Rubalcaba inmola a sus kamikazes sindicales. Los liberados ugetistas, enriquecidos por Zapatero, convocan huelgas absurdas de Metro y Aeropuerto para joder a los madrileños y al Papa. Mientras, los indignados milicianos del 15-M, se adiestran tenazmente en la guerrilla urbana. Los socialistas y sus monaguillos, como Belén Esteban, por sus hijos matan.
Cuando los sindicalistas repartan cocido en las Casas del Pueblo y los indignados hagan ollas populares en Leganés, si lo mantienen en el tiempo, igual comienzo a creerles algo.
3 comentarios:
Estos sindicalistas comen del público y se lo devuelven en forma de cagada. Están convencidos de que así quedan a pre.
Un abrazo.
A las barricadas? Perdida la batalla política la guerra es el la calle. Y ahí, los maestros de la manipulación absurda de masas absurdas ganan siempre.
Los otros no son mas que figuras de cartón con barbas, que miran como la situación se vuelve tan insostenible que le termina cayendo el premio gordo aún sin comprar boleto. A ver que pesadillas les trae el premio.
Un fuerte abrazo
Están probando, calentando en la banda, preparándose, para cuando les ordenen saltar a la cancha.
Saludos blogueros
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