Dª Amalia y el diablo escénico

Lo siento. Mi madre tampoco es perfecta. Ayer recordé su amistad con Celia Gámez, la reina de la REVISTA. Un día, sin avisar de su llegada, acudió a un teatro madrileño donde actuaba Dª Celia. Comenzada la obra no paró de reír con su risa inimitable. La artista detuvo la actuación y dijo: “Mi amiga de Bilbao que se ríe tanto, por favor, que pase al camerino”. Y continuó actuando. Así.