Estremecido por lo que ocurre en las calles venezolanas y con el alma compungida al ver morir a esos muchachos, los jóvenes siempre son mártires sea cual sea su bando, debo explicarles que anoche me tomé un par de copas exigiendo que Venezuela sea libre. Imaginen familia, amigos, póker, cena y cante con el gran Curro ante la chimenea. Alegrías de Cádiz y pesadumbres caraqueñas. Hoy enseñaré mis animales.
sábado, 15 de febrero de 2014
Muertos en Caracas
Estremecido por lo que ocurre en las calles venezolanas y con el alma compungida al ver morir a esos muchachos, los jóvenes siempre son mártires sea cual sea su bando, debo explicarles que anoche me tomé un par de copas exigiendo que Venezuela sea libre. Imaginen familia, amigos, póker, cena y cante con el gran Curro ante la chimenea. Alegrías de Cádiz y pesadumbres caraqueñas. Hoy enseñaré mis animales.
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