Nos miramos largo rato con esas miradas que prometen todo y decidimos acostarnos tras tontear con los toqueteos. Llegamos a su casa con esa urgencia que deja un rastro de ropa desde la entrada al dormitorio. Desnudos y en pie el ansia nos pudo entre jadeos. Pero no me avisó de que seríamos tres. Su gato saltó celoso a mis hombros y me clavó las cuatro garras en la espalda. Desde entonces odio los tríos.
jueves, 29 de mayo de 2014
Parejas Imposibles
Nos miramos largo rato con esas miradas que prometen todo y decidimos acostarnos tras tontear con los toqueteos. Llegamos a su casa con esa urgencia que deja un rastro de ropa desde la entrada al dormitorio. Desnudos y en pie el ansia nos pudo entre jadeos. Pero no me avisó de que seríamos tres. Su gato saltó celoso a mis hombros y me clavó las cuatro garras en la espalda. Desde entonces odio los tríos.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario