Los almonteños saltaban la reja cuando yo volvía de Donde Leo. Anoche por Las Ventas sólo hablaban de la bravura de los Mihuras. Cenamos caracoles, rabo de toro y pestiños, cantamos la Salve Rociera, Leo nos sorprendió con sus coplas y, como fin de fiesta, José Hernández, su hermano Paco y unos amigos, callaron a la parroquia a golpe de “soleás”. Coño, que noche más guapa. Éa, al lío, se acabó el recreo.
lunes, 9 de junio de 2014
Seriedad, Mureros
Los almonteños saltaban la reja cuando yo volvía de Donde Leo. Anoche por Las Ventas sólo hablaban de la bravura de los Mihuras. Cenamos caracoles, rabo de toro y pestiños, cantamos la Salve Rociera, Leo nos sorprendió con sus coplas y, como fin de fiesta, José Hernández, su hermano Paco y unos amigos, callaron a la parroquia a golpe de “soleás”. Coño, que noche más guapa. Éa, al lío, se acabó el recreo.
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