Conocí a García Márquez en Paris. Me lo presentó Bryce Echenique y entonces, soberbia juvenil, ninguno de ellos me impresionó. Yo leía pero no escribía. Hoy Gabo está malito. En éste frío otoño en que apetece echarse con una manta en el sofá, les pido como homenaje al genio de Aracataca que desempolven el realismo mágico y tomen un roncito. Esos libros y el trago les templarán el alma. ¡Salud, MAESTRO!
miércoles, 27 de noviembre de 2013
Un BRINDIS por GABO
Conocí a García Márquez en Paris. Me lo presentó Bryce Echenique y entonces, soberbia juvenil, ninguno de ellos me impresionó. Yo leía pero no escribía. Hoy Gabo está malito. En éste frío otoño en que apetece echarse con una manta en el sofá, les pido como homenaje al genio de Aracataca que desempolven el realismo mágico y tomen un roncito. Esos libros y el trago les templarán el alma. ¡Salud, MAESTRO!
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