Con visita al National Museum, la Portrait Gallery y la National Gallery, imprescindibles para los pintuheridos, digo adiós a Edimburgo. Mi primo me arrastró pese a mi renuncia a museos plenos de masas culturetas. De su mano un Velázquez aquí, el párroco patinador allí y falló una expo de retratos aún no inaugurada. En el despacho de Roberto me despedí agradecido por su regia hospitalidad. Ciao, Escocia.
martes, 22 de julio de 2014
Edimburgo, chaíto
Con visita al National Museum, la Portrait Gallery y la National Gallery, imprescindibles para los pintuheridos, digo adiós a Edimburgo. Mi primo me arrastró pese a mi renuncia a museos plenos de masas culturetas. De su mano un Velázquez aquí, el párroco patinador allí y falló una expo de retratos aún no inaugurada. En el despacho de Roberto me despedí agradecido por su regia hospitalidad. Ciao, Escocia.
Etiquetas:
edimburgo,
pintura,
Roberto Gozález Fernández
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario