
He
acabado aquí. Me llevo un
escenario perfecto para una parte de mi próxima novela de la que aún no sé ni el título. Una casa colgada en un enorme
palmeral sobre la playa. El refugio de una artista genial que vive su éxito creando
aislada del mundo. Una mujer llena de miedos e
inseguridades. Vuelvo con las retinas saturadas del
color que palpita en los cuadros.
2 comentarios:
La realidad, es que Francisca y Manolo, son entrañables amigos y personas... Y el peligro de ir a su casa, es que jamás te querrás ir de ella. Y lo mejor de todo, es que cuando te vas, los sigues llevando en el corazón. Son amigos del alma que sientes siempre dentro. Enhorabuena por haber podido disfrutar de casa, palmeral, huerto y, por encima de todo, de Francisca y Manolo
Yo la titularía la "Campana del sueño" porque, tal como describe usted la cosa, cuando despertó: soñó con volver a dormirse. Su despertar fue como una campanada que lo devolvió a la realidad que impone el regreso.
Un abrazo.
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