El jueves, las noticias me partieron el alma. Cinco militares muertos en una explosión en Hoyo de Manzanares. Creí que el fin de semana sería más triste pero no distinto. Pero, el viernes todo cambió. Dos amigos me preguntaron si deseaba acompañarles al Gómez Ulla donde operaban al sargento G. y el teniente C. heridos en la explosión. Ya no me separé de ellos. Desde el viernes acompaño a los cirujanos, no militares, que pelean por auxiliar a los heridos.
El viernes acabaron de operar a las cuatro de la mañana. Incansables. Durante esas horas hablé con las familias. Los más abatidos viven muy cerca de mi casa gaditana, entre Medina Sidonia y Chiclana de la Frontera. Distraje los llantos recordando las coquinas de Manguita, los dulces de Trejas y los churritos de Chiclana, mientras, el padre del teniente, por distraer la angustia, decía maravillas de la liebre en salsa que guisa su mujer, de los higos dulces como caramelos de su campo y de sus caballos españoles envidia de la feria.
Hoy, Domingo de despedida, he vuelto. Mientras los cirujanos se ocupaban de ahuyentar las secuelas de la explosión a golpe de bisturí, he compartido la angustia de los que temen por sus hijos, sus maridos o sus hermanos y sollozan por los ausentes. Como el capitán L. , de la Infantería de Marina, que no se aleja un palmo de sus hombres. De nuestros soldados heridos.
El viernes acabaron de operar a las cuatro de la mañana. Incansables. Durante esas horas hablé con las familias. Los más abatidos viven muy cerca de mi casa gaditana, entre Medina Sidonia y Chiclana de la Frontera. Distraje los llantos recordando las coquinas de Manguita, los dulces de Trejas y los churritos de Chiclana, mientras, el padre del teniente, por distraer la angustia, decía maravillas de la liebre en salsa que guisa su mujer, de los higos dulces como caramelos de su campo y de sus caballos españoles envidia de la feria.
Hoy, Domingo de despedida, he vuelto. Mientras los cirujanos se ocupaban de ahuyentar las secuelas de la explosión a golpe de bisturí, he compartido la angustia de los que temen por sus hijos, sus maridos o sus hermanos y sollozan por los ausentes. Como el capitán L. , de la Infantería de Marina, que no se aleja un palmo de sus hombres. De nuestros soldados heridos.
18 comentarios:
Don Alfredo,
A veces la vida es más dura de lo que debiera. Comprendo y comparto su empatía por todas las víctimas y sus familiares y amigos.
Mi alma está ahora con todos ellos. Que la vida vuelva a sonrerir a los que aún tienen posibilidades de disfrutarla.
Un abrazo,
Antonio
Con usted, con ellos.
Por lo mucho que les debo.
Un abrazo, don Alfredo, y gracias por estar ahí.
Me uno a su homenaje a nuestros hombres cruelmente heridos en el cumplimiento de su deber.
En aquel campo de tiro pasé unas cuantas horas en mi ya muy lejano en el tiempo Servicio Militar.
(De haberlo sabido habían caído las cañas del 5 a las 5, que estuvo Ud. muy cerca de mi casa, y desde la puerta del Gómez Ulla cogía yo el autobús para ir a mi Regimiento)
D.Alfredo ya le he comentado todo en facebook,siento que haya pasado ésta desgracia, y sólo pedir que los heridos se recuperen pronto y la que fuerza y el consuelo acompañe siempre a las familias de los soldados.
Un abrazo.
Quería comunicar a todos los Revisteros y comentaristas que salen en la exposición que quién quiera puede llevarse su imagen para su blog, si así lo desea.Las regalo con mucho gusto.
Doña Nazaríes,
Muchas gracias por su regalo, pero, si Vd. lo mira bien, lo que a mí me regala es lo que ya es mío, porque la imagen está en mi blog. ¿No se le ocurre hacer un montaje con la imagen de Doña Orquídea y regalármela? También se podría incluir otra en blanco y negro, y Vd. ya sabe cuál es.
¡Viva Andalucía y sus Fiestas!
Le envío un abrazo,
Antonio
D.Antonio pero esque yo no puedo hacer un montaje de Doña Orquidea sola y regalársela porque no se si a ella le apetece que lo haga,lo tiene que comprender.
Y no me sea pillín, la de blanco y negro no se la regalo a nadie,soy egoista en ese sentido.
Si me la roban mala suerte, pero pertenece a mi blog y es su identidad.
Yo lo que quiero decir es que si a algún Revistero le gusta su exposición se la puede llevar como ya lo ha hecho Sustrato, porque yo se la regalé.
Solo eso.
Abrazos.
¡Bien hecho, D. Alfredo!De haber sabido que iba, le hubiera pedido que me representara.
PD.- No ve lo necesidad de que me torture recordando los dulces de Medina-Sidonia.
Reciba usted un abrazo.
PARA Dña NAZARÍES: las imágenes, que no sé dónde encontrarlas.
Don Javir...EXPOSICIÓN,aquí podrá usted verse.
Un abrazo.
Doña Nazaríes,
Entiendo lo de Doña Orquídea, pero, por lo que se refiere a la imagen en blanco y negro, ¿qué quiere que le diga? Si no me la cede, Vd. se lo pierde. Yo lo único que quería hacer es hacer propaganda gratis y sin interés alguno de su belleza y su atractivo, pero, si Vd. se pone como se pone, pues bueno, alguna otra habrá por el mundo que sea algo más generosa.
Le envío un afectuoso saludo, y un abrazo,
Antonio
D. Antonio, han sido unos días duros pero, lo que aún queda por delante, es todavía más fuerte para ellos y sus familias.
Un abrazo, amigo mío..
Monsieur, usted y yo nos entendemos sin hablar. No hay nada más que decir, querido amigo.
Coño, D. Aspirante, siempre acabamos cruzándonos a medio metro. Lo siento. Un abrazo, amigo mío.
Gracias por su presencia en FB, Dª Nazaríes, gracias a usted y algún revistero (D. César, D. Javir...) porque allí no han dado bola a este asunto, un abrazo, amiga mía.
¿A usted también le gustan los dulces de Medina Sidonia, D. Javir? Y, dígame, cuáles prefiere, ¿las tortas pardas o los amarguillos?
La próxima vez, no se olvide ir al convento de las agustinas en Chiclana de la Frontera y comprarles, por el torno, como debe ser, una tarta de almedras.
No quedó usted sin representar, amigo. Tuve tiempo de hablarles de todos, un abrazo grande.
Veo con mucho agrado que aún sigue triunfando la exposición que nos regaló Dª Nazaríes. Otra vez gracias por su generosidad y por su arte, Doñita.
Doña Nazaríes, localizado. Y puesto que tengo su permiso me he permitido colgarlo en mi blog.
D. Alfredo, a Medina me acercaba cuando enfilaba la ruta del toro, aunque la que más usaba, dirección Málaga, y por razones varias, era la N-340, que me acercaba a Barbate, donde me aprovisionaba de salazones y a Tarifa, donde compraba, en la fabrica de conservas la Tarifeña, una melva canutera robada a los mismos dioses. Cosa fina.
Un abrazo.
Qué pena no habernos encontrado allí, amigo mío, hubiéramos echado unos buenos ratos, D. Javir.
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