D. Anthony renunció al Congreso por cachondeo sexual en Internet. Ahora se postulaba como alcalde de New York y otra señorita desvela que sigue enseñando la colita. Su santa esposa le apoya pero, pese a la terapia, Weimer continúa luciendo su pollón. Nuestro D. Iñaki sí es un ejemplo de dignidad: “Si soy infiel no le interesa a nadie”. Dª Cristina va a currarle, duque empalmado.
miércoles, 24 de julio de 2013
Escándalos sexuales, Urdangarin y Weimer
D. Anthony renunció al Congreso por cachondeo sexual en Internet. Ahora se postulaba como alcalde de New York y otra señorita desvela que sigue enseñando la colita. Su santa esposa le apoya pero, pese a la terapia, Weimer continúa luciendo su pollón. Nuestro D. Iñaki sí es un ejemplo de dignidad: “Si soy infiel no le interesa a nadie”. Dª Cristina va a currarle, duque empalmado.
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