiempo después cayó en mis manos en forma de libro. Al leer pronto comprendí que cualquier sensación sería distinta a mis recuerdos infantiles.

Un pintor y un aristócrata conversan acerca del arte y la belleza junto al retrato inacabado de Dorian Gray, un joven lord de espléndida hermosura. Cuando Dorian observa el cuadro finalizado desea fervientemente que envejezca el retrato y no su persona. El joven permanecerá inalterable en edad y belleza, entregado a los placeres de la vida, y es el retrato el que irá sufriendo los efectos del tiempo y la depravación. Al final, hastiado, Dorian Gray acuchilla el cuadro provocando su propia muerte.

La belleza y la vanidad, la perversión, el arte, la locura, el hedonismo, la latente homsexualidad y otros asuntos “profundos” expresados de manera tan lírica y tan acertada en una novela espléndida que retrata la sociedad victoriana de fines del XIX. Se trata pues de un libro complejo, en el que cada frase, casi cada palabra, rezuma estilo y sensibilidad. Quizás vi la película demasiado pronto. Pero, guardo el libro en mi biblioteca.

9 comentarios:

LaCuarent dijo...

Es un libro que provoca distintas sensaciones y depende mucho también de la edad a que se lee. La primera vez para mi fue un libro de terros, más adelamte y con bastantes más años encontré esos matices oscuros en la personalidad atormentada de los protagonistas.
Un saludo
Me gusta esta nueva seccion don García

Nazaríes dijo...

La verdad esque este libro no he tenido el placer de leerlo...Así que será el próximo en mis noches de lectura.

Interesante sección,la seguiré con mucho interés.

Un saludo

García Francés dijo...

Es una novela de terror tan gótica que seguro que es el libro de cabecera de las niñas de Zapatero.

Pasiones desatadas, melancolía por lo perdido, su miajita de homosexualidad, unas gotas de tragedia y se convierte en un clásico de la literatura.

A mí, personalmente, no me puso nunca.

Dª 40Añera, me alegra haber acertado.

Airama dijo...

Traer libros que hemos leído hace tanto, historias que nunca olvidaremos. Noches casi sin dormir atrapados por historias de terror, de amor...
Vi esta película antes de leer el libro, el miedo a envejecer me acompañó mucho tiempo.
Sección muy interesante, ojalá que sirva también para motivar a muchos a la lectura.
Saludos

lola dijo...

A mi madre le encantaba esa película, cuando yo la vi era muy jovencita, y la verdad es que me aterrorizó y no entendí su significado, ya sabe D. Alfredo que las chicas de antes éramos un poco lerdas comparadas con las de ahora. Pero con el tiempo me ha ido gustando más y tengo pendiente de leer el libro y más ahora que viene con su recomendación.
Y pasando a otro tema ¿qué le parece la reaparición de la momia? ése sí que es un cuento de terror.

García Francés dijo...

Dª Airama, pasión por la lectura, amor por la lengua española, esa es la divisa de este Blog REVISTA.

Y, su colaboración, es fundamental aquí, Doñita.

García Francés dijo...

Tiene usted razón, Dª Lola, para terror, terror, el discurso de Fidel a los estudiantes.

Y, la visita de la Sra. Pajín al hermananito dictador ignorando, como siempre, a la disidencia.

Sonrisas del PSOE a la dictadura.

Abrazos, amiga mía.

García Francés dijo...

Dª Nazaríes, espero que le entretenga el Dorian Grey, ya verá usted lo que es bueno.

Ojo, no se vaya a desvelar que usted madruga, amiga mía. Mis abrazos para usted, Doñita.

César dijo...

El primer libro del que tengo memoria, cuando apenas podía enlazar las vocales con las consonantes, fue el de Los tres Mosqueteros. Una tía mía había traido de Barcelona, en donde servía de ama de llaves de un reconocido doctor, un ejemplar de pastas gruesas, hojas ásperas y costuras visibles. Allí conocí a Dartagñan, como leía por entonces. He buscado el libro pero jamás he dado con él. He releido las aventuras de los mosqueteros, pero confieso que nunca ha vuelto a ser lo mismo.

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