Les traigo un tema que a muchos resultará antipático. Soy donante de sangre desde que hice la mili. Cada día me quedan menos donaciones porque el oro rojo viejuno no agrada a los vampiros del Banco de Sangre. Así que busco nuevos adictos a la solidaridad cotidiana. Sin exotismos.
Semana Santa siempre deja temblando las reservas de sangre. Nuestros hospitales necesitan la sangre tanto como los anticlericales quemar iglesias. POR FAVOR, trasvasen algo del caudal de sus venas. Seguro que salvamos la vida de algún hijoputa desagradecido.
*Doné el 31 de Diciembre de 2010. Ya me toca.
jueves, 28 de abril de 2011
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17 comentarios:
Apoyo tu propuesta, aunque sea para un hiijoputa desagradecido.
Hoy eres el blog que recomiendo visitar en mi post, puedes verlo en
http://laporteriadenela.blogspot.com/2011/04/se-dice-viver-no-bieber-belen-esteban.html
Besos
Nela
La llamada de la sangre se debería llamar siempre donación, para ser más tarde en la necesidad transfusión.
Su sangre, como el buen vino, gana con los años, son los años los que se pierden en la sangre de los que no la tienen ni la tuvieron.
Reciba un fraternal abrazo.
Hombre, hijoputas desagradecidos habrá muchos, pero también habrá personas que lo sabrán agradecer, entre las que me cuento (tuve un linfoma hace 4 años y necesité una transfusión). Aprovecho para dar las gracias a todos los donantes en nombre de quienes nos hemos salvado gracias a su solidaridad.
Saludos.
D.Alfredo lo siento ,hasta que no se me pase el susto que pasé el lunes por la tarde, cuando un cirujano(que por cierto estaba como un jamón), me clavó su aguja impresionante en un sitio muy delicado, de mi cuerpo, no me pincho más
Lo dejo para más, adelante, que me perdonen
Un saludito
Don Alfredo,
Sólida y sensata es su propuesta. Me sumo a ella. Recupero mi afición al Marxismo-Leninismo y les recuerdo que una de las normas morales del Comunismo es:
Dar a cada uno todo lo que necesita y exigirle todo lo que tiene.
Consecuentemente, todos tenemos la obligación de donar sangre, si nuestra Salud nos lo permite, y tenemos el Derecho a recibirla, también si nuestra Salud la necesita.
Como puede Vd. comprobar por lo que antecede, en el Socialismo Real también había cosas buenas.
Le envío un abrazo solidario.
Antonio
PS.: Como todo el mundo puede suponer, mi sangre es bien roja, y, además, de primera calidad, como la suya Don Alfredo.
D. Alfredo, pues si la sangre nuestra es para un hijo de puta, esperemos que le sirva para que cambie un poco.
Me temo que a todos se nos está poniendo mala sangre, por eso la donamos menos. Aún así hay que hacer el esfuerzo de solidaridad, que encima dicen que es sano; sino fíjese en algunos ciclistas como la cambian con frecuencia...
Donar sangre, en efecto, es dar un poco de lo que somos. Un tipo de solidaridad callada e irrefutable que nos hace más tú, más los otros. Comparto pues la opinión de los que creen que se está más vivo cuanto más se da, no cuanto más se recibe.
Por ello, afirmo con absoluto convencimiento que la oportunidad de donar sangre -en esta sociedad del consumo, la apariencia y el egoísmo- nos puede salvar la vida.
Dentro de poco, cuando la sinteticemos, nos veremos en la necesidad de buscar otras que nos rediman.
Saludos solidarios.
Gracias, Dª Nela, pero si sigue recomendado mi blog sus lectores la rechazarán por mala consejera.
Donemos, sea para quién sea. Un abrazo, amiga mía.
D. José Alfonso, es usted único para levantarme la moral. Seguiré donando mientras pueda servirle a alguien, así compenso cuando en la declaración de la Renta no pongo la X en la casilla de las ONG's.
Un abrazo muy fuerte, amigo mío.
Dª Laurita, donar para usted sería un honor y un privilegio, querida.
Pero seguro que, con la mala suerte que tengo, mi sangre va a parar a las venas de esos etarras que liberan de la cárcel para que se hagan tratamientos de fertilidad. Es un decir.
Abrazos, amiga mía.
Pero, dª Nazaríes, Por Dios, ¿un cirujano buenísimo le metió una cosa grande por dónde...? No lo entiendo... este debe ser uno de esos líos raros que le sucenden a usted...
Con todo mi afecto, amiga.
"A cada cual según su necesidad y de cada uno según su capacidad", así lo aprendí yo, D. Antonio, y me pareció bonito hasta que dejé de creer en la bondad del hombre.
Sobre todo, si el género humano es del partido comunista y de obediencia estalinista, perdóneme usted, querido.
Los únicos que respeto, por su extremada educación y cultura, son usted, un amigo de Uleila del Campo (Almeria) que conocí en Paris, y algún otro amigo con los que cada vez que me veo saltan chispas.
Así que estoy de acuerdo con usted, donemos, vayamos juntos a donar. Un abrazo muy fuerte, amigo mío.
D. Fernando, ni esa esperanza me queda. Pero, como se dice tanto ahora: "Es un hijoputa pero es nuestro hijoputa...".
Con todo mi afecto, amigo.
Dice usted bien, D. César, hagamos un esfuerzo para donar aunque, dos o tres día antes, tengamos que estar a dieta depurativa de periódicos e informativos para higienizar la donación.
Como ejemplo el de los ciclistas no es malo, pero, si es bueno para los deportitas parece que tradicionalmente tampoco ha sido malo para los banqueros, cbran los préstamos y no prestan nada... ¿Eso no se llamaba chupasangres..?
Un abrazo muy fuerte, amigo mío.
Creo que donar no es malo, D. FJavier, usted, como siempre, lo dice más bonito que yo.
Yo prefiero donar sangre, incluso a los hijoputas de cuota, D. FJavier, que no soltar pasta a los de los chalecos multibolsillos y los 4x4 en autos y camiones de la SolidariDAKAR para que se la gasten en que luego tengamos que rescatarlos volviendo a pagar. Es mi elección.
Y, para cuando la sinteticen, ya tendré encima unas malvas de un metro de altas. Me ha encantado su comentario, amigo mío. Abrazos muy fuertes.
Amigo Don Alfredo,
Y viceversa. Tenga Vd. por seguro que su amistad es una gran honra para mí. Veo con agrado que es Vd. un hombre de bien. También hay que tener en cuenta que Toda Regla tienes sus correspondientes excepciones.
A eso se le llama no ser intransigente.
Como está comprobando Vd., hasta entre los Marxistas-Leninistas hay gente buena.
Le envío un abrazo solidario.
Antonio
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