Don Arturo, escribe usted en su columna Banderas, que el domingo subía a eso de las diez de la noche por la calle de Pau Claris. Las oscuridades del Eixample pueden propiciar más de un susto dice, "cuando, de repente, casi somos abducidos por una enorme bandera colombiana que preside la sede del Consulado de Colombia en Barcelona".
Como mi oficio tiene que ver con realidades, y no ficciones, puedo dar fe de que la bandera de Colombia es la de un país tan terrenal como pueda ser este país o cualquiera otra nación en el mundo. Dice usted, don Arturo, que todas las banderas le asustan. Y, reforzando sus pánicos, creyó que la bandera colombiana era un ovni o una planta carnívora y después se concede el beneficio de la duda y escribe: "Resultó ser solo una bandera colombiana que quizá debería ser de tamaño mucho más reducido". ¿Cuáles son las medidas idóneas de una bandera? Creo que es su miedo a tantas cosas lo que le dicta que insulte a las banderas, a los países, a las oscuras calles del Eixample y a los mismos ciudadanos barceloneses tildándolos de histéricos por Navidad.
Podría exigirle que me ofreciera disculpas, pues en su nota, al final, usa incluso un calificativo soez muy insultante y ofensivo contra el país que represento y que no transcribo por vergüenza con los lectores. Solo me resta admitir que la bandera colombiana en Pau Claris podría ser más pequeña, sí, pero no por sus argumentos, pues por pequeña o grande que pareciera esta bandera, ella simboliza, y representará siempre la capacidad de arropar a todos los colombianos, catalanes y españoles que requieran los apoyos y servicios que pueda brindarles. A usted también, don Arturo.
Juana Inés Díaz Tafur
Cónsul general de Colombia en Barcelona
Y aquí, mi mail enviado a la Sra. Cónsul.
Estimada Señora,
Desde la vergüenza de leer a este individuo (4-12) en El Periódico, y desde mi doble condición de español y colombiano, deseo manifestar que al autor del artículo sobre la bandera de Colombia, más que el excesivo tamaño de dicha enseña nacional, debería preocuparle el escaso peso específico de su cerebro.
Agradezco enormemente su digna y educada respuesta, Dª Juana, que ha aliviado mi orgullo herido. Pero, si toma alguna medida de protesta formal y necesita mi firma, como colombiano, se la daré encantado.
Siempre a su disposición, Doctora.
Alfredo García Francés
11 comentarios:
Gracias, Dª Candy, amiga de otro Blog, por el artículo escrito desde la prepotencia y la ignorancia.
Artículo de Arturo San Agustín:
"El domingo, Josep Cuní y este cronista temimos ser abducidos"
Subía el domingo por la calle de Pau Claris con el amigo Josep Cuní cuando a punto estuvimos de sufrir una desgracia. No es nada extraño. Las oscuridades del Eixample pueden propiciar más de un susto. Con Cuní, cardenal televisivo de curia y lo suficiente malvado para saber preguntar y repreguntar, que eso es el periodismo, nunca me aburro. Lo de repreguntar, quizá convenga aclararlo, no es ni empujar, ni avasallar, ni aturdir es, simplemente eso, repreguntar.
Si solo lo llamo cardenal de curia --son los más poderosos-- es porque, detrás de las cámaras, quienes mandan ahora en TV-3, ya saben, son dos papisas: Rosa Cullell y Mònica Terribas, a quienes tengo muy presentes en mis oraciones. No porque las necesiten, por Dios, sino porque me educaron en la solidaridad.
O sea, que el domingo, a eso de las 10 de la noche, subía con Josep Cuní por la calle de Pau Claris. Subíamos hablando bien, como siempre, de dos políticos, cuando de repente casi somos abducidos por una enorme bandera colombiana que preside la sede del consulado de Colombia en Barcelona. A mí, todas las banderas me asustan, pero es que al principio no acertamos a ver que se trataba de eso, de una bandera colombiana, que al estar situada en una planta baja o en un entresuelo casi roza la calle. Al principio creíamos que se trataba de un ovni pilotado por Miquel Iceta. O una planta carnívora como la de aquel musical.
Pero no, resultó ser solo una bandera colombiana, que quizá debería ser de tamaño mucho más reducido. Lo digo porque con tanta bandera, esa parte de Pau Claris, la situada entre la Gran Via de les Corts Catalanes y la calle de Diputació, parece mucho más estrecha y eso puede propiciar más de un accidente en estos tiempos navideños que favorecen las histerias ciudadanas.
Cuanto más putea y expulsa una nación a los suyos, más fervor tienen los mismos por su bandera. Se me dirá que también en Estados Unidos tiran mucho de trapo, de bandera. De acuerdo, pero es que EEUU también putea mucho a sus ciudadanos. Los putea y los ignora.
Lo que no pase en la Ciudad de los Prodigios / Ciudad de los Muchachos y Muchachas....
De todas formas, querido amigo, yo veo una tendencia general en la sociedad a no aguantar al prójimo, y, como suele decirse, a no aguantarse "ni los propios peos".
Enseguida, vamos al "que te denuncio" por cualquier tontería....aquí en Bilbao, por ejemplo, cuando abre un bar o pub nuevo, con todos los requisitos, perfectamente insonorizado y todo...ya están los vecinos de arriba dispuestos a denunciar, y de forma falsa. Y con la ley a su favor.
D. Alfredo, le he enviado un mail.
saludos,
Alfredo, Aitor, también pasan cosas buenas se lo puedo asegurar a los dos,
sin duda, el artículo una falta de respeto,
por cierto aitor buen libro ese que señala,
y alfredo este año a los reyes magos les pido libros, entre ellos está el suyo, espero que en el próximo encuentro me lo pueda dedicar.
un abrazo
Doña Candy :
Si se refiere vd. a "Una historia de la Guerra Civil que no va a gustar a nadie ", efectivamente, se lo recomiendo cien por cien.
Sigue estando disponible en las librerías de El Corte Inglés, que acabo de comprobarlo, a 5 y pico euros de nada, en edición de bolsillo de Booket.
Por lo demás, no se preocupe, que conozco muy bien Barna y Cataluña...tuve chica allí durante casi 4 años. Y sé fehacientemente que, como Bilbao, tiene cosas estupendas. Sólo que, como en Bilbao, la gente con sentido común tenemos que denunciar la estulticia de nuestros políticos y adláteres.
Poco respeto y poco sentido común manifiesta tener el sujeto en cuestión. Si añadimos que teme a las plantas carnívoras y estas se alimentan sólo de insectos (pese a su nombre)... termine usted el silogismo.
Muy cordialmente.
Candy, ni se preocupe, el muno está lleno de gentes ruines y necias.
En todas partes. Le envío cariños y mi agradecimiento.
D. Aitor, gracias por acordarse de traerme el lbro en nombre de los Mento.
Hasta la noche, un abrazo fuerte, amigo...
Dª Garcia, Felices Navidades para usted y su familia y amigos y un deseo: que cada día haya menos cretinos en el mundo para bien de las buenas gentes.
Saludos muy cordiales.
Hola a todos. Os pego aquí la carta que envié a El Periódico de Cataluña en contestación a este individuo y que nunca me publicaron:
Persona non grata
El siempre afable y comedido periodista Arturo San Agustín, en días pasados, se dispuso presto a parir sus prejuicios, plasmando por escrito inadmisibles injurias contra el Estado colombiano y sus símbolos patrios. No contento con ello, en posterior escrito, despachó sus propios complejos contra la representante consular de Colombia en Barcelona, tildándola entre líneas de indocta.
El humor sarcástico en su anodino y estulto artículo, lo delata como un completo ignaro del país que tanto se ufana de conocer. Esta basta visión del Estado colombiano, no varió ni siquiera tras haber visitado "La Heroica", o departir con el historiador Lemaitre, dejando patente que palo que nace "doblao" jamás su tronco endereza.
Del Estado colombiano se pueden observar muchas cosas, algunas buenas, y otras no tanto, pero afirmar con impúdico animus injuriandi que "putea a los suyos y los expulsa" es calumniar y vilipendiar gratuitamente. Pero, evidentemente, hablar de dignidad con usted, don Arturo, es en vano.
Sr. San Agustín, demuestre un mínimo de amor propio y rectifique. Y si su, infundadamente, desmesurado ego no se lo permite, al menos, intente no volver a escribir sobre lo que a todas luces desconoce.
A mi juicio, se ha ganado usted a pulso el tan deshonroso como merecidísimo título de persona non grata en el país que tanto desprecia, y que según sus delirantes palabras "putea a los suyos".
Lo cierto es que el único que ha "puteado", a toda una nación, ha sido usted.
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