domingo, 25 de diciembre de 2011
Joaquín Merino, In Memoriam
Me enteré ayer. Joaquín Merino ha muerto. Hemingwaiano, escritor, periodista, crítico gastronómico, coqueto, este madrileño-galleguizado, mi maestro, confió en mí y, lo más importante, me mostró cómo vivir sin prejuicios. Joaquín me enseñó a mirar, a sonreír y seducir siempre, a ser buen amigo y epicúreamente exquisito. Ha muerto “El Príncipe”. El cielo será más divertido ahora.
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gastronomía
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5 comentarios:
Qué pérdida.
Éste era un hombre que entendía la vida. Y sabía sacarle partido.
Recuerdo con especial cariño un librito suyo: "Londres para turistas pobres", antítesis de las epicúreas tournées de don Alfredo y otros malandrines, en los gloriosos tiempos de El País, (que los tuvo)
Que la tierra le sea leve.
Monsieur de Sans Foy, usted me conoce bien, querido poeta. Aquellos dos libros, Londres para turistas pobres y Londres para turistas ricos, lo hicieron famoso. Yo viajé con él a GB en varias ocasiones, y en una de ellas nos acompañó otro maestro periodista de la época, Antonio de Olano. Fue el viaje más desternillante de mi vida.
Y efectivamente, aquellos dos libros, quizás inspiraron una serie de reportajes europeos que hicimos años más tarde Manolo Vicent y yo para El País. El tema era nuestra entrada en la UE y el lujo europeo. Un abrazo, mon ami.
Monsieur de Sans Foy, usted me conoce bien, querido poeta. Aquellos dos libros, Londres para turistas pobres y Londres para turistas ricos, lo hicieron famoso. Yo viajé con él a GB en varias ocasiones, y en una de ellas nos acompañó otro maestro periodista de la época, Antonio de Olano. Fue el viaje más desternillante de mi vida.
Y efectivamente, aquellos dos libros, quizás inspiraron una serie de reportajes europeos que hicimos años más tarde Manolo Vicent y yo para El País. El tema era nuestra entrada en la UE y el lujo europeo. Un abrazo, mon ami.
No tuve el gusto de conocer a Joaquín Merino en persona, pero sí le conocí por sus escritos y sus apuntes gastronómicos en algún programa de televisión, saboreando las palabras con evidente efecto Paulov, como su paisano Álvaro Cunqueiro. Era un hombre simpático, que transmitía tranquilidad; la misma tranquilidad que tenemos después de una buena comida.
Felices fiestas, D. Alfredo.
REQVIESCAT IN PACE Don Joaquín Merino.
Mis condolencias sinceras, Don Alfredo.
Antonio
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