PSOE y PP, me han quitado la afición

En plena transición me entrevistaron para la televisión francesa poco antes de las primeras elecciones democráticas en España. Se cayeron de culo cuando, al preguntarme si me acostumbraría a pagar impuestos, yo les respondí que sí que, a cambio de democracia, sería feliz contribuyendo.

Hoy no estoy tan contento. Tengo una sistema bipartidista cerrilmente ideologizado, controlado en última instancia por los nacionalistas, que fríe a impuestos a los millones de parados, amenazando con no pagar las pensiones de jubilación y, sobre todo, que miente sobre el pasado, el presente y el futuro. Todos. Gobierno y oposición.

Ya me he cansado de votar a unos lerdos incapaces de lograr un GRAN PACTO NACIONAL imprescindible para arrancar al país de esta crisis. Me he agotado. Se acabó. Han matado mi afición a votar, mi confianza en la clase política.

Al Sr. Rajoy se le recordará como el tipo que se estrelló una y otra vez contra la misma piedra. El peñasco de su total falta de liderazgo para afrontar a sus rivales políticos y a algunos de sus corrompidos compañeros. Lo recordaremos como el responsable de dirigir un partido de políti-funcionarios mediocres incapaces de trasmitir ni un sólo mensaje comprensible.

Sr. Zapatero, usted no debería jugar a Mao, a Obama, a Gandhi o a lo que coño esté jugando. Por favor, deje de hacerlo antes de que sea demasiado tarde.


Si anhela pasar a la historia como un líder, olvide los experimentos sociales, fuerce un nuevo pacto de la Moncloa, haga la inevitable reforma laboral, no escuche a unos sindicatos del siglo pasado, pare de malgastar nuestro dinero estúpidamente y mantenga unida España.

En caso contrario, se le recordará como a un perturbado, como el orate que nos empujó barranco abajo.