...Los hubo valientes, honrados, leales y dignos. También rufianes, aventureros, asesinos y locos...

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martes, 3 de marzo de 2009

Alias, El poeta de la ETA

Javier Elorrieta es un vasco de paciente sonrisa, mordaz y bien humorado, afable y tiernamente afectivo. Tengo la inmensa suerte de ser su amigo desde hace casi cuarenta años.

Miembro de ETA hasta el año 71 y, más tarde, preso, exiliado, amnistiado y, finalmente, empujado por su ineludible vocación política, diputado del PSE.

Javier Elorrieta, hoy es el feliz esposo de Amalita, una gallega dulce como la morriña. Padre, abuelo, siempre hermano, hijo y sobrino. Implicado a fondo, con toda su generosidad, en los movimientos cívicos vascos. Y, además, poeta.


Podría contarles mil anécdotas de cuando vivimos juntos. Bilbao, la dura vuelta del exilio, con Aner tantas veces sentada en mis rodillas. Paris donde nos acogía mi pobre hermano José Luis, Calella de la Costa y la admiración que le producían mis dos novihermanas, la noche del 23-F cuando Isabelita nos quería fusilar. Pero soy demasiado frívolo y podría dañar su imagen. Mejor callo.

Prefiero que sea él quién se lo cuente. Van a disfrutarlo.

Sus libros de poemas, Intento de suma pasión, Más alto que los cuervos y del primero, Guerras y canto, con portada del querido Nani M. Bezanilla, el poema que me me enseñó a admirar a este hombre bueno: Canto a los Pueblos de España.

Javichu, amigo, sé que te voy a hacer pasar vergüenza, pero, ¡cuánto te quiero, hermano!

14 comentarios:

García Francés dijo...

Se lo voy a pedir de su parte, Dª Sol

ostra dijo...

Eso, eso, que hable Don Javier. La afición lo reclama.

(Don Alfredo, le he enviado un correo)

García Francés dijo...

Le decía, Dª Sol, que una vez que han pagado sus cuentas con la Justicia y encima se enfrentan a la banda desde posturas democráticas, pienso que tiene derecho a todo. Coomo cualquier persona. Creo que no es el mismo caso que de Juana...

Por ejemplo, mi amigo, lleva años escoltado, pero entiendo su dolor de víctima... y si le molesta, por favor, no lo dude y levante mi comentario...

Rubín de Cendoya dijo...

D. Alfredo, Javier se quedó algo anclado en la época de la máquina de escribir, a ver si es verdad que se ponga en el teclado sin miedo a los calambrazos.

Ánimo Javier que esto todo es empezar. No sabía yo de esa faceta de poeta, sé que habla de uno Jon Juaristi, pero no me acuerdo de quién. Anda anímate y cuéntalo.

Salud

García Francés dijo...

Claro, por eso digo que hay que matizar, Dª Sol.

Estamos hablando de delitos del año 70, sin sangre, ya pagados y luego amnistiados.

Y, más tarde, Javier y otros como él, se han enfrentado a la banda desde los partidos constitucionalistas y las movimientos cívicos.

García Francés dijo...

Javier Elorrieta responde por correo-e

Querido amigo: A pesar del pudor agradecerte el cariño que acompaña tu comentario.

Entre la foto contigo en aquel polideportivo y la de mi hija mayor con mis nietos ha pasado "un buen rato".

Por lo demás aquí seguimos con los objetivos de la libertad y la actividad en la Fundación de la Libertad como soporte de esa acción.

Como Fundación estaremos el día 10 de marzo en Ginebra, a través de su página web (http://www.paralalibertad.org/), encontraran los visitantes de tu blog información interesante.

Con mi afectuoso agradecimiento, por todo lo pasado y presente, recibe un enorme abrazo.

Javier Elorrieta.

José Alfonso Romero P.Seguín dijo...

Un hombre conoce a otro hombre, un hombre reconoce a otro hombre y también su verdadero nombre. Le llama amigo, pero es algo más, y él lo sabe, sabe que ese hombre al que él conoce como a la palma de su mano es un hombre que tiene un nombre especial. Le llama poeta, y lo es, pero él sabe que ese hombre al que él reconoce tiene otro nombre, un nombre que es todo un universo aún sin revelar. Le dice cuanto lo quiere, y es entonces cuando de verdad lo empieza a nombra por su verdadero nombre, él lo sabe, yo sólo lo intuyó.
Hermosa la amistad, como hermosos son los hombres que han sabido retomarse en la rebeldía de la verdadera paz.
Un fraternal abrazo para los dos.

García Francés dijo...

D. Rubín, no sabe usted hasta que punto es cierto el temor de D. Javier a estos diabólicos sistemas.

El mismo miedo que los conejos del jurásico a los velociraptores.

Esperemos que se vaya soltando poco a poco. Un abrazo grande, amigo.

García Francés dijo...

Gracias, Dª Sol, espero que uno de estos días me invite usted a un trocito de esas tortillas que, como diría mi amigo Elorrieta, "deben estar jugosas pero no crudas".

Con mi afceto, Doña.

Monsieur de Sans-Foy dijo...

Querido don Alfredo:
Sé que reniega Vd. de su provecta ancianidad achacosa, todo el santo día ahí sentado, tapado con la mantita... Pero al menos puede Vd. presumir de haber conocido a mucha buena gente.
Aunque pocos habrá como Javier Elorrieta.
Cuando pienso en la ingenuidad algo papanatas, pero sin duda valerosa, de quienes se enfrentaron al Franquismo, incluso en defensa de causas que resultaron ser un fiasco, no puedo menos que asombrarme de que personas así, tengan que coexistir hoy con otras mucho más papanatas e infinitamente menos valientes, que dicen defender “lo mismo que ayer”.
Javier Elorrieta es mucho más que una juventud temeraria y una madurez luchadora. Es un amigo y un hombre de bien. Y por encima de todo, un poeta como la copa de un pino.

García Francés dijo...

Querido Monsieur, me alegran enormemente sus palabras porque sé que, aunque hagamos ruborizar mil veces a Javichu, él se las agradece y yo también.

Les envidio a ustedes y lamento no tener la sensibilidad necesaria para escribir con el alma.

Y ahora voy a cubrirme con la cobija, a cobijarme, sí, que el viento está fuera jugueteando enloquecido entre los pinos oscuros.

Gracias por ser usted un brillante poeta y, también, un excelente amigo.

Je vous remercie infiniment, Monsieur de Sans Foy.

García Francés dijo...

¡Qué bien recibido es ese abrazo generoso, D. José Alfonso!

Cómo reconforta en esta noche serrana en la que el frío parece querer crionizarle a uno los adentros del alma.

Seguro que sus líneas, verso prosificado, emocionan al poeta, a mi amigo, a mi hermano.

Y, quizás de esa emoción, Dios lo quiera, broten unos versos con los que Javier quiera convidarnos.

¿Sobre la libertad? ¿Sobre la amistad? ¿Se unirá Sans Foy al convite? ¿Habrá milagro?

Un fraternal abrazo, también para usted, amigo. ¡Qué bonita suena hoy su despedida!

Iojanan dijo...

Qué contrapunto, el escrito pasado y este Sr. García Francés, aquel, dolorido y hastiado, éste lleno de vida y sentimiento fraternal. Qué suerte tienen sus amigos. Abrazos

García Francés dijo...

Gracias, D. Iojanan, espero el momento en que usted quiera decir, "que suerte tenemos sus amigos".

Con todo mi afecto.

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