Sr. Gallardón, no sirve de nada dialogar con los asaltantes de la Bastilla. Lo único que garantiza la convivencia es el respeto a la Ley. Si continua la impunidad, la próxima vez, le sacarán de su casa.
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miércoles, 15 de junio de 2011
El príncipe Felipe y el alcalde Gallardón
Dos tipos sobradamente preparados discutiendo balbuceantes ante los “sans culotte”. Gallardón, soberbio hasta el paroxismo, sirvió en bandeja el espectáculo a los que sólo buscaban minutos de telediario. D. Felipe se enredó en una disputa con una listilla y le regaló la gloria. Dos gaznápiros.
Sr. Gallardón, no sirve de nada dialogar con los asaltantes de la Bastilla. Lo único que garantiza la convivencia es el respeto a la Ley. Si continua la impunidad, la próxima vez, le sacarán de su casa.
Sr. Gallardón, no sirve de nada dialogar con los asaltantes de la Bastilla. Lo único que garantiza la convivencia es el respeto a la Ley. Si continua la impunidad, la próxima vez, le sacarán de su casa.
lunes, 3 de mayo de 2010
D. Felipe, los sindicalistas y el Gobierno, preocupados por su imagen
El Príncipe Felipe y Dª Leticia modernizan su imagen. Está bien. Aunque, creo que en estos momentos, nos importa un carajo a unos cuantos millones de españoles. Dicho sea con todo respeto.
Con los sindicalistas unomayeros, engorilados y enrocados en un discurso sindical de hace más de 100 años y otro político de hace unos 80, preocupados por su imagen pero dispuestos a hundirnos para seguir mamando del bote.
Con los etarras puestos al tajo de ganar las elecciones para el Gobierno si, con un cambio de imagen, les permiten entrar en ayuntamientos y Parlamento Vasco tras una tregua, una paz o lo que coño estén trajinando.
Con un Garzón, al que la Fiscalía rechaza sus recusaciones porque, seguramente, su imagen ya está tan emputecida como la del mígmigimo Sr. Bono.
Finalmente, con un Gobierno cuya imagen internacional es de ineficaz, mentiroso y tan paralizado como la Dama de Elche. Pero, señores, no teman. Esta mierda la arreglan Zapatero y Rajoy en dos tardes. ¿La receta? España sólo necesita un cambio de imagen. Como todos.
Con los sindicalistas unomayeros, engorilados y enrocados en un discurso sindical de hace más de 100 años y otro político de hace unos 80, preocupados por su imagen pero dispuestos a hundirnos para seguir mamando del bote.
Con los etarras puestos al tajo de ganar las elecciones para el Gobierno si, con un cambio de imagen, les permiten entrar en ayuntamientos y Parlamento Vasco tras una tregua, una paz o lo que coño estén trajinando.
Con un Garzón, al que la Fiscalía rechaza sus recusaciones porque, seguramente, su imagen ya está tan emputecida como la del mígmigimo Sr. Bono.
Finalmente, con un Gobierno cuya imagen internacional es de ineficaz, mentiroso y tan paralizado como la Dama de Elche. Pero, señores, no teman. Esta mierda la arreglan Zapatero y Rajoy en dos tardes. ¿La receta? España sólo necesita un cambio de imagen. Como todos.
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