La antigua palabra ADULTERIO era literariamente bella aunque haya caído en desuso en la Cristiandad. Acabó el rigor y ya no lapidamos a los adúlteros. Hoy, en esta Gran Depresión encubierta, imperan las grandes superficies de Infidelidad Sin Fronteras. Sin mencionarlas hablé ayer de estas empresas. Garantizan el anonimato, la impunidad y publicitan AVENTURAS extramatrimoniales. A la carta.
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