La maldad es una seña de identidad grabada genéticamente en algunos hombres seniles. Siempre creí que “Hicht” era un anciano bonachón que hacía pelis de terror. Ayer vi “The Girl”, la peli sobre el calvario de Hedren durante el rodaje de “Los pájaros” y “Marnie, la ladrona.” Me desvelé. Un sádico acosador sexual, eso era el bueno de “Hicht”. Nadie tortura tan apasionadamente como un genio viejo loco de amor.
jueves, 5 de septiembre de 2013
Alfredo Hichcock y Tippi Hedren
La maldad es una seña de identidad grabada genéticamente en algunos hombres seniles. Siempre creí que “Hicht” era un anciano bonachón que hacía pelis de terror. Ayer vi “The Girl”, la peli sobre el calvario de Hedren durante el rodaje de “Los pájaros” y “Marnie, la ladrona.” Me desvelé. Un sádico acosador sexual, eso era el bueno de “Hicht”. Nadie tortura tan apasionadamente como un genio viejo loco de amor.
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1 comentario:
En resumen: Un genio hijo de sí mismo. Como usted D. Alfredo, como usted, aunque no le guste la poesía.
Un abrazo.
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