miércoles, 22 de junio de 2011
Amaral, Russian Red, Rubalcaba y El País
El País cargó como un ultra contra Russian Red por elegír la derecha. Amaral le espetó a Rubalcaba, “no me toques los huevos, tío”. El País, engorilado de amor por D. Alfredo, edulcoró sus palabras cagándola de nuevo. Dos necias agresiones. Eva es dulce pero un menda que usa tales gorros en verano, Juan, es imprevisiblemente bravío.
Óscar Blanco, concejal socialista de Aranjuez, ha pedido perdón en su Twitter por llamar FASCISTA a Russian Red y GILIPOLLAS a Amaral. Dice que metió la pata. Idiota digital... ay,¡perdón! Lo siento mucho, D. Óscar.
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El País
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10 comentarios:
Muy mal por El País y muy mal, a mi juicio por Amaral. Que vayan teniendo cuidado no sea les vigilen lo que fuman. Je, bueno es el Rubalcaba.
Que tampoco ha dicho nada malo, el pobre Raspichin; qué manía le tienen todos, oiga usted!
Es el ataque por criminalización el único arma que les queda, pero la usan bien.
El sistema que defienden es el que se ha hundido y siguen echando la culpa al liberalismo.
Socialimos (nacionalsocialismos, fascismos, internacionalismos, comunismos,castrismos, pinochetismo o maoismos...) que siempre llamaran terrorista al librepensador en contra de su sistema montado para que la mediocridad triunfe, porque si no ellos no serían nada.
Que se vayan a la mierda con sus gulags ya!!
Joder, D. César, usted es el rey de la equidistancia. El País, mal, pero en mi opinión, Amaral no quiere ser arma arrojadiza contra un partido en el que habrá compradores de sus discos.
En EEUU esta maniobra pública, en el Parlamento, de Rubalcaba hubiera generado ua demanda por daños y perjuicios de Amaral.
Un abrazo muy fuerte, amigo mío.
D. Sostrato, coincido con usted en que debe ser terrible enfrentarse a la crudísima realidad de seguir viviendo (como Dios) de un sistema contestado en las urnas y en la calle porque sólo genera paro, pobreza y revanchismo.
Con mi afecto, amigo.
jeje, Sr. Francés, en EE.UU son un tanto gilipichis, pero qué le vamos hacer. Coño, coño, coño, qué políticamente correctos hemos de ser para que no nos caiga una demanda. Jozú, qué poca mano izquierda tenemos todos. Acabaremos denunciando a nuestra madre por no habernos parido de 1,80.
Saludos, querido.
Me hace gracia que uno llame fascista a alguien y luego se disculpe, o usa la expresión sin saber lo que significa o lo sigue pensando. En ambos casos, que tipos así cobren del erario público es sobrecogedor.
Un saludo :)
Bueno, D. César, si se pone usted así de "antiimperialista yanqui" seguro que le proponen para importante cargo en el nuevo partido comandado por el respetable juez Garzón y formado por la izquierda trashumante de Llamazares y una parte de ilegales indignados.
Aunque no mida 1,80, mon ami.
D. Explorador, tendría gracia sino fuera trágico y tal insulto no llevara aparejado un deseo exterminador.
Fascista, desde el fin de la II GM hasta hoy, pasando por el País Vasco donde los batasunos lo han usado con profusión para señalar a los candidatos al tiro en la nuca, es un insulto que lleva implicito el deseo de paredón para el insultado.
De ahí su asombro estremecido, amigo mío.
Juan Aguirre, guitarrista del grupo Amaral, en horas veinticuatro, ha emitido un comunicado en el que asegura que no era su intención «atacar al señor Rubalcaba por más que muchos muchos se empeñen en que así parezca».
Juan Aguirre, dijo que uana vez alcanzada cierta fama había que quitarse los políticos de encima a codazos. Alguien le ha mordido los codos. ¿El País, la discográfica, el PSOE...? ¿Todos?
Ay, las cabezas, qué mal están últimamente. Minimalismo cerebral.
Mientras los físicos se empeñan en advertirnos de la alta probabilidad de que existan nueve dimensiones más de las que ya conocemos, nos hablan sobre esa velocidad incomparablemente mayor a la de la luz que se esconde en la “acción fantasmal a distancia” del entrelazamiento cuántico o nos enseñan lo cerca que está el poder conectar memoria artificial a nuestros cerebros, nosotros, desde la más obsoleta desmemoria, situados en la obcecación más añeja, seguimos desplazándonos a la velocidad de los gusanos entre las derechas y las izquierdas mientras otros nos devoran. En este reality al estilo “sálvame” en que se ha convertido la vida pública en los medios de comunicación no parece haber lugar para el aire limpio.
Pues nada, sigan ustedes insultándose, hablando de Franco y de la primera república que yo, les digo, cambio de canal.
Por supuesto, sin acritud.
(PD.: No hago referencia a los magníficos cerebros de este magnífico lugar)
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