La señora Iratí Aranzabal, esposa del terrorista de Juana Chaos, se despachó el otro día en Gara con unas declaraciones que me ha apetecido recordar, hoy, último día de Agosto, en que nuestros remeros vuelven frescos y el Sr. Zapatero, Presidente del Gobierno, se dispone a hacer el ridículo al pasear por un monte y presentarlo como una gesta deportiva sólo practicable para alpinistas consagrados. Allá él.
La pobre señora de Juana Chaos dice que sufre acoso y linchamiento, amenazas escritas, telefónicas y seguimientos policiales desde la excarcelación de su esposo. Pobre señor de Juana Chaos. ¡Hacerle estas cosas a Él, un modelo de hombre honrado que sólo ha cometido 25 asesinatos!
Después, la señora acusa a los medios no nacionalistas de fomentar la situación y dejándose traicionar por el subconsciente, denuncia que los medios marcan los objetivos y la policía materializa las agresiones.
Si esto fuera así, los aberchales estarían de enhorabuena. Podrían demandar a ambos, periodistas y medios, por plagio del copyright ya que, hasta ahora, quienes usaban ese método eran los asesinos terroristas y sus cómplices de la lucha callejera y no tan callejera, por ejemplo, los ediles separatistas.
Casarse con un héroe excarcelado tiene esos inconvenientes, señora. Pero, si se detiene a pensarlo, peor estan los muertos que asesinó su marido. Podría usted haberse casado con Arnaldo Otegui, que es un hombre de paz, y ahora no tendría este problema.
Piénselo, por favor. Si le da a usted el coco.
No hay comentarios:
Publicar un comentario