Languidece el verano y finalizan las CANGREJADAS. Dos expertos, el restaurador segoviano D. José María y el maestro de periodistas D. Aurelio Martín, este año han celebrado no una cangrejada sino dos. Cangrejos, chuletillas y Pago de Carraovejas, para sus amigos este año en cena duplicada. Para que rabien de envidia se lo explico abajo.
Cena pantagruélica ofrecida por nuestros anfitriones D. Aurelio Martín y D. José María Ruiz, del Restaurante José María, de Segovia. Tomen nota y, si son capaces de mejorarlo, me invitan a cenar, por favor.
APERITIVOS
Bombón de salmón y queso de cabra
Miniensalada de anchoas y sardinas del Mar de Castilla
Gazpacho segoviano con pimentón dulce
Bocaditos de cordero escabechado con manzana verde y Jamón de bellota D.O. Guijuelo Montanera 2007 con pan de llamera y pulpa de tomate fresco con oliva virgen.
EN LA MESA
La sopa fría de melón con caviar de sandía y sorbete de fruta de temporada.
Foie Fresco en lasaña con manzana y queso de cabra.
Cangrejos de Castilla y León con agridulce de tomate y guindilla roja.
Chuletillas de lechal faenadas por el anfitrión D. Aurelio Martín.
POSTRE
Homenaje aromatizado al espliego
Flores de sartén
Tarta de Segovia
VINOS
Tinto del Pago de Carraovejas D.O. Ribera del Duero
Autor 2009
Crianza 2009
Reserva 2009
6 comentarios:
Yo, al menos, no me considero capaz de mejorarlo. ¡Espero que haya aprovechado!
Eso es cuidarse, joven! Y mientras tanto un servidor subsistiendo con el menú del Peregrino, 9 euros!
Quién dijo crisis, en habiendo amigos ricos!
Por cierto, ese reserva aún no está en su mejor momento....por el contrario el crianza está que se sale...!
Don Alfredo, amigo mío,
Con esas comilonas, tan exquisitas, que me supongo gratuitas, se puede vivir bien. Para la próxima movida, a ver si tiene Vd. la delicadeza de invitarnos a unos cuantos de los que somos de buen comer y mejor beber, porque aquí, el que no corre, vuela.
¡Buen provecho! y un abrazo.
Antonio
En cuestiones de placer gastronómico en compañía de amigos y amigas no creo que sea menester tener que mejorar ninguna ocasión. Lo que procede es añadir otros placeres compatibles y esforzarse por repetir a la mayor brevedad posible. Yo, que aún no he vuelto a la fase oral, no consigo fijar adecuadamente la mirada a la manduca mientras haya presente un buen escote y una espléndida sonrisa junto a un buen vino. Que veo que de todo ello había. Personalmente prefiero un rioja.
Vaya pues mi envidia por partida triple, una más sana que las otras.
Y que usted lo digiera bien.
(PD.: Don César, no compare, no vaya a enfadarse don Santiago. Apóstol.)
El hermético y recio cangrejo castellano era un mero invitado en medio de ese vendaval de manjares tan bien dispuestos como nombrados. Bien le queda, en medio de tanta seda, el agridulce de tomate y guindilla roja, a juego con su rojo porte.
Un placer saber de su deleite que abre apetito hasta en la mismísima desgana de este agosto melancólico.
Que le veamos disfrutar amigo de un sin número de banquetes y amigos, bien lo merece.
Reciba un fraternal saludo.
Envidio su buen gusto D. Alfredo, no por la buena mesa sino por las chicas guapas que le hacen compañía. Siento no poder hacer yo cosa parecida en mi tierra, el ácido úrico, sabe usted, no me permite degustar ciertas cosas, pero me satisface ver cómo la buena gente aún puede permitirse una alegría culinaria a pesar de la crisis.
Un abrazo.
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