Cené y dormí en casa de amigos. El vecino y su amante ponen los aspersores y rompen a follar. Su “Ay, papito, dame placer” taladraba los oídos. Mis anfitriones demostraron de madrugada qué hacían “eso DE ATARSE en la cocina”. Coño, si el SEPRONA cuida bichos que el INSENO inspeccione cada cama. Con Decibelímetros. Así no hay quien pegue puto ojo. jueves, 23 de agosto de 2012
INspectores SExuales NOcturnos
Cené y dormí en casa de amigos. El vecino y su amante ponen los aspersores y rompen a follar. Su “Ay, papito, dame placer” taladraba los oídos. Mis anfitriones demostraron de madrugada qué hacían “eso DE ATARSE en la cocina”. Coño, si el SEPRONA cuida bichos que el INSENO inspeccione cada cama. Con Decibelímetros. Así no hay quien pegue puto ojo. 
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1 comentario:
Pues sí señor Francés: al final va a resultar que la vida del hombre se reduce a un frotis de pito, la vida de la mujer, sin embargo, es más puñetera porque disfruta haciéndole creer al hombre que sus grititos se deben a su virilidad cuando de todos es sabido que son producto de su frigidez compulsiva.
Un abrazo y dígale a su amiga que se calle, hombre y que aproveche el sueño que hoy por hoy es lo único real en medio de tanta crisis.
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