Verlo es creer que nunca será tuyo. Su feliz propietaria es mujer de humedades y con cada balanceo de sus caderas vierte néctar que, si su sexo te ansía, rebosa de ella hasta tus manos o tu lengua. Mi amigo supo que la penetraría y enloqueció de gozo. Su mano aturdida buscó con tanto afán que algo metálico del sujetador le hirió inundándolos de sangre. Aquel juguete divino nunca fue suyo. Aún lloriquea.
martes, 21 de enero de 2014
Artilugio de Miel
Verlo es creer que nunca será tuyo. Su feliz propietaria es mujer de humedades y con cada balanceo de sus caderas vierte néctar que, si su sexo te ansía, rebosa de ella hasta tus manos o tu lengua. Mi amigo supo que la penetraría y enloqueció de gozo. Su mano aturdida buscó con tanto afán que algo metálico del sujetador le hirió inundándolos de sangre. Aquel juguete divino nunca fue suyo. Aún lloriquea.
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