No se lo crean. Será hasta más tarde y con más paro. El presidente de la CEOE, alcahuete del gobierno, reconoce la imposibilidad de hacer un pronóstico sobre el final de la recesión.
Cada día nos lo pone peor esta cuadrilla de bandoleros que dirige el país. Antes de las elecciones callaban mientras apresuradamente vendían sus casas y, ahora, nos espetan que la situación es gravísima porque hemos vivido por encima de nuestras posibilidades. Vamos, que la culpa es nuestra. Dicen ellos, que antes de irse de vacaciones nos gritaban: ¡CONSUMIR!
Con el PIB por los suelos, un paro disparado que puede alcanzar el 18% y el déficit público que hará que nuestros socios comunitarios nos miren con disgusto, si no nos expulsan educadamente, el porvenir es muy negro. Lo siento por nosotros.
Mientras, debería despedirse con urgencia a los políticos indecentes que gastan abusivamente. Ustedes los conocen. Y, seguramente, están tan hartos de ellos como yo.
Pero, sobre todo, habría que poner fin a la sangría autonómica. Suspendidas hasta el fin de la crisis por decisión de un gobierno de concentración nacional.
De ser necesario prefiero que pasen hambre los 17 parlamentos de taifas.
2 comentarios:
Querido García Francés :
Pues así es. Y la crisis ésta ya comenzó el año pasado, cuando a nuestros politicastros no se les pasaba por la cabeza ni hablar de desaceleración.
En el verano de 2007 y sobre todo después de éste, en septiembre, la subida de precios escandalosa fue general, sobre todo en cuanto a cesta de la compra y carburantes.
En ese mismo verano, los dueños de restaurantes de Bilbao declararon a El Correo que la gente que se había quedado en la ciudad por tener que trabajar ese mes, y que tradicionalmente cuando sale del trabajo, como compensación y al ser verano o las fiestas, va a comer o cenar por ahí, si lo hacía, lo hacía ya siempre de menú, nada de cartas.
Asi que lo que digan estos politicastros y sus mariachis, querido amigo, efectivamente será la mitad de lo que sea en realidad.
Como ya dijimos en otro comentario, el pueblo tiene en parte la culpa de la crisis, por haber querido vivir por encima de sus posibilidades, endeudándose de forma muy gratuita, para vicios.
Y también, por otro motivo, por no movilizarse. Esto en América hubiera supuesto cuando menos una convocatoria de caceroladas Argentina style, aunque fuese por Internet.
Nosotros también somos unos bobolitros sin remedio, creo.
Un abrazo.
Somos La Nación Inmóvil.
Estupendo término, querido amigo.
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