Gestazos, no tan banales, que yo anhelaba. Un coche descubierto. El real magreíllo en el Palacio Real, donde los Reyes se rozaron cariñosos, calentó mi alma tras años de augusta sequía afectiva entre Sus Majestades. La mano en el corazón, gesto tan cercano para los Americanos, indica tiempos nuevos. Se acabó la frialdad disimulada en ocurrencia y llega la ejemplaridad frente al chascarrillo.Y mensajes de fondo para el pueblo y para nuestros servidores del Congreso. Monarquía parlamentaria, independencia de la Justicia y unidad de la Patria. Tiempo al tiempo. Wait and see.
viernes, 20 de junio de 2014
Y llegó Felipe VI
Gestazos, no tan banales, que yo anhelaba. Un coche descubierto. El real magreíllo en el Palacio Real, donde los Reyes se rozaron cariñosos, calentó mi alma tras años de augusta sequía afectiva entre Sus Majestades. La mano en el corazón, gesto tan cercano para los Americanos, indica tiempos nuevos. Se acabó la frialdad disimulada en ocurrencia y llega la ejemplaridad frente al chascarrillo.Y mensajes de fondo para el pueblo y para nuestros servidores del Congreso. Monarquía parlamentaria, independencia de la Justicia y unidad de la Patria. Tiempo al tiempo. Wait and see.
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D. Felipe VI,
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