En un rato me largo a Lisboa. Allí esperaré la llegada del maxi velero Maximizer que anda retrasadillo. Estaré en la marina de Cascais como mujer de marinero asomada a la ventana sobre el puerto con un pañuelo en la mano. Mientras, Belén, mi nueva fisio, cuida mi dolorida espalda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario