Coño. Vuelve el dolor. En Casa de Saude de Cascais una funcionaria hace resoplido belfo ante tanto papeleo para una inyección. Tres horas después se apiada, me invita a galletas Maria, la besuqueo, se pone y hace que me pinchen del tirón. Almuerzo en Casa da Guia. Sólo, no vayan a pensar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario